Se escuchaban las explosiones en el aire, un constante boom acompañado por estelas de colores que iluminaban el cielo nocturno, las calles vacías contrastaban con el bullicio que salía de las cosas donde las familias se juntaban en cálidos abrazos y risas que anunciaban el inicio de un nuevo año. En medio de la alegría característica de la media noche dos jóvenes corrían entre risas y jadeos por las calles casi desérticas, uno adelante del otro girándose para ver la sonrisa cuadrada que soltaba el otro que tenía destellos en los ojos aún más hermosos que los que adornaban el cielo.
La mujer de vestido largo con falda de tul rosa se encontraba al frente tratando de sostener la tela para que no se le enredara con sus pies descalzos que empezaban a dolerle por las piedras de la acera, su cabello suelto dejaba que sus ondas largas se movieran con el viento y la imagen vista desde atrás era simplemente arte para el hombre de gruesas cejas que parecía más interesado en admirarla que en correr. Estaba disminuyendo su ritmo de a poco tratando de recuperar el aliento por el esfuerzo de haber corrido diez cuadras a toda velocidad, pero sabía que no podía descuidarse pues los dos enormes gorilas que aún seguían detrás de ellos no se iban a dar porvencidos tan fácil.
- Vamos, Junnie, no te detengas - se giró para tomarlo de la mano y jalarlo.
Los dos siguieron corriendo sin soltarse de las manos, Xiaojun se preguntó cómo era que esa diminuta figura tenía tan buena resistencia física incluso sobrepasando la suya que estaba acostumbrada a hacer ejercicio todos los días. Los dos se giraron tratando de divisar los dos guardaespaldas que los seguían, pero no vieron nada a metros relajándose un poco pues ya estaban cerca del apartamento secreto de la castaña.
Subieron por las escaleras de emergencia sin importarles el ruido que hacían pues de todos modos todos los inquilinos del edificio estaban ocupados en sus propias fiestas, entre risas entraron al apartamento casi que tumbándose en el piso debido al cansancio. Los dos cuerpos yacían boca arriba mirando el techo blanco mientras jadeaban con sus pechos subiendo y bajando casi que coordinados, giraron sus cabezas conectando la mirada para luego estallar en risas como si tuvieran mucha energía para aún hacer eso.
- ¡Estás loco! ¿Cómo se te ocurrió esto? - La chica hablaba entre risas y jadeos.
- Quería pasar año nuevo contigo y sabía que tu padre no me lo iba a permitir - recuperaba el aliento de a poco.
- ¿Y huir de la mansión en medio de la fiesta era el gran plan? - le sonrió
- Tuve que improvisar - tomó la delicada mano de la chica para entrelazar sus dedos.
- Te extrañé, Xiaojunnie - acercó su cuerpo hasta quedar uno al frente del otro tan cerca que solo necesitaba de un ligero movimiento para besarse.
La mano libre del castaño pasó por la cintura de la chica sintiendo la tela rasposa del vestido que era tan voluminoso que no alcanzaba a sentir bien la delineada curva que tanto le encantaba de la chica. La pegó más a su cuerpo tratando de sentir por encima de la ropa para luego juntas sus labios en un beso lento, pero cargado de pasión.
Sus labios se movían a un ritmo constante tratando de recordar cada curva, sabor y sensación como si fuera la última vez que se verían. La lengua caliente del chico entró despacio casi como si pidiera permiso deleitándose con todo a su paso, delineando casa espacio de piel y alertando cada una de los nervios de la chica que ya empezaban a responder favorablemente.
Sin separarse, la castaña acomodó su cuerpo encima para tener el control de la situación dejándose llevar por la necesidad de contacto con el otro, se restregaba como podía pues el vestido le incomodaba, pero casi como si pudiera leer su mente Xiao bajó el cierre del vestido con pronunciado escote en V. Sintiéndose liberada fue quitándose la prenda de a poco pues no podía evitar besar y morder los labios contrarios cada tanto.
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NCT [One shots]
FanficOda al erotismo, la sexualidad, la vida cotidiana y el delirio NCT One shots