Distaste | nomin

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―Pienso que es un imbécil ―comentó el moreno a través de la videollamada, detrás de él la gente iba y venía por el recibidor del hotel en Jeju―, quiero decir, hacerle eso a su familia es... bajo.

―No tienes espacio en esta conversación, Donghyuck ―añadió Renjun, quien por su parte, interactuaba desde la comodidad del departamento que le había obsequiado Yukhei―, que tú tienes novio y no eres tan diferente.

―Es mi novio, no mi esposo, y yo lo hago porque necesito el dinero.

―Ya, chicos, basta ―intervino Jaemin, antes de que Hyuck se encendiera cual fósforo y arremetiera contra el chino. Horas antes se había encontrado con Jeno en lo que parecía ser un sueño, un sueño en el que sus ilusiones se volvían reales y podía tocarlo más allá de lo que le permitía su imaginación; pero pronto todo se volvió una horrenda pesadilla que lo tuvo conteniendo las lágrimas por el resto de la mañana. Ni siquiera tuvo la oportunidad de ir por malteadas con sus padres, cuando lo único que quería era llegar a casa y echarse a llorar―. En serio no tengo humor para esto, solo quería contarles. Me siento humillado, soy un completo idiota.

―No lo eres, Jaem, tranquilízate.

― ¡Pero es que es la verdad! Hubieran visto a su esposa, era una mujer muy bella, elegante... y sobre todo, parecía muy amable. Al muy imbécil solo se le ocurrió decir que soy un becario, ¿y saben qué es lo peor? ¡Que dije mi nombre real!

―Joder, Jaemin ―lloriqueó Donghyuck en frustración―, pues ya nada más puedes hacer, solo decidir si quieres continuar con Jeno o cambiar de daddy.

― ¡Por supuesto que lo haré! Hablaré con Baekhyun apenas regrese a Seúl y-

―Espera, espera. Tienes que pensar con claridad ―intervino Renjun, en un intento de lograr que el menor pensara con la cabeza fría―, para empezar, no puedes romper tú solo el contrato solo porque quieres, tienes que dar una razón válida.

―Pues es que el tipo tiene esposa y familia, ¿qué no es suficiente?

―No, Jaemin, no ―pronunció firme―, no lo es. Lo que los daddies hagan en su vida privada, no es de nuestra incumbencia. Si ellos se quieren casar, adelante, o si tienen familia, da igual; incluso si son políticos o integrantes del crimen organizado, eso a nosotros no nos debe importar. No somos parte de su vida privada, solo somos un sucio secreto, ¿entiendes?

Ambos menores permanecieron en silencio, Donghyuck asimilando las palabras de Renjun, mientras que Jaemin intentaba creer que todo era una estupidez, aunque en el fondo de su mente sabía que el rubio estaba en lo correcto. Él era nada más que un sucio secreto.

―Supongo que él tiene razón, Jaems ―murmuró el moreno―, además... el tipo tiene una esposa, pero tiene un baby hombre. Siendo gay o bi, tal vez no puede ser abierto a su sexualidad, ¿no crees?

―No lo sé ―lloriqueó en frustración―, no sé qué hacer.

―No puedes romper ese contrato tú solo, tiene que ser de mutuo acuerdo ―aclaró el rubio―. Y honestamente, no creo que Jeno quiera romperlo solo porque se encontraron en Ilsan.

―Pueden ignorarse mutuamente y hacer como que no ocurrió. Te conviene, Jaemin.

―Solo trata de entenderlo, se algo más empático ―añadió Renjun―, y sobre todo, ten en cuenta que su vida personal no es de tu incumbencia. Yukhei decidió mantenerme como su baby, aunque se casara, ¿y crees que me importa? Su esposa no es mi problema, lo único que me interesa es que deposite a mi cuenta en tiempo y forma.

―Piensa en lo bien que has estado económicamente, Jaemin ―sugirió Donghyuck―, incluso le llevaste dinero a tus padres y pagaste la matrícula de este semestre. No lo arruines solo porque te dio un ataque de moralidad, tienes que aguantarte, ni modo.