Distaste | nomin

❝ 21 ❞

Los lugares mencionados no son necesariamente correspondientes a la vida real.
También sé que el sistema de salud en SKR es más accesible y más avanzado, ¿pero esto? esto es un fanfic.

Jaemin jugueteó con la correa de su cartera, inquieto y con las piernas temblando, mientras permanecía sentado en la parte trasera de la camioneta de lujo. El senador Ok le llevaría a cenar esa noche, se conocerían mejor y entonces, probablemente irían a su casa a efectuar el contrato.

No mentiría diciendo que aquello le emocionaba, porque la realidad es que el solo pensamiento de pasar la noche con un político le encogía los huevos. En general, la idea de pasar la noche con un desconocido era un poco difícil de digerir, aún no se acostumbraba a ello, pese a que llevara un par de meses con esa rutina. La diferencia era que sus clientes usuales no eran más que empresarios, deportistas o idols que solo requerían una única noche de atención. ¿Pero un político?

Taecyeon había propuesto un contrato abierto, en el que Jaemin recibiría un monto por sus servicios cada que estuvieran juntos. Baekhyun le aseguró que eso era muy normal en clientes de rango como el de Taecyeon, que disponían de poco tiempo y necesitaban mayor confidencialidad que los daddies regulares. Aquello hizo que el chico se sintiera más tranquilo, puesto que involucrarse con políticos se sentía casi tan peligroso como hacerlo con criminales o mafiosos, y si no quería aparecer en televisión nacional como el amante de un senador homosexual, debía acatarse a las indicaciones tanto de Taecyeon como de Baekhyun.

En cuestión de minutos, llegaron al Soul Stay, un hotel de lujo cerca del centro de Gangnam. Jaemin se sentía como en una película, siendo escoltado por guardaespaldas casi tan enormes como Taecyeon, que los siguieron hasta el salón en el que cenarían. El lugar había sido reservado exclusivamente para la ocasión, y junto al enorme ventanal, se podía admirar la ciudad nocturna, llena de brillo y esplendor.

Más allá, Jaemin podía distinguir el edificio de COEX, ahí en donde Jeno y él emprendieron el viaje hacia la playa en donde pasaron una noche fantástica. Aunque quisiera arrancarse a Jeno de la cabeza, a Jaemin le resultaba imposible olvidar lo bien que la pasaron en el yate, e incluso durante el trayecto a su destino, el lazo que crearon esa noche era innegable, así que le costaba creer que todo hubiese sido una maldita mentira.

― ¿Te gusta la langosta? ―Taecyeon preguntó, lo tomó de la cintura y movió la silla para permitir que se sentara, Jaemin le regaló una sonrisa brillante, asintiendo.

―Por supuesto, me encanta.

El salón estaba tenuemente iluminado, lo suficiente para que ambos pudieran verse desde sus asientos. Enseguida, un equipo de meseros se adentraron al salón, y la mesa vacía de inmediato se vio repleta de alimentos: langosta, varias ensaladas, pan, mantequilla, cubiertos y a su lado, un carrito con vino perfectamente equipado para mantenerlo en temperatura apropiada. Jaemin sonrió incómodo, abrumado por tanta parafernalia. Él solo quería terminar con esto por hoy.

―Es una suerte que te guste, no estaba seguro de qué ordenar para la cena ―murmuró el mayor, poniéndose de pie para servir el vino. Los empleados se retiraron con un asentimiento de Taecyeon, y Jaemin se acomodó en su asiento que, repentinamente, se sentía como si lo estuviese absorbiendo―. Baekhyun me contó que tenías experiencia, pero estás muy tímido. ¿Te hago sentir incómodo?

―Es mi primera vez con un político ―tomó la copa entre sus dedos y bebió, sonriendo coquetamente para el mayor. Probablemente estaba buscando valor en el sorbo a la copa de vino, o necesitaba encontrar la máscara perfecta para continuar fingiendo que todo iba a resultar a su favor, que tendría contrato tras contrato con ese hombre y otros más como si todo se tratase de un empleo cualquiera―. Pero no hablemos de política, mejor de los planes que tenemos para esta noche.