Llevabas riéndote aproximadamente quince minutos sin parar, te sostenidas el estómago con ambas manos tratando de recuperar el aire; el dolor generado por tantas risas ya hacía estragos en tu organismo y solo podías quejarte entre cada risa. Los seis chicos que estaban contigo también se reían, Haechan y Jisung incluso estaban tirados en el piso tratando de calmarse; en medio de todo ese caos el único que no reía era Chenle que sentado a tu lado te miraba con algo de vergüenza.
- Podrían parar, en serio - el de cabellos negros rizados los miraba con fastidio tratando de que todos dejarán de reír.
- Lo siento, lo siento -decías entre risas pero, era casi imposible modular bien las palabras.
- ¡Amor! ¡En serio! Deja de reír, es vergonzoso - Chenle trataba de lucir molesto contigo pero solo era capaz de hacerte pucheros.
La razón de sus risas estaba justo en tu celular, un hermoso montaje de las fotos predebut de tu chico. Siempre te había causado ternura la cantidad de fotos vergonzosas que tenía Lele de pequeño y todo por ser un millonario excéntrico que su papá le daba todo lo que se le ocurriera.
Entonces cuando en un descanso de las grabaciones de los chicos de NCT Dream empezaron a hablar sobre lo jóvenes que eran al debutar, no pudiste evitar mostrarles a los demás el hermoso collage que habías encontrado en internet.
Y ahí estaban todos llorando de la risa mientras se burlaban de las vergonzosas fotos, por suerte para la pobre víctima de las burlas el staff dio fin al descanso para seguir con las grabaciones, haciendo que todos tuvieran que contener sus risas para seguir con su trabajo.
Cuando los demás se fueron decidiste que era hora de volver a tu apartamento pues debías terminar con un trabajo de la universidad. Te despediste del chico de cabello negro de lejos para salir del edificio.
**
Eran las 10 de la noche cuando por fin terminaste el trabajo y tomaste el celular para revisar los mensajes de tu novio, Lele solo había enviado un pequeño mensaje avisándote que saldría tarde de las grabaciones y seguro no podría ir a visitarte.
Suspiraste agotada yendo a la habitación a cambiarte por un camisón largo, te estabas preparando la cena cuando el ruido de la puerta abriéndose te asustó pues no esperabas a nadie.
- Soy yo, preciosa - la característica voz de Chenle resonó por la sala haciéndote sentir más tranquila, saliste a recibirlo colgándote de su cuello para llenar su rostro de pequeños besos haciendo que el otro riera.
- Dijiste que no vendrías
- Bueno, logramos acabar antes y se me ocurrió que debía venir personalmente a castigarte por mostrarle esas fotos a los chicos - sentiste que apretó con fuerza tu cintura acercándote más a su cuerpo para tomar tus labios en un apasionado beso.
Te presionaste a él con fuerza para sentir todo el calor que emanaba su cuerpo, te gustaba la forma tan apasionada en que te besaba dejándote sin aliento y pidiendo por más. Más de ese hermoso hombre que había crecido tanto y ahora solo te hacía sentir en el cielo con solo tocarte.
Tomó tus muslos para subirlos a su cadera y caminar contigo a la habitación, podías sentir las mordidas suaves que dejaba en tu labio inferior haciendo que dejaras escapar un suspiro de placer.
-Pensé que tenías una estricta regla de no hacerlo mientras estás en promociones - le dijiste mientras este te recostaba en la cama con él encima presionando tu cuerpo.
- Ya te lo dije, es un castigo. Así que no te emociones creyendo cosas que no van a pasar - hiciste un puchero como respuesta a lo que él respondió tomando uno de tus senos en su mano y apretando con fuerza.
Soltaste un gemido por lo placentero que se sentía su mano viajando por tus senos, los estaba estimulando a través de la ropa mientras iba dejando besos mojados tu cuello. Se acercó a tu oído para soltar un profunda respiración que envió escalofríos por tu columna.
- Así que te causa gracia ese chiquillo de gafas negras al que hasta llamaste pequeño mafioso - dijo con voz ronca en tu oído volviendo a crear electricidad por tu cuerpo - Bien, pues este pequeño mafioso te va a enseñar lo que es el respeto.
Se separó de tu cuerpo para bajar tus bragas y luego abrir tus piernas presionándolas lo más que podía contra las sábanas dejando tu intimidad expuesta a él. Bajó hacia tus labios soplándolos haciéndote sentir ansiosa por su lengua en tu interior.
- Solo tócame, Lele
- ¿Acaso te lo mereces? - soltaste un chiquillo por la palmada seca que le propició a tu intimidad. Se acercó de nuevo dejando un pequeño beso en el pequeño botón rosado que sentías palpitar cada que su aliento te tocaba.
Siguió dejando besos por todo el lugar, algunas veces pasaba su lengua y otras succionaba tu intimidad.
Te retorcías de placer en las sábanas tomandolas con tus manos para apretarlas con fuerza, dejabas salir gemidos ahogados que hacían que Chenle aumentará el ritmo de sus besos.
El chico de cabellos negros subió su mirada para conectarla con la tuya dejando salir una maliciosa sonrisa que te caló los huesos; sin perder tus ojos introdujo uno de sus dedos en ti obligándote a cerrar los ojos por el placer.
Movía tres dedos dentro en forma circular, sacándolos lento para luego entrar con fuerza haciéndote gritar de placer. Eras un manojo de gemidos y sudor, apretando las caderas para sentir más sus dedos mientras su lengua estimulaba tu clítoris; sentías que el orgasmo se formaba en tu abdomen bajo gimiendo suave el nombre de Chenle para que te diera lo que estabas esperando pero, él se detuvo.
Gruñiste frustrada cuando el chico se levantaba de la cama para tomar unas toallitas y limpiarse las manos, te lanzó una mientras sonreía satisfactoriamente haciéndote enojar aún más. Tomaste la toalla para limpiarte y volver a vestirte, ni siquiera le dirijiste la palabra cuando él se recostó a tu lado tratando de acercarte a él.
- Te odio, no trates de llenarme de mimitos y hacerme esa carita de inocente - lo empujabas tratando de que no te diera besos en tu rostro mientras él te apretaba con fuerza de la cintura.
- Te dije que te lo merecías, no puedes enojarte cuando tú fuiste la mala primero
- Agh! Te odio en serio. Más te vale que me compenses cuando acaben las promociones - lo tomaste de las mejillas para depositar unos suaves besos en sus labios causándole cosquillas.
Se quedaron mirándose a los ojos mientras se abrazaban con fuerza disfrutando del calor del otro.
- Me haces muy feliz, pequeño mafioso - dijiste burlonamente ganándote una mirada asesina de parte del chico que se lanzó encima de ti para hacerte cosquillas - ya... Ya ya lo siento lo siento.
Las risas inundaban la habitación a pesar de lo tarde que era y lo cansados que estaban ambos querían disfrutar de ese momento juntos que rara vez pasaba.
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NCT [One shots]
FanfictionOda al erotismo, la sexualidad, la vida cotidiana y el delirio NCT One shots