Capítulo 44: Como Si Fuera La Primera Vez

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✨ E R I K A ✨

—BASTA —grito con toda mi fuerza, los tambores dejaron de sonar al igual que los llantos y los gritos, unos dos o tres segundos después, finalmente caí, sentí el impacto y al levantarme, estaba en mi cama.

Lágrimas inundaban mis ojos y mojaban mis mejillas, mi cuerpo temblaba, mi piel estaba fría y en mis brazos habían marcas de dedos, como si alguien me hubiera apretado los antebrazos.

Con costos, me levanto de la cama y camino hacia el espejo para ver mejor esas heridas desconocidas.

Mis piernas me dolían horrible y mi espalda igual. En mis brazos estaban esas marcas y en mis rodillas habían marcas de rasguños al igual que en mis palmas de las manos.

Mi cara tenía un ligero raspón en el área del pómulo derecho y mi cabello estaba del mismo color que antes y mis ojos seguían violetas. Sin embargo, noté algo muy raro, mi cabello, que antes llegaba por debajo de mis rodillas, ahora me llegaba por la cintura.

—¿Qué ha pasado? —murmuro tocando este con la yema de mis dedos y una serie de eventos se vienen a mi cabeza. — El Elfo.. —Tenía que verle, tenía que saber qué significaba ese sueño, su nombre que atormentaba mis días en Eldarya y del que mi abuela no quería saber nada.

Tenía expresamente prohibido ir a las celdas si no daba una excusa creíble, los guardias me llevarían hacia mi abuela si no me creyesen.

De igual forma, lo intentaría. No perdía nada si no lo hacía.

Después de limpiar las heridas desconocidas, me puse mi blasser de algodón rosa palo y unas zapatillas del mismo color.

Caminé hacia las celdas, pero antes, pasé por la cocina real y, esquivando a los cocineros y al chef en jefe, fui hasta la despensa y saqué dos pastelillos que hice el día antes con mi madre.

Los guardo en una bolsa de creo que era  plástico y estos los meto en mi bolso.

Finalmente me dirijo hacia las celdas y en el transcurso del camino trataba de desarrugar mi vestido blanco que con costos tapaba los raspones de las rodillas.

Estaba nerviosa. Tenía miedo de la reacción de mi madre, de mi abuela e incluso la de Chase, pero.. ¿En qué momento temía de él? Podía ser un ángel telepata y todo, pero cuando llegué a Eldarya no le tenía miedo. Me daba pena ajena y le odiaba. ¿Qué cambió?

Sabía que iba a ser mi futuro esposo, antes la idea la vomitaba, ahora no me desagrada, pero no me llega a encantar. Siento que hay algo más. Algo que me grita ¡No es tu chico! ¡Hay alguien más! Cada beso, cada abrazo, cada caricia con él, algo en mí me reprocha, me hace sentir culpable, me dice que "Has tenido mejores" "Hay mejores" "Eres mejor en los brazos de otro hombre" ¿Por qué? ¿Quién será ese "hombre"? ¿Por qué me cuesta tanto poder amar a Chase de manera intensa? Si después de todo es mi prometido. Será el rey de Annyel y yo la reina. Estaremos obligados a estar juntos por el resto de nuestras vidas.

Pero luego pienso en el peli azul, en ese elfo. ¿Por qué no sentía ese odio que sentía hacia los demás de Eel? ¿Por qué mi cuerpo se erizó al sentir su piel tocando la mía? ¿Por qué no consigo despegarme esos ojos verdes, esa melena azul con mechones cayendo por su cara y esa esperanza débil en su voz? O, mejor pregunta para mí ¿Por qué cuando me dijo <<mi amor>> quería gritarle que le amaba y que le perdonaba ¿Qué le perdonaba?

Debía odiarle, debía matarle, debía lastimarlo como mínimo. Pero sólo me dejé inmovilizar, decirle mentiras que salían de mi boca sin pensarlas y controlar unas inmensas ganas que tenía de abrazarle.

—¿Se le ofrece algo, Princesa?

Uno de los guardias, Gunnar, me habla.

—¿Se encuentra bien, majestad?

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