El mal vestido de rosa

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Al sentarse Harry notó las miradas de odio de todos y por desgracia se tuvo que sentar cerca de Hermione y Ron, pero a su lado estaban los gemelos, Neville en frente y Blake junto a él.
Notó que todos hablaban contentos y al buscar a Hagrid, de inmediato supo que no estaba, ya que él siempre resaltaba en la mesa de los profesores.
Dumbledore antes de que diera inicio el festín, como era costumbre se levantó.
Todos callaron de inmediato y dijo:
–¡Bienvenidos a otro año en Hogwarts!–todos aplaudieron.
Harry seguía buscando a Hagrid con la esperanza de que apareciera pero no lo hizo.
»...Como verán, la profesora Grubby Plank a regresado, ya que el profesor Hagrid se encuentra indispuesto en estos momentos y tanto yo, como todos los profesores le deseamos a la profesora, mucha suerte.
Harry pensó que Dumbledore le había leído la mente o algo parecido.
Tal vez Hagrid se había enfermado o estaba en un viaje lejos.
Dumbledore estaba hablando cuando una tos seca horrible lo interrumpe.
Harry ve de sonde viene la tos que se atrevió a interrumpir a Dumbledore y la sangre le empezó a hervir.
Aquella mujer vestida de rosa, de cara de sapo era la misma que había estado en su audiencia.
–¿Puedo decir unas palabras, profesor Dumbledore?
Harry juró ver que Dumbledore rodó los ojos pero hizo un gesto afirmativo y esa horrible mujer vestida de rosa chillón comenzó a hablar:
–Que gusto es verlos y ver sus sonrientes rostros viéndome con una bella sonrisa–los gemelos soltaron una risa, ya que nadie sonreía–. Como ven, esta escuela a tenido muy malos profesores y el ministerio se preocupa mucho por el bien de jóvenes brujas y magos. Por lo que, hay que preservar lo preservable y prohibir aquello que tenga que...prohibirse.
»Además estoy segura de que así, con el método indicado aprobado por el ministerio. Todos podemos see mejores magos y preservar lo preservable y evitar lo que tiene que ser prohibido. Estoy segura que seremos grandes amigos.
–Sí claro–murmuraron los gemelos y ya que el salón estaba tan callado, todos escucharon y la mujer se puso seria.
A duras penas algunos aplaudieron y Harry solo rodó los ojos.
No entendió todo el discurso de la profesora.
–Estoy seguro que todos nosotros le deseamos mucha suerte a la profesora Dolores Umbridge–habló Dumbledore–. ¡A comer!
El festín que todos estaban esperando apareció justo en frente de ellos y comenzaron a comer y de inmediato todo se volvió más alegre.
–Estuvo en mi audiencia–dijo Harry a Blake–, trabaja para Fudge.
Blake observó la mesa de los profesores y volteó a Harry de nuevo.
–Pero su discurso–dijo Harry–. ¿Que significa?
–Significa que el ministerio esta interfiriendo en Hogwarts–respondió Hermione como siempre con su toque de sabelotodo.
Harry y Blake se miraron y luego se concentraron en sus platos.
Harry sabía que Hermione lo observaba atentamente, cuidando cada uno de sus pasos y a Harry le resulto tedioso tenerla cerca.
–¿Es la profesora de defensa?–preguntó Neville.
–Sí–respondió Blake.
–¡Ron vamos tenemos que llevarlos a sus habitaciones!–dijo Hermione.
Ron se levantó de un brinco y Harry vió como se llevaban a los de primer año.
–Vamos Harry, debemos dormir–dijo Blake.
Se levantaron y comenzaron a caminar seguidos de Neville.
–¿Cuán es la contraseña?
–¡Oh Harry por primera vez no se me olvidara!–dijo Neville y caminó casi corriendo.
–¿Contraseña?–preguntó la dama gorda.
–Mimbleus Mimbletonia–dijo Neville y la puerta de la sala común de Gryffindor se abrió.
–Bueno, buenas noches chicos–dijo Blake y subió–. Nos vemos mañana.
–Buenas noches.
–Adios.
Neville y Harry subieron y al entrar, saludaron a Dean y a Seamus, pero el último ni caso les hizo y se acostó cerrando las cortinas.
Harry sospechó que era por él y solo les dió las buenas noches a Neville y Dean e hizo lo mismo que Seamus, cerrar las cortinas, como le dijo Sirius.

–¡Buenos días Harry!–saludó Blake amablemente–. ¿Que pasó?–preguntó al ver que Harry picaba el pan con mermelada con fuerza y murmuraba cosas.
–Hola–dijo sin ganas.
–¿Pasó algo?
–Eh, no, solo no tengo apetito–respondió Harry.
–Pues debes comer, hoy tenemos muuuchas clases y no quiero que te desmayes–dijo Blake con una sonrisa mientras ella comía y Harry solo la imitó.–¿Seguro que no paso nada?
–Pues Seamus me odia–dijo Harry–, se levantó incluso antes que yo para salir de ahí lo antes posible.
–Uf, al menos tu no tienes que soportar a Romilda Vane hablando sola–dijo Blake rodando los ojos.
–Oye–dijo Harry–. ¿Con quién te juntabas antes?
–Con Charlotte Goldsting y Parvati y su hermana–responde sin ponerle atención a Harry–, pero creo que las tres nos peleamos el año pasado.
–¿Charlotte y Parvati?
–Aja, me dijeron que estaba loca y pues discutimos por asuntos de la vida–dice tranquilamente.
Harry hace una mueca y luego sonríe.
En eso ve a Hermione entrando con un aire poderoso. Incluso mira a los de Slytherin con superioridad.
Se sienta junto a Seamus, Ron y Cormac McLaggen y les dice buenos días.
Harry rodó los ojos y llega Neville.
–Buenos días ¿listos para la clase con Snape?
–Ay no–chilló Blake–, lo había olvidado, Snape nos matará a todos seguramente.
–Eso quiere, pero creo que debe seguir intentando–ríe Neville.
Harry sonríe y se concentra en su comida, pero siente la mirada pesada de alguien sobre él y sospecha que puede ser Hermione o todo el gran comedor, pero no es así; Umbridge lo ve fijamente desde su silla en la mesa de los profesores, analizando cualquier movimiento suyo.
Harry hace muecas y termina de desayunar.
Harry, Neville y Blake salen del gran comedor y se dirigen a su primera clase, encantamientos con Flitwick.
Algo que no era muy difícil, pues de hecho a Harry le agradaba el profesor.
Llegaron a su clase y se sentaron los tres juntos, esa clase les tocaba compartirla con Ravenclaw.
Blake se sentó con Harry y Neville y discretamente, Harry volteó a la entrada para ver si Cho venía. Per era poco probable que se sentara con él, teniendo a tantas amigas y tal vez lo culpaba por la muerte de Cedric.
Harry bufó y Blake le dió un codazo.
La clase empezó y todos llegaron a tiempo. Harry vió a Cho saludarlo y él le devolvió aquel saludo; Hermione lo observó molesta e iba a sentarse junto a Harry para molestarlo pero en su lugar se sentó alguien a quién no conocía.

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