Capítulo 38: Abigail

891 109 59
                                    

La sonrisa de Ivy me hizo reír como loca, sabiendo que esa chica definitivamente no había hecho lo que efectivamente aseguraba haber hecho. La situación no era en lo absoluto divertida, pero ella sabía cómo sacar el lado divertido de todo.


—Lo juro, Abby, el idiota me miró, me dijo alguna estupidez y yo no pude evitar patearle las bolas, las chicas que iban pasando por allí se dieron cuenta y me ayudaron con eso. 


—Eres increíble, Ivy. Estoy tan jodidamente orgullosa de eso si es verdad. 


— ¡Lo es! 


Iba a responder cuando mi teléfono vibró en la mano, era Josh preguntando a qué hora llegaría. Fruncí el ceño, sabiendo que él nunca hacía ese tipo de preguntas si no era seguida por algo relacionado a la comida. 


— ¿Qué sucede? – Ivy preguntó alarmada. 


—Es Josh. Me pregunto si está bien, él no hizo más preguntas. 


—Es un chico, Abby. Ellos son así. 


Me encogí de hombros, encontrándole la razón. Sin embargo, algo me molestaba respecto a esa pregunta.


No tardé mucho más en tomar mis cosas e ir al departamento de Josh, sintiéndome un poco confundida por su mensaje, pero no dándole mayor importancia. Todo había estado normal con él hoy y no había nada que fuera diferente. 


Él me había despertado por la mañana mucho antes que sonara el despertador y me había dicho si quería tomar una ducha con él antes de irnos por caminos separados. Yo había aceptado gustosa porque sabía lo que eso significaba y, efectivamente, había hecho bien en levantarme antes e ir con él para aprovechar el placer que él tenía para darme durante la mañana. 


Josh había sido maravilloso conmigo desde que nos habíamos conocido, incluso cuando yo había sido una perra con él para que se alejara de mí y no me involucrara románticamente con él. Josh no había querido ceder y, de la manera más hermosa posible, había aceptado que quería salir conmigo y yo no había tenido más opción que aceptar. Josh era lo mejor que me había pasado en mucho tiempo y no iba a desperdiciar mi tiempo siendo una boba.

 
Lo amaba y sabía que él me amaba. No había dudas de eso. 


No tenía dudas en mi corazón.


Abrí la puerta y vi a Josh sentado en el sofá con la cabeza entre sus manos. Estaba sentado allí en un claro signo de desesperación. Me alarmé y ni siquiera me molesté en quitarme la chaqueta negra que llevaba mientras me acercaba a él. 


— ¿Josh? ¿Qué pasa, cariño? 


Él se sobresaltó, como si no se hubiese dado cuenta en absoluto que yo había abierto la puerta y que me encontraba allí con él. 


Sus ojos se veían un poco desenfocados cuando se posaron en mí y su rostro estaba mortalmente pálido. Él no dijo nada mientras me acercaba a él y eso hizo que mi corazón comenzara a latir como loco. 


Me senté en la mesa frente a él y tomé su rostro para que no alejara la mirada. Besé sus labios y él apenas si me correspondió el beso. ¿Qué estaba pasando? Esto no era normal en él, algo debía estar sucediendo y él no estaba hablando conmigo. 


— ¿Josh? Estás asustándome. ¿Qué sucede? 


Josh no hizo nada más que mirarme mientras su pecho subía y bajaba con rapidez. Alejó su mirada cuando vio la preocupación real en mí y retrocedió para que soltara su rostro. Mis manos cayeron en mi regazo y tragué con dificultad. 

Conociendo lo que es el Amor (Amor en Boston #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora