Nunca en toda mi vida había disfrutado tanto de una cita y una pequeña parte de mí se sintió decepcionada porque no sería capaz de ver a Josh corriendo desnudo por la calle, pero cualquier cosa que él había hecho por mí durante la cena había superado cualquier tipo de decepción. Él había sido un completo caballero, no me había impuesto temas de conversación que sabía que me pondrían incómoda y, eso no era todo, él de verdad se había portado dulcemente conmigo.
Habíamos comido tan amenamente que no quería que la cena terminase, sorprendiéndome a mí misma, quien había estado semanas negando que Josh me agradaba o que incluso me gustaba pasar tiempo con él.
— ¿Entonces? ¿Crees que deba comenzar a quitarme la ropa y salir corriendo? – No pude evitar reírme, me dolían las mejillas de tanto que había estado sonriendo esta noche.
—Por mucho que me apene decir esto... no creo que debas hacerlo. – Josh se rio a carcajadas y no me importó reírme con él. Estaba disfrutando demasiado pasar tiempo con él.
— ¿Eso ha sido una especie de cumplido? Porque dijiste que si la cena era un fracaso...
—Qué va, ha estado bien.
— ¿Solo bien?
—Calla.
Habíamos incluso compartido un trozo de pastel de chocolate, lo cual había sido increíblemente íntimo y mis mejillas habían estado ardiendo todo el tiempo, pero había sentido calidez por todo mi cuerpo, me había sentido tan llena de algo desconocido a su lado que ni siquiera comenzaba a comprender de qué se trataba. Lo había disfrutado tanto que, contra todo pronóstico, estaba deseando tener una segunda cita con él.
Josh tomó mi mano por encima de la mesa y entrelazó nuestros dedos. Mariposas asesinas revolotearon en mi estómago y me sentí ridícula por sentirme así. Él solo estaba tomando mi mano. Dios.
— ¿Estás lista para irte de aquí? – Asentí y él me ayudó a ponerme de pie. Fruncí el ceño antes de mirar alrededor.
— ¿Qué hay de la cuenta?
—La pagué antes. – Apreté los labios y asentí con la cabeza.
—Gracias, Josh. De verdad ha sido increíble.
Tomé mis cosas y él me guio hacia la salida con una de sus grandes manos apoyadas en mi espalda baja, su tacto sintiéndose tan caliente como si fuera agua hervida. Él le hizo un gesto al mesero que estaba allí y se despidió con la mano y una inclinación de su cabeza.
Josh tomó el abrigo de entre mis manos y me ayudó a ponérmelo. Afuera estaba terriblemente frío luego de haber pasado un rato dentro del restaurant con calefacción.
—De verdad ha sido genial. – Confesé, una sonrisa tímida apareciendo en mis labios. Josh tomó mi barbilla con delicadeza e inclinó mi rostro hacia arriba.
—Ven conmigo a casa. Prometo no intentar nada, solo no quiero que esta cita acabe aún. – Su expresión abierta y sincera me hicieron ver que él lo decía totalmente en serio. No era que tuviese dudas de él no intentando nada, porque sabía que con una sola palabra Josh retrocedería y me dejaría en paz.
—Tampoco quiero que acabe. – Admití.
—Entonces ven conmigo.
—Está bien.
— ¿De verdad? ¿Así de fácil? Uff, pensé que me tomaría un par de intentos más o rogar por ello. – Se burló él, pero la sonrisa que había en sus labios solo creció y sus ojos grises brillaban a pesar de la poca luz que había en la calle.
ESTÁS LEYENDO
Conociendo lo que es el Amor (Amor en Boston #3)
Romance"Estoy perdiendo mi tiempo cuando siempre fuiste tú, siempre fuiste tú. Buscando la felicidad, pero siempre fuiste tú, siempre fuiste tú. Nunca debí dejarte ir, cariño" - Louis Tomlinson