NCT [One shots]

Heartbreaker I(Doyoung)

Regla 1: Haz que sea divertido 

Se escabulleron en el baño de hombres tratando de no hacer mucho ruido, era difícil contener la risa pero no podían permitir que alguien los encontrara. El chico de cabello azul te empujó a uno de los cubículos trabando la puerta detrás de él, te sujetó con fuerza de la cintura y tú enredaste las piernas en la de él. Se besaban con lujuria, dejándose sin respiración, no podían quitarse la ropa por completo pero él desabotonó tu blusa para besar tus senos, los gemidos llenaban el lugar hasta que escucharon que alguien entraba, los dos se asustaron tratando de guardar silencio pero la situación era demasiado chistosa para ti así que decidiste continuar con el juego y empezaste a restregar tu pelvis con su miembro. 

Doyoung trataba de contener sus gemidos lo más que podía pero tus movimientos eran cada vez más frenéticos haciendo de su misión algo imposible, el chico soltó un gruñido cuando se vino dentro de sus pantalones que estaban seguros la otra persona en el baño había escuchado,  sintieron que el desconocido se iba del baño e inmediatamente reíste a carcajadas saliendo del cubículo.

- ¿Cómo se supone que vuelva a clase con esta mancha, nena?

- Ese no es mi problema, bunny - le diste un dulce beso antes de salir del baño aún riendo por lo ocurrido. 

Regla 2: No te enamores 

Habían salido a comer helado después de las clases pero terminaron besándose en el callejón detrás de la heladería, sus manos acariciaban la piel de tus muslos subiendo por el dobladillo de la falda. El beso era tranquilo, exploraban con lentitud la boca del otro entregándose todo el calor que sentían, tus brazos estaban enredados en su cuello apretándolo más cerca de ti mientras sus manos jugaban con su cabello. 

- Deberíamos ir por ese helado - dijo el chico entre besos 

- O podríamos hacer algo más interesante

- Preciosa, quisiera hacer cosas diferentes contigo - hiciste un puchero como respuesta - me vuelves loco, nena, quiero algo más que solo acostarme contigo

Te alejaste del chico un poco irritada, acomodaste tu ropa para luego caminar fuera del callejón. Doyoung te llamaba pero decidiste ignorarlo, no pensabas enamorarte de ese chico y se lo habías dejado claro hace medio año cuando empezaron a tener relaciones sexuales.

Regla 3: No muestres tus emociones

Después del desacuerdo en el callejón no se habían hablado por dos semanas, te molestaba un poco pero nunca le rogarías a ningún chico. Ese día tenían entrenamiento de gimnasia y lastimosamente para los dos tenían que verse, los dos se ignoraban evitando mirarse aunque podías sentir de vez en cuando la mirada del chico encima de ti.

La clase de ese día se basaba en mejorar la flexibilidad y como eras tan buena te tomaste los ejercicios con calma mientras reías con tus amigas.

- Al parecer la chica nueva está interesada en Kim - una de tus amigas habló señalando al chico de cabello azul que ayudaba a estirar a la chica de senos grandes.

Las manos de él acariciaban la espalda de esta y cada que podía se deslizaban por sus muslos, sabías que lo hacía con la intención de darte celos así que volteaste la mirada, bien, dos podían jugar el mismo juego.

Pasaste moviendo tus caderas sensualmente por el lado de la parejita que estaba estirando para acercarte a uno de tus compañeros de clase.

- Yuta podrías ayudarme con los ejercicios de flexibilidad - el chico te miró con una sonrisa maldadosa. Él sabía lo que tú y Doyoung tenían así que supo de inmediato tus intenciones.

- Claro que sí, preciosa

Yuta era aún más atrevido poniendo sus manos en tus nalgas para ayudarte a estirar mejor, su cara se acercaba peligrosamente a la tuya y te sonría pícaramente cuando sus manos tocaban "accidentalmente" tus senos. Sabían que el chico de mal temperamento los estaba mirando y podías sentir sus celos, cuando terminaste de estirar le diste un beso a Yuta en la mejilla para irte a las duchas.

Regla 4: Muéstrate inocente

Al salir de clases decidiste quedarte un rato en la biblioteca para terminar un trabajo, por lo general nadie la usaba y esa vez no era la excepción, solo estabas tú y dos estudiantes más. Estabas buscando un libro cuando una mano te tomo con fuerza girándote para acorralarte entre las estanterías y el cuerpo del chico.

- ¿Por qué hiciste eso?

- Hola Dongyoung, cuánto tiempo sin hablar. Parece que perdiste tus modales - dijiste de manera sarcástica

- ¿Soy solo un juego para ti?

- No sé de qué estás hablando - empujaste su pecho pero él te agarró con fuerza de ambas manos.

- ¡t/n, respóndeme! ¿Por qué me haces esto?

- Escucha, este no es el lugar para sacar tus frustraciones, si querías tener una conversación civilizada podrías haberme llamado - Soltaste tus manos del agarre para enrredarlas en el cuello del chico y acercar más su cuerpo - Además, ¿por qué te enojas? sí el único que me ha tocado has sido tú.

Lo besaste apasionadamente haciendo que el chico no pudiera negarse, acariciabas su espalda deslizando tus dedos por debajo de su camisa. El peli azul ni siquiera se esforzaba por apartarse, su furia se había dispersado y solo se concentraba en jugar con el borde de tu blusa.  Rompiste el beso dándole un lindo besito en su nariz

- Deja de ser tan gruñón, bunny, te van a salir arrugas - te acercaste a su oído para susurrar - ya te dije que fuiste mi primera vez 

Reíste maldadosamente alejándote del chico para regresar a tu mesa de estudios.

Regla 5: Por nada del mundo dejes que te rompan el corazón

Llorabas desconsoladamente en uno de los jardines del campus, era un lugar bastante alejado y poco concurrido así que no tenías que preocuparte porque alguien te viera. Era el aniversario de la muerte de tu madre, era tan difícil cada año no sentir dolor por su muerte, por tu soledad y todo por culpa del imbécil de tu padre; él las había abandonado dejando a tu mamá sumida en una fuerte depresión que la llevo a la muerte. Por eso odiabas a los hombres, la forma en como siempre jugaban con el corazón de las chicas, pensando que podían simplemente satisfacer sus necesidades y marcharse como si nada. 

Siempre te mostrabas desinteresada en los chicos, jugabas con ellos a tu antojo y cuando se empezaban a encariñar contigo te alejabas, no ibas a permitir que un hombre te rompiera el corazón ni te hiciera llorar por él. Pero con el tiempo te habías encariñado con Doyoung, su sonrisita de conejo y lo lindo que te trataba hacía que a veces tu corazón sintiera, de verdad lo detestabas así que además de llorar por tu madre también lo hacías porque sabías que era hora de alejarte del chico de cabello azul. 

- ¿Qué pasa, preciosa? - una voz te sorprendió haciendo que te limpiaras las lágrimas y trataras de escapar lo más rápido posible - t/n, ¿por qué lloras?

Doyoung te tomó de los brazos acercándote para darte un abrazo, apoyaste tu cabeza en su pecho aferrándote con fuerza a su espalda. Bueno, tal vez podías quedarte otro rato con él y luego descubrirías la manera de que no te rompa el corazón.

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Recomiendo escuchar How to Be a Heartbreaker de Marina and the Diamonds