❝epílogo: tasteless❞

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Jaemin suelta un suspiro frente al tablero de anuncios de la facultad, y cuando su estómago gruñe sabe que la hora de comer se le ha pasado. Ante sus ojos se encuentra la convocatoria para matricularse al semestre venidero, y el precio de la inscripción tenía unas buenas siete cifras que hasta el semestre anterior no parecían un gran sacrificio. Pero hoy, Jaemin no tenía el ingreso jugoso al que anteriormente comenzaba a acostumbrarse.

Con un largo suspiro, se aferra al tirante de su mochila y sale de la facultad en dirección hacia Insa-dong, en donde Renjun le ha dado un puesto en su restaurante que se ha vuelto famoso en aquel barrio. Lo único que le queda de su pasado sugar, es la amistad con Renjun y la presencia constante de Yukhei que le recuerda a todo aquello que desea no haber dejado atrás.

Sin embargo, fue lo correcto.

Todavía le entristece pensar en Donghyuck, pero no tanto como en Mark, y aunque a veces odia a quien fue su mejor amigo por años, no puede evitar preguntarse si se encontrará bien, si está a salvo, si alguna vez piensa en volver a Corea. Luego de haberse marchado, solo volvió a escuchar su voz cuando le dio las noticias de Mark, luego de ello su rostro comenzó a adornar portadas de revistas extranjeras y el contacto con Donghyuck se terminó enteramente.

Al menos a uno de los dos le iba mejor.

Luego de casi hora y media de recorrido, Jaemin se adentró a Huang's Pot, y no le extrañó ver a Yukhei como tantas veces había sucedido. Era normal verlo por las tardes por lo menos unas tres veces a la semana, en algunas ocasiones iba a comer y otras, aunque casi todas, iba para secuestrar a Renjun un par de horas.

Por momentos, Jaemin se preguntaba si Jeno y Yukhei mantenían el contacto, si Jeno le preguntaba por él o si se había conseguido a alguien más. Numerosas veces se encontró a sí mismo a punto de preguntar, pero se abstenía porque seguramente él lo detestaba después de haberlo abandonado.

Él también lo haría, de estar en su lugar.

Le prometió tantas cosas, juró estar a su lado, ser su amor eterno y amanecer todas las mañanas a su lado hasta que envejecieran juntos. Nadie perdonaría una promesa rota como aquella.

―Jaemin, hoy cerraremos temprano, ya no recibas más llamadas ―Renjun pidió y Jaemin asintió confuso.

― ¿Sucede algo?

―Yukhei y yo celebraremos nuestro aniversario, así que comenzaré a hacer el corte de caja y cuando se vaya el último cliente, te llevaremos a casa.

―Oh, no es necesario. Puedo encargarme de ello, ustedes vayan.

― ¿Estás seguro?

―Claro ―Jaemin sonrió, tan genuinamente que era difícil darse cuenta de lo roto que estaba por dentro todavía, que día y noche soñaba con que ese amor que vivían Renjun y Yukhei todavía siguiera siendo el suyo con el de Jeno.

Luego de verlos partir, los clientes llegaron cual ráfagas, y agradeció que fuera así para poder distraerse de la melancolía. Cuando llegó la hora de cerrar, nuevamente pensó en Jeno, deseó una vez más que se apareciera por la puerta y lo llevara a casa con él, a aquel departamento en donde no necesitara de su recuerdo para poder conciliar el sueño. En cambio, se adentró de nuevo al dormitorio del campus, solo y rendido en donde lo único que le quedaba de Jeno era aquel conejito de peluche.

Las joyas se fueron, los regalos se fueron, los perfumes y los accesorios también porque de alguna forma tenía que sobrevivir en Seúl, pero Babybun nunca se iría, no cuando era lo único que le recordaba el genuino amor que se tuvieron alguna vez.

Y aunque cada despertar se había tornado amargo, Jaemin volvería a vivirlo todo otra vez. Cada beso, cada caricia, cada lágrima lastimera o de felicidad, siempre que fuera un instante a su lado.

Pero el tiempo era cruel y sus recuerdos tortuosos, a fin de cuentas, sin importar que miles de bellos momentos lo hayan llevado al cielo, al final siempre todo tenía que terminar.

Porque la vida era así, dulce, agria, amarga... un placer y, simultáneamente, un disgusto.



¿qué dijeron? ¿que se quedaba así?

ya estoy publicando el extra jijijiji

Distaste | nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora