Sabía que mi padre pensaba que algo estaba pasando entre Josh y yo, pero decidí que tenía que cortar cualquier idea de una y no incitarlo a seguir teniendo esos pensamientos, no le convenía a Josh y mucho menos quería que mi padre lo despidiera o decidiera que no podía confiar más en él solo porque estaba involucrado conmigo. Así que le había dicho esa misma mañana que nos había encontrado durmiendo en el sofá que nada estaba pasando entre nosotros y que él solo había estado conteniéndome mientras derramaba mi corazón en lágrimas interminables. Mi padre me había hecho contarle lo sucedido y alejó de su mente cualquier idea de Josh y yo saliendo.
Ahora me encontraba yendo a casa de Ivy aquel día domingo, dispuesta a contarle todo lo que había estado sucediendo estos últimos días. Quería contarle lo que había sucedido con Josh, con Derek... quería consejos de cómo seguir con esto, porque no podía confiar en mí misma como para actuar. Probablemente iría a casa de Josh y le diría que por favor lo hiciéramos de nuevo como esa noche en el bar, de verdad no podía alejar mi mente de él y comenzaba a asustarme. Me asustaba porque me daba cuenta que me gustaba pasar tiempo con Josh, porque me gustaba ver su rostro sonriente, sus ojos brillantes con diversión y su lengua rápida al soltar las cosas que pasaban por su mente. Me gustaba sentirme como alguien importante para él.
Ivy me abrió la puerta de su casa y fuimos directas a sentarnos en los sofás con un par de cervezas frías.
— ¿Qué sucede? Te ves preocupada. – Ivy dijo cuando cruzó sus piernas encima del sofá.
—Han estado pasando un par de cosas estos días, la verdad. – Mi amiga entrecerró sus ojos y me hizo un gesto con sus dedos para que me pusiera en marcha y comenzara a escupirlo todo. – ¿Qué quieres escuchar primero? ¿Josh o Derek?
— ¿En serio? Mierda, Abby. Josh. Él me enoja menos que Derek. – Se decidió al final y yo no pude evitar que mi corazón hiciera esta extraña voltereta.
—He visto a Josh un par de veces desde lo del bar, eso lo sabes. – Ella asintió. – Él ha ido a casa por el trabajo con papá y eso, pero ese no es el problema, él ha ido a buscarme al trabajo porque Derek ha estado esperándome afuera. Josh me ayudó el otro día deshaciéndose de Derek y luego se quedó conmigo mientras yo provocaba un océano con mis lágrimas. Josh se quedó conmigo ese día.
— ¿A qué te refieres con que se quedó contigo?
—Me refiero a que nos quedamos dormidos en el sofá y amanecimos juntos. Abrazados.
—Espero que con la ropa puesta. – Me sonrojé ligeramente, pero asentí con la cabeza.
—También puede que se me haya ido el alcohol a la cabeza y le haya pedido que me besara.
— ¡Abby! – Se quejó Ivanna con enojo. – Te advertí que Josh era un jugador, ¿no lo hice?
—Lo hiciste. – Ivy hizo un gesto con sus manos y su rostro decía exactamente lo que ella pensaba de mí en ese momento. Mierda. No quería ni siquiera pensar en cómo ella reaccionaría si le decía que parecía que de verdad comenzaba a gustarme Josh. Si le decía que había estado ayudándolo con su trabajo sin esperar nada a cambio.
— ¿Entonces qué haces tonteando con él? Sé que Joshua es un tipo bonito, ya sabes, esos ojos grises y su cabello increíblemente rubio. Es el típico americano que vende propaganda al resto del mundo, y no solo eso, él también es un maldito donjuán. ¿Sabes con cuantas chicas lo he visto en todo el tiempo que he trabajado allí en ese bar, Abby?
— ¿Quiero saberlo? – Hice una mueca, no estaba segura de querer saber ese tipo de información referente a Josh. Era demasiado para mí, pero a Ivy no le importó. Ella estaba totalmente dispuesta a hacer cualquier cosa para que yo me alejara de Josh por las buenas.
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Conociendo lo que es el Amor (Amor en Boston #3)
Roman d'amour"Estoy perdiendo mi tiempo cuando siempre fuiste tú, siempre fuiste tú. Buscando la felicidad, pero siempre fuiste tú, siempre fuiste tú. Nunca debí dejarte ir, cariño" - Louis Tomlinson