Oompa Loompa (Yangyang)

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Un metro y cuarenta y cinco centímetros de pura ira, molestia y odio irracional hacia el mundo, piernas cortas, caderas anchas y cabello hasta los glúteos que ella juraba le daba una sensación de altura. No es que ella estuviera frutrada por su estatura, a los veintidós años ya había hecho bastantes duelos con su cuerpo; bajó de peso, subió, cambió su cabello 30 veces, se hizo tatuajes y todos los tratamientos del spa.

Más bien su molestia se debía a vivir en un mundo hecho para grandes, la frustraba demasiado desde que se dio cuenta que sus amigos crecían más que ella, todo era más fácil para ellos personas con estaturas "normales". Ellos no tenían ni idea del sufrimiento que era tratar de vivir una vida normal, desde que se levantaba hasta que se acostaba sus rutinas requerían más esfuerzo del habitual solo por esos malditos veinte centímetros que le faltaban.

Primero prepararse el desayuno, ¿qué no podían hacer estantes más bajos?, requería de un banquillo que mantenía siempre cerca para poder alcanzar los altos estantes de su casa. Habiendo superado ese primer obstáculo tendría que enfrentarse a su verdadera pesadilla, el subterráneo, si tenía mucha suerte podría conseguir sentarse y viajar cómodamente, pero eso era casi una fantasía pues por lo general se veía atrapada en un mar de gente que la empujaba, la ignoraba o no veía y no le importaba si la lastimaban; ¿Lo peor? No alcanzaba la baranda para sostenerse.

También tenía que luchar con la dificultad para conseguir buena ropa, sí el pantalón le servía en las caderas le sobraba medio metro de tela en la bota, los vestidos que se suponían eran cortos terminaban siendo largos para ella y ni hablar de los zapatos, su perdición, solo encontraba de su talla en la sección infantil. Pero todos esos factores eran secundarios comparados con tener que soportar las burlas de las personas que encontraban increíblemente divertido apreciar a una persona de baja estatura, como si ella fuera algún tipo de show hilarante de apreciar ¡Ugh! como los detestaba.

Con los años había aprendido a ignorarlos, cuando era una adolescente solía enfrentarse a ellos respondiéndoles con algún insulto e incluso llegando a golpearlos, por esos años sus compañeros la habían llamado pequeño demonio; le tomó algunos años, pero finalmente dejaron de molestarla. Sin embargo, esa actitud solo la llevó a estar sola, nadie se le acercaba porque le tenían miedo y descubrió que los insultos no cesaron solo se volvieron más silenciosos; no tenía sentido, quienes en verdad respetaran su altura lo harían sin su intervención.

Aun así no faltaba aquel personaje que por más que intentaba ignorar su presencia era simplemente difícil de pasar desapercibida, a ella ya no le importaba ser llamada enana, microbio o nomo de jardín, pero en definitiva odiaba ser llamada tierna y peor aún tierno Oompa Loompa ¡¿qué mierda?! Ella no era tierna, nada en ella era delicado mas bien era una bola compacta de odio, lenguaje de camionero y modales de albañil; sin ofender a aquellas personas, claro.

No entendía qué pasaba por la cabeza del subnormal de su compañero de historia Liu Yang Yang, desde que se conocieron el semestre pasado el joven había adquirido el hábito de decirle tierna junto a todos los sinónimos de esa horrenda palabra; le había dicho millones de veces que no le dijera así. Primero trató de ser paciente y amable, pidiéndole con tranquilidad que por favor no la llamara así, pero el de dos dedos de frente le había respondido con una sonrisa radiante y un "qué tierna"; ¡imbécil con sonrisa bonita!

Después de dos meses de ser bombardeada con un montón de 'ternurita', 'cute', 'honey' 'sweet', 'hermosa'. 'troll', 'Lindo Oompa Loompa' entre otro montón de ocurrencias que eran dichas con tanta felicidad y cariño que la hacían sentir incluso mal, decidió ser más ruda respondiéndole que si le volvía a decir así le patearía la entrepierna tan duro que lo haría llorar. Pero el desgraciado tuvo la osadía de reírse en su cara y decir que se veía muy tierna cuando se enojaba, estuvo apunto de patearlo en serio si no hubiera sido porque Xiaojun se la llevó casi arrastrada del lugar.

NCT  [One shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora