El perro en Kings Kross

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Harry no soportaba todo el odio que tenía en el corazón.
Había escuchado los regaños de la señora Weasley y el señor Weasley hacia Ron e incluso a Blake gritándole. Sirius se había ido dejándolo solo para que se calmara y ahora se sentía  horrible.
Pensó que era una mala persona, aunque ¿por que Dumbledore no lo eligió a él? Hubiera sido mejor que Ron.
Pero a pesar de que estuviese enojado con él, no le iba a perdonar lo que le dijo.
Levantó la vista y vio que se abría la puerta.
–Harry–dijo Blake observando que Harry estaba hecho un desastre.
Tenía la camisa algo desaliñada, sus ojos estaban rojos y sus cejas estaban casi juntas–, no hagas caso de lo que dice. Por primera vez le dan algo a él y es el centro de atención. Pero estuvo mal lo que dijo.
–Lo sé–dijo Harry con la sangre hirviendo.
–Lamento lo que dijo–dijo Blake y se sentó a su lado.
–Y pensar que él antes era mi amigo y compañero de aventuras ¿en que momento todo cambió?
–¿Desearía que todo fuese como antes?–preguntó Blake algo dolida–. ¿Con Ron y Hermione?
Estaba a su lado con su mano en su hombro y dandole su apoyo,
Harry sentía que las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
–No–respondió–. Jamás te hubiera conocido.
Blake sonríe, pues esa respuesta no la esperaba.
–Harry...esta bien llorar ¿sabes? No tienes que ser el chivo de acerco al que nada le duele. Soy tu amiga y estoy aquí para apoyarte–le dice mientras lo rodea y le da un abrazo.
Harry siente una lagrima recorrer su mejilla y se refugia en los brazos de Blake.
Le corresponde el abrazo y llora en su hombro, solo saca el odio que lleva dentro que no lo deja respirar y ese sentimiento horrible de pérdida que siempre lo acosa y no lo deja tranquilo.
Se sintió feliz en los brazos de la chica. Era alguien muy especial para él que en poco tiempo se había ganado su confianza y amistad y aunque no lo dijera, agradecía que ese papel mágicamente haya volado hacia él y pudo conocerla,
Su cabello olía a las flores del jardín de tía Petunia, aquellas flores que Harry se acercaba y olía cuando estaba triste. Las flores que se llamaban Lily's.
–Ya no estes triste Harry–le dijo Blake cuando él dejo de abrazarla y se separo de ella–. Tus ojos ya no se verán lindos si están todos hinchados.
Harry sonrió y le puso un cabello detrás de su oreja.
–Gracias.
–Ay Harry eres mi mejor amigo–dice con una sonrisa.
Harry asiente.
–¡Harry!–grita Blake emocionada y sale de la habitación dejando a Harry confundido.
Tal vez la asustó y por eso se fue.
Pero después llegó con una pequeña caja roja con un moño en ella.
La puso detrás de ella ocultándola pero Harry ya había visto la caja y fingió no hacerlo.
–Cuando fue tu cumpleaños no éramos amigos todavía–dice y se sienta a su lado–. Y ya que después éramos amigos se me ocurrió darte un regalo, es algo tarde, pero pensé que te gustaría.
Harry sonrió.
–¿De verdad?
–Ajá–respondió y le dió la caja roja.
Harry la tomó y ella lo miraba esperando que abriera el regalo.
–Es pequeño, pero creo que te gustara–dice con una tímida sonrisa.
Harry afirma y abre el regalo com cuidado de mo ser tan desastroso.
Nadie le dió regalos en su cumpleaños, mejor dicho, jamás le daban y era para el algo increíble que alguien se esmerara en envolver el regalo y el hecho de que lo comprara pensando en él, era algo increíble.
Al abrir la caja vió un medallón dorado con en escudo de Gryffindor, detrás del medallón estaba su nombre en cursiva muy pequeña y cuando lo abrió; había una foto que jamás había visto.
Sus padres, Lily y James a color y no en blanco y negro, era una foro muggle que no se movía y Lily, quién se veía radiante y hermosa, llevaba en brazos a un bebé de cabellos negros revueltos.
Harry sonrió y sintió que las lagrimas se estaban asomando nuevamente por sus ojos. Pero esta vez de aquella felicidad que no había sentido en meses.
El otro lugar donde ponías otra foto estaba vació, solo había una foto en ese medallón y se abría en tres partes.
–¿Por que no tienen fotos?
–Bueno, eso es para que tu pongas las fotos de aquellas personas especiales en tu vida, a quién quieras. Por eso no puse a nadie más.
–No se que decir.
Blake sonríe.
–Gracias, es el primer regalo de cumpleaños que me han dado–dice Harry con una sonrisa.
Blake ríe.
–Ay Harry estas exagerando.
–Un poco, pero créeme que yo no recibo muchos regalos y la verdad es que los valoro mucho cuando los recibo. Gracias.
–De nada.
–¿Donde conseguiste la foto?
–Estaba metida en las cosas de mi padre, hoy cuando fui y la encontré, hice una copia de la grande y le pedí que la minimizara–explicó–. Yo pensaba dártelo sin las tres fotos para que tú las escogieras, pero esta me encanto.
–Oh. De nuevo gracias ¿cuando es tu cumpleaños?
Harry tenía que acordarse de darle algo especial.
–El treinta de Julio.
–¡Un día antes del mío!–exclama Harry riendo.
–Soy un día mayor que tu–dice Blake orgullosa.

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