Capítulo 29: Finalmente

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[Omnisciente]

El terrícola pasó toda la semana cuidando de su amiga. El también había bebido la poción pero a diferencia de su amiga, el no tenía a nadie a quien perder. El no era importante para su padre o madre, no tenía hermanos ni abuelos y sus amigos eran un grupo de hipócritas adinerados al igual que él en la tierra.

-Felipe.. - Se encontraban en la habitación del azabache con una luz tenue iluminando la habitación puesto que al chico no le gustaba la soledad ni la oscuridad.

-Duerme -Suspira Felipe mientras se tapa los ojos con su brazo y la chica sigue hablándole.

-Gracias - Sonríe para sus adentros y repite lo mismo, llevaba días sin dormir por cuidar de su amiga y ahora mismo lo que necesitaba era una siesta.

-Duerme ya linda, es muy tarde para hablar - escucha como la chica se remueve un poco y unos segundos después se quita su brazo de encima para ver a su amiga sentada sobre la cama.

-Eres muy atento conmigo, lamento ser un estorbo y sé que haz tenido demasiada paciencia conmigo.

-Solo duerme linda, tengo demasiado sueño y necesito dormir.

-Lamento molestar- Hace un puchero y luego lo vuelve a mirar. - No me siento como la mejor amiga del mundo, ni siquiera como una amiga. Quiero compensarlo. ¿Qué puedo hacer?

-Callarte y dormir Erika -dice sonriendo, una sonrisa cansada.

-y Lamento ser tan egoísta, sé que también la tomaste y no estuve ahí para tí. Para apoyarte y cuidarte cono tú lo hiciste conmigo -El chico se sentó igual que la chica, sacó todo el aire de sus pulmones y le respondió lo más amable que podía.

-A diferencia tuya nena, la tomé sin problemas. No me importaba, no tenía a nadie a quien perder. A la única persona que le importo está conmigo en Eldarya y no me deja dormir.

La chica sonrío y gateo hasta donde su amigo, lo abrazó a se acostaron esta vez en la cama, donde por fin durmieron en paz y tranquilos.

{°°°}

-¿Podemos hablar? - interrumpe cierto alquimista a la castaña que se encontraba entrenando por su propia cuenta.

-No hay nada de que hablar. - Corta la ojicastaña mientras termina de ponerse su arnés y empieza a subir la pared rocosa, clavando las cuchillas en esta.

-Por favor Eri, somos amigos y me mata el haberte hecho esto. -Admite Ezarel bajando la mirada y la chica harta solo sé queja para mirar al chico por debajo de ella.

-No tengo tiempo ahora para tu show Ezarel. Vete

-Erika.. Por favor.

-¿Qué quieres ? Te esquivé casi un mes porque no te quería hablar ¿piensas que ahora que salí de mi habitación las cosas cambiaron? No, te sigo odiando con todo mi corazón y deseo que te mueras tú y todos los involucrados en esto. Pero especialmente tú. Tú me engañaste. Pensé que eras lindo, que eras tierno ¡que podía ser feliz contigo! Te iba a dar una oportunidad ese día porque sí, cuando me lo propusiste en el templo iba a aceptar pero me retuve por Ewelein, lo pensé tanto y cuando estaba tan emocionada por estar a tu lado ¡Me engañaste solo para darme una estúpida poción por SUPOSICIONES de una zorra!

-Mis sentimientos no son engaños.

-¡Cállate! No quiero escucharte.-La castaña se dejó caer por la pared y al llegar a tierra firme, alzó la cabeza para mirar al elfo con odio. Tenía mucho resentimiento en ella y lo que menos quería era estar en ese lugar con el elfo.

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