apuesta | p.jm

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Termine de empacar todas mis cosas en mi mochila. Hoy quería que fuese un día muy productivo, he despertado con mis ánimos al cien por cien. 

Así que sin más, tomé mi abrigo y salí de mi casa. Antes de comenzar a caminar saque mis audífonos, mi celular para después conectarlos y comenzar a escuchar música. 

 Últimamente me sentó muy feliz, mi ultimo año de escuela me espera y yo estoy preparada para comenzarlo.  Aunque sí me sentó nerviosa, eso de que cambien siempre de grupo no me agrada. Extrañare a mis viejos compañeros. 

Saludé al guardia de la entrada, el viejo señor Chuen es una persona tan amable, más que ser un guardia, se encarga de cuidar que todo estuviera en orden, es muy viejo para poder defender a alguien a golpes. 

Sin más, voy directo a mi salón de clases. Tome cualquier banca, asegurándome que esta estuviera sola, no hay nada sobre ella así que me senté sin preocupación. 

Miré que algunos de mis nuevos compañeros se hablan y otros juegan. A mi mala suerte no conozco a nadie. 

El timbre de entrada resonó por toda el aula. Todos comenzaron a tomar sus lugares, mientras el profesor esta por entrar. 

- Oye. -escuche a mis espaldas-

No, obvio no me habla a mi. pensé.

- Hey te estoy hablando. -tocó mi hombro- 

Volteo mi cabeza para verlo. Un chico de altura promedio, de tez blanca y cabello oscuro, me mira totalmente serio.

- ¿No piensas moverte? 

- ¿Disculpa? -fruncí el ceño confundida-

- Ja. -sonrió- ¿Eres nueva o algo? Este es mi lugar. -dijo como si fuera algo muy obvio-

- Estaba solo cuando llegue. -defendí- Aparte, todos somos nuevos en este grupo, no sabía que te sentabas aquí antes, eso no lo hace tuyo.

- Uhhh. -escuche de algunos de mis compañeros- 

- Si, debes estar loca. -habló bajo pero lo escuche perfecto- Bien, te contare hasta tres y quiero que te quites. Este era mi salón el semestre pasado y es mi lugar.

Sus amigos siguieron burlándose de mí, pero no pensaba dejarme, no era alguien sociable pero tampoco me dejaba pisotear, menos por este creído. 

- No. -me miró molesto, sin poderse creer lo que dije- No. Así que busca otro asiento porque ya estoy sentada y no pienso moverme. ¿O qué? ¿Harás algo al respecto? ¿Golpearme o empujarme? ¿Seguirás haciendo un berrinche como si tuvieras siete años?

- No puedo creerlo... ¿No sabes quien soy?

- No me importa. -dije en seco-

- estaba por explotar y reclamarme, pero el profesor le interrumpió- Park, tome asiento, ahora. 

Me dio una última mirada, la cual ignore. Se sentó dos lugares atrás de la que estaba a mi lado. La clase comenzó y no me sentí cómoda, ese chico no dejo de verme y matarme con la mirada, podía sentirlo en mi espalda. 

- Soy su tutor. -dijo cuando iba a finalizar la clase- Así que no quiero ninguna queja de ningún profesor a menos dentro de lo que queda de este mes. ¿Entendido? -todos soltaron un pequeño sí- También escogeré al mejor de la clase o alguien responsable para ser el representante del grupo. 

- Yo, claro. -identifique su voz de inmediato-

- Si, es el mejor para ese puesto. -habló una chica-