No existe peor

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–¡Vamos Ron tu puedes!–exclamaron los gemelos.
Harry observaba, sabia que Ron no tenia oportunidad en contra de Hermione.
–¡Expelliarmus!
Ron ni siquiera lo vio venir ya que salió volando y Harry aguanto la risa. La cara del pelirrojo fue tan épica que Harry solo aguanto la risa.
–Vamos, solo apunta bien–le dijo Harry a Blake quien lo observaba con algo de burla.
–Claro Harry–le dijo Blake como la buena alumna que era.
Todos se hicieron a un lado, Harry se puso detrás de la colchoneta.
–¡Vamos Potter!–decía George.
–¡Golpéalo Blake!–gritaba Fred sonriente y George gruñía.
Blake levantó la varita y dijo:
–¡Desmaius!
Harry ni siquiera se movió, pero ese golpe le dolió más que todos lo otros, ni siquiera pudo sacar la varita y esquivar el hechizo.
Se levantó y solo bufó y los gemelos lo levantaron del suelo.
–¿Que rayos fue eso Potty? Confiaba en ti–dijo George.
Fred soltó una carcajada.
–Te dije que esta vez Harry no esquivaría el hechizo.
Harry bufó.
–Ja, ja bueno, creo que hemos terminado–regañó Harry algo adolorido.
–Que gran amigo Harry–dijo Hermione–. Que bueno que no te defendiste pas que creyera que gano.
–Eso no es cierto.
–Te conozco.
Y salió de ahí.
Harry bufó. Ojalá que Hermione fuera la golpeada y no él.
–¿Estás bien Harry?
–Sí ¡gran hechizo!
–Mmm...no tienes porque dejarme ganar.
–¿Qué?
–Que no sacaste la varita.
–No reaccione estaba...–en eso pasa Cho y le sonríe y Harry se queda como bobo.
–Se te cae la baba bobo–ríe Blake.
–...estaba distraído, yo no te dejé ganar, aunque es obvio que entonces no querías vencerme–dice Harry al caminar de vuelta a la sala común después de asegurarse de que todos se habían ido.
–Te vencí tonto.
–¿Entonces porque le haces caso a Hermione?
–Ay Harry...es que eres un gran mago y pues...yo apenas y tengo experiencia. No es fácil vencerte.
–Puedes hacerlo y de hecho me dolió–dijo Harry–. No saque la varita por distraído.
–Bueno–se resigno y sonrió–. Muero de hambre.
–Yo igual y oye ¿con quién iras en navidad?
–Pues con mi padre, aunque la verdad ni quiero–dijo–. Ira la familia de mi madrastra y pues mi madrastra les dijo a todos que estoy en un colegio, un internado para niñas en Italia y todos se la pasan criticándome y mi padre solo esta como borrego enamorado y no ve los errores.
–Wow no pensé que me lo explicaras de esa forma–dijo Harry.
–Lo se, perdona.
–¿Hace cuanto esta tu padre con tu madrastra?
–Desde que tengo ocho años–responde–. Hace décadas.
Harry ríe por la expresión el el rostro de Blake.
–Oh y ¿no vas con Sirius?
–No lo sé ¿me quieres ahí?
–Pues me vendría bien una amiga–responde Harry.
–No creo que mi padre quiera. Pero le mande una carta y mañana llega el correo, haber que dice–comenta emocionada y entra al gran comedor y se sienta a comer rápidamente.

A la mañana siguiente Harry esperaba sentado en el comedor a que llegara Blake y pudieran desayunar.  La chica llegó vestida como todos en un sábado.
–¡Buenos días Harry!–sonríe.
–Buenos días.
Ambos empiezan a comer y las lechuzas aparecen mágicamente dejando cartas y pequeños paquetes.
Blake recibe un paquete pequeño y un sobre que se veía muy relleno, seguramente lleno de cartas.
–¿Quién te escribe Harry?
–Canuto–responde Harry–. Pensé que no quería escribir.
–Pues supongo que sí lo hizo–responde Blake y abre la primera carta y de inmediato su semblante cambia por completo.
Harry la observó, se puso roja y apretaba el tenedor como si tuviera la culpa, sus amables y amigables ojos ahora ocultaban una tormenta y esa hermosa sonrisa había desaparecido por completo.
Harry mejor leyó su carta:

Harry:
Pues espero verte muy pronto en la casa para pasar la navidad. Espero que te la pases muy bien y que pronto termine todo para poder venir y disfrutar, lo malo: vendrán los Weasley de arrimados.
Solo que tranquilo, tal vez Blake venga, espero que si, me gustaría saludarla.
Suerte en la escuela.
Nos vemos pronto.
Tío Ted.

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