Dilema II (Johnny)

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Desde que Johnny tiene memoria odia  compartir sus cosas, un perfecto egoísta disfrazado en toneladas de amabilidad que lograba atraer a un millón de niños que realmente creían que el chico era servicial dejándolos jugar con sus peluches, sus autos y hasta los invitaba a pasar la tarde en su piscina.  Lo que ninguno sabía era lo mucho que el de rasgos extranjeros detestaba hacer ese tipo de cosas, pero no era idiota sabía que para cumplir sus objetivos necesitaba de los otros así que prefería morderse la lengua cuando veía a algún niñato jugando feliz con su pista Hot Wheels pues luego le cobraría ese acto "desinteresado" pidiéndole la tarea que no había hecho o  que le regalara el dulce de la lonchera. 

Jonh Seo era un completo maestro del engaño capaz de ocultar su molesta, petulante y egoísta personalidad solo para conseguir algo de los otros, algunos incluso lo veían como un buen líder, pero él no estaba interesado en guiar a los demás hacía un objetivo común para él lo único que importaba era lo que esos supuestos seguidores pudieran brindarle, si no daban nada interesante entonces él no quería tenerlos cerca. Solo tenía dos pequeñas excepciones que conservaba gustoso a su lado pues podían ser el doble de perversos que él y esos eran Yuta y Jaehyun. 

Los tres se habían conocido en la primaria en una de las famosas salidas de integración, conectándose al instante pues nadie reconoce mejor a un farsante que uno de su misma calaña y desde entonces los tres se volvieron inseparables siendo capaces de incluso compartir sus cosas de manera gustosa. Con el tiempo ya no eran chocolatinas o juguetes lo que compartía, a medida que su edad aumentaba también lo hacían sus gustos interesándose ahora en videojuegos o videos porno que no dudaban compartir entre sí; ahora en la universidad su hobby favorito consistía en compartir mujeres, no tenían reparos en cómo lo hacían a veces solo la rotaban otras hacían orgías eso no importaba para esos tres mientras no hubiera sentimientos de por medio y las tres partes se sintieran satisfechas con el acuerdo. 

A pesar del odio hacía compartir que lo había acompañado durante veinticinco años, él creía que había aprendido un poco gracias a sus dos mejores amigos, por eso grande fue su sorpresa cuando descubrió que los tres estaban interesados en la misma chica. El mayor del grupo no era estúpido, detectando como Yuta se comportaba cuando estaba a su lado o como Jaehyun siempre trababa de saber de ella excusándose en que solo quería molestarla, él sabía que sus dos amigos se comportaban como idiotas cuando ella estaba cerca porque él también se comportaba así. 

Su fachada de amabilidad se caía cuando ella andaba cerca, dejando salir esa perversa personalidad a la que lo único que le importaba era llamar la atención consiguiendo así lo que quería. Se odiaba por ser tan inmaduro cuando estaban en la misma clase pues lo único que lograba era hacerla enojar, molestarla hasta que ella también lo atacaba y terminaban discutiendo, odiaba que se llevaran tan mal, pero era lo único que lograba sacarle a la radical chica que en más de una ocasión le había demostrado que no caería por alguien como él. 

Grata fue su sorpresa cuando esa tarde en la casa de la chica ella fue la de la iniciativa adentrándose en su sistema, acabando con cada barrera que había formado, apagando todos los controles y volviéndolo tan vulnerable que creyó que de nuevo era el mismo niño inmaduro de la clase de la maestra Park. Ni siquiera había tenido que metérselo para saber que se quedaría pegado a ella como si de un maldito hechizo de sexo se tratara y lo odiaba, odiaba querer repetir ese encuentro una y otra vez, odiaba que cuando cerraba los ojos en lo único que pensaba era en sus suaves labios delineando su pene, pero lo que más detestaba era ver como los dos que consideraba sus hermanos jugueteaban con ella. 

Quería tenerla para sí mismo lo más pronto posible, decirle a esos dos idiotas que se alejaran, pero por alguna razón no era capaz de hacerlo pues sentía que los traicionaba como si hubiera un pacto no hablado de no enamorarse de la misma chica y eso era justo lo que sentía en ese momento. Le gustaba más que el sexo, más que una buena canción e incluso más que el café cosa que solo lo volvía más loco pues no dejaba de pensar que estaba haciendo algo mal. 

NCT  [One shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora