Con tu vestido largo hasta los tobillos te debatías entre alegar un dolor de cabeza o decir que irías al baño para luego inventar algún inconveniente que te permitiría irte de ese ruidoso lugar. Otro aburrido evento al cual debías asistir como la novia perfecta del famosísimo rapero Bobby, odiabas todo ese espectáculo, las luces estrambóticas en los ojos, el humo del escenario, los gritos de los fanáticos a la espera de que su artista sea llamado al escenario y por supuesto la cantidad de famosas que se comían con la mirada a tu prometido.
A veces te preguntabas por qué seguían esa farsa, era obvio que después de esa premiación tu codiciado novio se iría a un costoso hotel a revolcarse con cualquiera de las mujeres que le coqueteaban en ese momento; esa era siempre la rutina de ambos, tú la novia trofeo, la mujer que todos deseaban pero que no podían tener y él el eterno casanova capaz de conquistar a cualquiera con solo una mirada pero que le profesaba amor eterno a su hermosa prometida.
Mentiras, mentiras que habían crecido como la fama de Bobby. Tú sabías que el amor se había acabado hace mucho tiempo, eso era lo único cierto en su telaraña de engaños antes de todos los lujos, los conciertos, el dinero las fans, eran una pareja sencilla que se amaba y se respetaba. Pero todo cambió cuando los videos que subía él rapeando en sus redes sociales se hicieron virales, llegando a ojos de una productora que lo lanzó al estrellado.
El ganador de la categoría Mejor Artista Urbano sería anunciado al final del evento y sabías que tu intento de escapar del lugar se había acabado por completo pues cómo podrías, la novia más atenta, no darle un beso a tu novio cuando este fuera anunciado como el ganador. Maldita sea el momento que a ese idiota se le subió la fama a la cabeza y pensó que estaba por encima del bien y el mal.
Las luces del escenario se apagaron y el presentador anunció que harían un receso mientras preparaban el escenario para la última presentación de la noche, miraste de reojo a tu pareja que se encontraba justo a tu lado derecho pero que tenía los ojos puestos en la otra silla donde estaba sentada la cantante principal de una nueva banda de chicas que estaba encendiendo la industria por su belleza. Giraste los ojos y pellizcaste su hombro para avisarle que irías al baño.
Otra vez te preguntabas por qué seguías en esa mentira, lo odiabas y siempre cargas contigo el recuerdo de la primera vez que te engañó. Fue hace tres años cuando lo encontraste besándose con una de las bailarinas, quisiste acabar la relación al instante pero él lo impidió, ni siquiera te rogó que te quedaras porque te amaba, simplemente dijo que su relación era beneficiosa para ambos. Eres bailarina y una de las más exitosas coreógrafas de la industria pero todo fue conseguido gracias a la fama de tu novio, él consiguió los contratos, las relaciones, te puso en el reflector público y te aseguró que sin él no serías nada.
Cuando estabas a punto de entrar al baño unos miembros del staff pasaron a toda prisa a tu lado empujándote sin querer, el golpe y los tacones de punta negros te hicieron perder el equilibrio tratando de sujetarte de cualquier cosa hasta de unos milagrosos brazos tonificados que corrieron en tu ayuda.
–¿Se encuentra bien, señorita? – sujetándote de la cintura un hombre de aproximadamente uno ochenta de altura, de cabellos negros y la piel casi traslúcida te ayudó a recuperarte del tropezón.
Lo miraste detenidamente sin despegar tus ojos de su rostro, era un hombre hermoso, con rasgos finos, con una mirada profunda y de labios abultados - Gracias por su ayuda, lamento haberlo incomodado
Hiciste una reverencia entrando al baño y dejando escapar una sutil risita. Estabas segura que ya lo habías visto antes, recuerdas que viste una foto de ese hombre entre los idols más guapos de Corea. No recordabas su nombre ni el del grupo al que pertenecía pero decidiste que aprovecharías la oportunidad, después de todo tú tampoco eres una santa.
Tu vestido largo contaba de un hermoso escote en V que la estilista había tapado con un top para que te vieras más recatada así que lo quitaste dejando al descubierto las líneas que marcaban el inicio de tus senos, cambiaste el sutil rosa de los labios por un rojo encendido y desacomodaste el cabello un poco. Saliste del baño con un nuevo objetivo en mente, después de todo dejaste de llorar por tu prometido hace mucho tiempo.
Claro que tú no eras como Bobby, eras discreta, le hacías pensar que llorabas por él cuando en realidad gritabas de placer en la cama de hombres más éxitos. No lo hacías con todos ni le coqueteabas a cualquiera que te hablara como el desgraciado; la lista era pequeña, privada y exclusiva.
Cuando volviste a tu asiento examinaste el lugar divisando al lindo chico sentado a tres mesas de ti, estaba hablando con sus amigos de banda así que solo te dedicaste a mirarlo fijamente analizando cada una de sus expresiones, sus movimientos y relamiéndote los labios de vez en cuando, sin duda ese hombre haría parte de la lista.
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– Si que tienes suerte, Jaehyunnie, ella no para de mirarte – un hombre rubio paso su brazo por encima del hombro del alto de cabellos negros haciéndole una señal con sus ojos para que mirara a su derecha donde se encontraba la mujer de labios rojos que no dejaba de mirarlo. Ni siquiera cuando sus miradas chocaron ella desvió sus ojos, por el contrario se concentró más en observarlo.
– ¿Por qué lo llamas suerte? – Jaehyun la miró por un segundo más para luego observar a su amigo que se encontraba embelesado en los pechos de la chica.
– ¿Si quiera sabes quién es? – él solo se limitó a negar, sabía que la había visto en el baño pero no la reconoció de ninguna banda o como artista – Tienes que empezar a salir más, Jae, ella es la prometida de Bobby alias la mujer que toda la industria quiere en su cama.
– Si ya tiene un futuro esposo ¿por qué debería interesarme en que me vea, Haechan?
– Todos en la industria saben que su relación es una mera apariencia, solo lo hacen para ganar más fans con su hermosa historia de amor pero ese rapero lo único que hace es saltar de mujer en mujer, sin duda no sabe aprovechar lo que tiene – el chico volvió a mirar en dirección a ella, la cual seguía mirándolo sin ninguna vergüenza.
Se dedicó a recorrerla con la mirada, ojos almendrados de un hermoso castaño claro, sus rasgos parecían esculpidos a mano y sus labios esponjosos de color rojo sin duda le llamaron la atención. Sin pensarlo mucho, le dedicó una sonrisa mostrando sus perfectos dientes y le guiñó un ojo, ella se rió sabiendo que su presa había mordido el anzuelo.
– ¿Ahora sí te interesa?
– Bueno, dijiste que debía salir más
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NCT [One shots]
FanfictionOda al erotismo, la sexualidad, la vida cotidiana y el delirio NCT One shots