GAME - [Ezarel]

Capítulo 24: Aah Shit, Here We Go Again

La confianza es tan difícil de conseguir y tan fácil de perderla

[Omnisciente]

La castaña brincaba de un lado a otro por su habitación metiendo todo lo que ocupaba para su viaje al pueblo Fenhuang. Estaba emocionada, al fin harían esa tan esperada poción para poder volver a su mundo. Confiaba en Miiko, en Ezarel y en todos en la guardia brillante que le afirmaron para que servia la posición de Mnemosine. Le dijeron que era tan especial que no habían libros de eso y ciegamente creyó en Keroshane y en su amiga conejita de Playboy.

Al terminar de empacar sus cosas fue a dormir a su habitación por fin, sus dos mascotas trataban de meter sus raciones de alimento en el bolso de su dueña y esta los sacaba una y otra vez hasta que se cansó y los dejó. Estaba emocionada y no quería dormir pero tenía que hacerlo. El viaje era largo y quería abarcar la mayor cantidad de terreno el primer día, no quería perder el tiempo.

(....)

Al despertar por la alarma de su nuevo celular, saltó de su cama y se puso su traje de guardia mientras ataba su largo cabello ondulado, reía al verse así, nunca pensó usar una armadura a menos de que sea para una fiesta, pero ¡mírenla! Usa su armadura cada que puede y ama usarla.

Ya lista, sale de su habitación con sus dos amigos peludos y al llegar al bosque abraza a su amigo elfico el cual solo le da unas palmadas en el hombro - ¿otra vez con lo del espacio personal? - se pregunta algo molesta pero ese sentimiento desaparece al recordar a dónde iba. Corrió hacia Miiko y apenas explicó todo, la castaña la abrazó con fuerza y fue corriendo junto a su jefe de guardia el cual se veía igual que Ezarel. Era extraño.

Pasó casi que todo su viaje de ese día hablando y bromeando con sus amigos de la guardia sombra y con el otro humano de cualquier cosa. No importaba si no decían nada, al verse a los ojos reían un rato y luego de parar dos segundos volvían a reír.

Al llegar la noche, se instalan en el pueblo de Balenvia mientras seguían hablando, ella miraba las estrellas y de sus ojos salía un brillo especial, estaba emocionada. Emocionada por volver, por ver a sus padres, a sus amigos, a su gordo gato, sus deberes en la universidad, sus fiestas y sobretodo a su familia ¿ya la había mencionado? Pues para ella nunca era suficiente. Su familia lo era todo para ella, se tenían amor, confianza, amistad y complicidad, su familia era perfecta y no podía esperar para volver y abrazar a su madre y a su padre mientras estos la regañaban por desaparecer tanto tiempo.

(...)

Por otro lado, dos jefes de guardia miraban con pena y vergüenza a su amiga. Aunque ninguno de ellos quería, se encariñaron con la menor y odiaban ver como esa linda cara que era adornada por una gran sonrisa y sus enormes ojos brillando hacia la luna iban a desaparecer y rezaban al oráculo que no para siempre. Últimamente ella se encontraba más alegre y más bailarina que antes y amaban ver a su amiga portarse como una niña pero ser toda una mujer cuando de trabajo se trataba. El vampiro, la miraba con ternura puesto que era su protegida y aunque era la chica con menos posibilidades de avanzar en su guardia fue la que más se esforzó demostrando su talento y habilidad. Le recordaba a su hermana pequeña y la quería como a una.

En el fondo, cierto alquimista se negaba a llegar al pueblo de los Fenhuang y tomar esa maldita agua del olvido, se negaba a hacer esa poción pero si desobedecía a su jefa, esta los tiraría fuera de Eel a él y a sus dos amigos. Los tres sin donde ir.

(...)

[Erika]

Dos días después, habiamos llegado al pueblo Fenhuang, donde una chica de piel morena nos recibió con los brazos abiertos. Nos dió habitaciones y al terminar de instalarme en mi habitación corrí hacia donde estaba la chica que de antes.