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hola bebus, antes de que lean deben saber que este capítulo contiene escenas que pueden herir la sensibilidad de algunas personas, lean con precaución <33 si sienten que quieren abandonar la lectura, siéntanse libres de hacerlo.


En la víspera de año nuevo, Jaemin llegó a Seúl cerca del mediodía, con la ventisca agitando sus cabellos ahora castaños. Las calles estaban hechas un revuelo, con gente yendo de aquí para allá enfundados en abrigos por las ligeras nevadas que caían sobre la ciudad. Jeno se uniría a él más tarde para celebrar juntos el año nuevo, y mientras tanto, había decidido acudir a Sweet Dream para renunciar definitivamente y despedirse del tío Baekkie; sin duda era el cierre de una etapa muy importante en su vida, y pese a que le causaba nostalgia, aquel sentimiento se esfumaba rápidamente con solo recordar la ilusión de un nuevo futuro construyéndose.

Aunque fuera un adiós, Jaemin jamás olvidaría que fue ahí en donde su destino dio un giro importante. Gracias a Sweet Dream fue que conoció a Jeno, lo amó y lo perdió solo para reafirmar ese amor y sentirlo mutuo. Gracias a Sweet Dream, ahora ellos comenzarían una nueva vida juntos.

Al llegar, fue recibido por el joven secretario, a quien saludó amablemente antes de que le permitiera entrar a la oficina de Baekhyun. Su pecho vibraba ansioso, algo apenado por tener que romper su contrato.

― ¡Nana, lindo! Bienvenido ―saludó el mayor, llevaba un gorrito de Santa en la cabeza y, a pesar de que llevaba puesto un carísimo traje color borgoña, los zapatos afelpados de duendecillo llamaban la atención―. ¿Te gustan mis pantuflas? Son un millón de veces más cómodos que los charoles de Louis Vuitton.

― ¡Son lindísimos! ―sonrió Jaemin genuinamente―. Gracias por recibirme hoy, tío Baekkie.

―Gracias a ti por venir, en realidad necesitaba hablar contigo y el que me llamaras primero, me ahorró el trabajo.

― ¿De verdad? ¿De qué se trata?

―Pues... ―Baekhyun se acomodó de regreso en su silla ejecutiva, tomó una carpeta con papeles y los extendió hacia Jaemin―, es sobre Taecyeon. Este es el contrato de ambos ―revisándolos, Jaemin notó que además de la hoja rosa sellada del contrato, igual se encontraba una de color gris que rompía la relación entre ellos.

Estaba gratamente sorprendido, y puede que sea la nostalgia afectándolo, pero le habría gustado despedirse también de él.

― ¿Puso fin a nuestro contrato?

―En realidad he sido yo ―aclaró el mayor con tono serio―. Una de las obligaciones de los daddies es romper por completo la relación cuando se presenten situaciones en sus círculos privados o profesionales que puedan implicar un peligro para mis babies. Y como te dije, yo me tomo muy enserio la seguridad de mis dulcecitos.

― ¿Pero qué ha sucedido? ―cuestionó Jaemin, más curioso que consternado.

―Se encuentra bajo investigación por evasión de impuestos y presuntos actos de corrupción ―comentó como si fuera una cotidianeidad, y puede que lo fuera, dado el mundo en el que Taecyeon se movía―. La verdad que detestaría verte envuelto en algo así, en momentos como este, cualquier trapito sucio que pueda salir es valioso para sus enemigos. Taecyeon lo lamenta contigo, Nana baby ―añadió, abultando los labios―. Así que necesito que firmes para que pueda realizarte el depósito de la compensación, ¡luego podrás decidir si te tomas un descansito o si deseas que te regrese al catálogo!

―En realidad... ―murmuró Jaemin algo apenado, el entusiasmo de Baekhyun lo hacía extrañamente difícil. Él era por mucho el mejor jefe que había conocido en la vida―. Llamé porque vine a presentar mi renuncia.

Distaste | nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora