GAME - [Ezarel]

Capítulo 40: Where Is The Real Me?

Camino con alegría hacia el laboratorio de mi novio, tenía que dejarle unos frutos para unas pociones y no nos habíamos visto desde hace dos semanas que llegamos.

—Toc Toc —digo y me sorprendo al ver al chico de la clase de Ezarel. El que Ezarel humilló.

—Señorita E.erika..¿Puedo ayudarle?

—Lo lamento Marti, pensé que Ez estaba aquí. Tengo que darle estos frutos. —miré mi bolsa.

—¿Se acuerda de mi nombre? —me miró sorprendido y sonreí.

—Tengo buena memoria —Dejé la bolsa en la mesa y me acerqué al chico. —¿En qué trabajas?

—N.nada — miré su poción y con algo de duda, pregunté.

—¿Una poción de crecimiento? Eres más alto que yo y ¿aún quieres crecer? Enserio no entiendo a los chicos de Eldarya.

—No es para mí —sonrío un poco más relajado —Es para las plantas. El profesor Ezarel me castigó ayer.

—Se pasa —volteo los ojos sonriendo—Pero está mal hecha —lo miro y reviso su libro — Tenías que Hervir la poción en un beaker metálico a 110° recitando el hechizo de Grow y agregar los pétalos de aintara después, no antes. Por eso el color es azul y debería ser verde.

—¿Cómo lo sabes? —Me miraba anonadado y yo, orgullosa por ser "La mujer del jefe" sonrío con socarroneria.

—Ezarel es muy meticuloso con su trabajo y siempre me habla de ciertas pociones cuando está muy cansado, casi que siempre —aclaro— y tengo una copia del folleto que el hizo. —evito decir que Ezarel habla dormido y que esa poción la dijo hace una semana durante todo el fin de semana y luego me habló de ella hasta tenerme enferma de esta.

—¿Se podría arreglar? Si la boto, Ezarel me matará. —se frota la cara con las manos y niego.

—Tendrías que hacerla de nuevo, pero te ayudo y si llega Ez, decimos que me estabas explicando —le guiño el ojo y seguimos trabajando en esta.

Sabía que mi novio era un amargado y bastante estricto en su trabajo, odiaba los errores y era muy competitivo con Nevra. Por aparte, ya la había agarrado contra el pobre chico y su frustración me daba algo de risa y ternura. No me lo imagino con el pañal de nuevo, me daría tristeza.

—Listo, ya quedó. Ahora dejala reposar por dos días y pruébala.— sonrío y salgo de la sala con Felix detrás mío, estuvimos en esa sala toda la mañana y parte de la tarde, ambos morimos de hambre y mi cabello ocupaba ser peinado. Felix, desesperado por salir a dar un paseo, se montó en mi cabeza despeinandome y desacomodando mi ropa por lo que salí tratando de peinar mi cabello con mis manos.

—¿Qué demonios hacías en la sala de la alquimia toda la maldita tarde y con ese estúpido adolescente? —Choco con Ezarel y este me miraba mal, volteo los ojos y le sonrío.

—Hola, Ez. Estoy genial ¿y tú? También te extrañé.

—Responde.

—Me estaba enseñando la poción de crecimiento en plantas.

—Yo podría haberlo hecho

—No estabas ahí

—Te esperé toda la mañana en la cantina y la nueva me contó que estabas ahí con él y que hacías exactamente.

—¿Se podría saber que hacía?

— Ligarse.

—Mierda Ezarel, ¿confías en ella?