Estilista (Haechan)

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Los chicos ya llevaban cuatro cambios de ropa y al menos diez retoques de maquillaje, las estilistas y miembros del staff corríamos por todos lados atendiendo a cada chico que regresaba a los vestidores en los tiempos muertos del concierto. Mi trabajo consistía en enmendar cualquier desastre de vestuario con el que llegará el menor de NCT 127, era particularmente revoltoso y se movía tanto en el escenario que había que estarle secando el sudar todo el tiempo.

Suspiré de cansancio mientras el de cabello castaño se acercaba a mí con una sonrisa en el rostro para que le pusiera su último atuendo, por suerte solo tenía que colocarle la camiseta oficial del tour y unos jeans pues las camisas de botones, tiras y cinturones siempre eran una tortura con un chico de veinte años que tiene la energía de uno de quince.

- Noona ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Me veo bien en el escenario? - ese pequeño al que conozco desde antes de su debut es un coqueto que siempre busca mi aprobación en todo y yo no puedo negarle nada al consentido.

- Lo haces increíble como siempre, Hyuckie - le dije mientras desabotonaba su camisa y él me sonreía con auténtica felicidad.

Por accidente deslicé mi mano de más por su pecho causándole cosquillas y generándome una fuerte corriente eléctrica por toda mi espalda. Él tomó mi mano suavemente alejándola de su piel para tomar la camiseta limpia, parecía embobada, mis mejillas se sonrojaron notablemente y simplemente aparté la mirada de su cuerpo para seguir entregándole la ropa.

Al conocerlo desde tan pequeño nunca había visto en él algo más que un hermanito pero ahora su cuerpo era el de un adulto, delgado y esbelto y su rostro era simplemente perfecto. ¡Ahg! Por qué tenía que crecer y volverse un hermoso chico de labios abultados y ojos profundos.

Terminé de organizar el atuendo del chico sin mirarlo mucho a los ojos, todavía sentía vergüenza por haber pensado en él de esa forma; en cambio los ojitos de Haechan no dejaban de buscarme tratando de llamar mi atención haciendo pucheros que con toda la fuerza que tenía ignoraba para sacar a ese chico de mi alcance lo más pronto posible.

- Ya estás listo, Donghyuck - me alejé de él sin recibir respuesta después de todo tenía que irme a organizar todas las ropas que estaban tiradas y asear el camerino para poder regresar a casa y descansar.

Veía a los chicos a través de las pantallas del camerino, era realmente divertido observar cómo disfrutaban de la última parte del concierto, las burlas que se hacían entre ellos y las palabras emotivas que no podían faltar pero, su rostro seguía colándose en mí actuando tan sexy a veces y después siendo un completo cachorrito.

Al terminar, los nueve entraron al camerino entre risas y fuertes gritos de emoción para tomarse la foto grupal y luego poder irse a los dormitorios. Estaba sentada a algunos metros de ellos terminando de empacar los vestuarios pero podía sentir una persistente mirada en mi nuca que me hacía sentir nerviosa, ya sabía quién era, no necesitaba voltearme para descifrar que el pequeño mocoso lo hacía para fastidiarme.

- t/n-Noonaaaa - escuché que gritaban desde lejos y solo pude reírme, era demasiado insistente - ¡Deja de ignorarme!

- No lo hago, Haechan, solo estoy terminando de empacar para poder irme a casa - le sonreí de manera tierna para volver a mi labor sin prestar atención a los gruñidos que soltaba el castaño.

Todos ya se iban, los chicos fueron los primeros en salir del lugar para tomar la van que los llevaría a su dormitorio, todos excepto Dongyoung que se había quedado ayudando a los del staff a pesar de insistirle que no debía hacerlo. Caminaba hacia las Vans del staff para ser llevaba a mi casa cuando el chico se me acercó con su característica sonrisa de conejito.

NCT  [One shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora