Entre el 11 y el 13

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Después de casi media hora volando por los cielos de Inglaterra. Por fin empezaron a descender.
Moody iba delante de todos, Kingsley y Blake lo seguían y luego Tonks, Harry, Remus y los otros magos.
Poco a poco sus ojos vieron la ciudad de Londres como realmente era, no de tamaño pequeño como se veía en las alturas.
Harry sonrió y vió que aterrizaron en un parque.
A su alrededor solo había casa iguales, ninguna era diferente y eran las típicas casa de Londres.
Moody sacó su varita y los demás hicieron los mismo, luego empezaron a caminar y rodearon a Harry y Blake.
Al llegar a la calle Remus se paró enfrente del numero 11 y 13 y Harry no supo que estaba haciendo hasta que Blake le da un codazo y voltea al frente.
Las dos casas se estaban dividiendo, volteo a ver a los muggles que estaban en sus casa y no se daban cuenta.
De las dos casas, apareció una nueva casa con paredes algo mas opacas y de un color negro. El número 12.
–Bienvenidos al número 12 de Grimnauld Place–murmuró Remus a Harry y Blake.
Ellos lo miraron sorprendidos y Moody entró primero.
Tonks se quedó detrás y Harry y Blake dudosos entraron a la casa.
–¿Cómo es qué...?
–Tal vez con un hechizo indetectable de magia–dijo Blake examinando las paredes de la casa.
Harry no dijo nada y solo caminó detrás de Remus quién se detuvo en una pared y Tonks casi tropieza con un pedazo de metal.
–¡Tenemos que actuar ahora!–exclamó ma voz de alguien entro del salón en donde se metieron Moody, Remus, Tonks y todos los demás.
La puerta se abrió y vió a Sirius.
Pero la señora Weasley fue la que salió.
–Oh que bueno que ya los han traído ambos–sonrió abrazando a cada uno–. Deben tener hambre, luego cenaremos de eso no hay duda pero primero, suban. La tercera puerta a la izquierda.

Harry subió dudoso, sabía que Hermione y Ron estaban ahí y no deseaba verlos.
–Ahí es–dijo Blake a Harry.
–Hmm.
Al abrir la puerta vieron dos cabezas pelirrojas que se voltearon al instante.
–¡Harry!
Dijeron ambos gemelos y corrieron a abrazarlo.
–Hola.
–Hola para ustedes también–dijo Blake rodando los ojos con una sonrisa sarcástica.
–Hola prima lejana favorita, la única no-pelirroja y rara de toda la familia Weasley.
–Ja, ja, son muy chistosos–dice Blake mientras ve su cabello como si quisiera comprobar que no es pelirroja.
–¿Y bien Harry, que nos cuentas?
–El negocio va bien gracias a ti–dijo Fred y George asintió.
–No les cuento nada solo que...
–No querías venir–dijeron al mismo tiempo.
–Sí, también eso.
–¿Y donde se conocieron?
–En el parque–responde distraídamente Blake.
–Ah...¡oh!
–Aja.
–¿Y tu que hacías allá?–preguntó George con una mirada seria de un padre enojado.
–Vivo en la otra parte de Privet Drive ¡Duh!
–¡Bah! Eso no es cierto, lo que pasa es que no soportas a tu querida madrastra–dijo Fred–. ¿Quieres comprar algo?
–Claro, pueden utilizarla de sujeto de prueba–ríe malvadamente.
Harry rodó los ojos y solo ríe con los gemelos.
De pronto la puerta se abre y por ella entran aquellas personas que Harry no deseaba ver en esos instantes, ya que la estaba pasando muy bien. Incluso los gemelos y Blake soltaron un grito ahogado, ninguno dijo nada y solo esperaban en un rincón la reacción de Harry cuando Ron y Hermione entraron con una cara de enfado.
–Pensamos que tenías prohibida la entrada al mundo mágico–dijo Ron con descaro.
Harry se trató de controlar y solo dijo:
–No tengo ánimos de pelear ahorita.
–Solo venimos a decirte que esta mal, no puedes estar haciendo hechizos por ahí y mucho menos en barrios muggles–dijo Hermione molesta–. No te creas tanto Harry, te pueden expulsar por esto.
–Harry no hizo nada malo, lo estaban atacando–dijo Blake.
Hermione solo ríe.
–¿Que lo estaban atacando? Harry...escúchame, debes buscar ayuda de inmediato, hay buenos doctores en San Mungo que pueden ayudarte y...
–Hermione, Harry no esta loco–dijo Blake cruzando los brazos.
–Si lo estuviera–dijo Fred–. Creo que tendría la cabeza calva...y no tendría nariz.
–¡Basta! ¿De que demonios hablan?–dijo Ron.
Harry casi se ríe ante la cara que puso Ron al no entender.
–¿Como se que ustedes no están locos?–dijo Harry desafiante.
Hermione lo miró molesta y dijo:
–¡No dirías cosas para afectarnos!
–Hermione, yo no estoy diciendo nada para afectarte–dice Harry con furia.
Ron da un paso adelante y dice:
–Has dicho que ha vuelto.
–Son puras verdades Ron.
–Además pusiste tu nombre en el cáliz de fuego.
–No puede ser...–dijo Harry al aire mientras agitaba las manos y los gemelos reían–. Cuantas veces te he dicho que no lo hice.
–Harry necesitas ayuda...–dijo Hermione con una cara tan patética que hasta los gemelos soltaron una carcajada.
–Tú necesitas ayuda–contentó Harry y Ron y Hermione lo miraron sorprendidos–. ¡Yo no voy por ahí como loco dando recetas de medico a quien no lo necesita! Si alguien aquí lo necesita, son ustedes dos, es más. Conozco a varios doctores que pueden ayudarlos.
–¡Hola Harry!–exclamó Ginny sonriendo–. Vamos Ron, Hermione debemos irnos mejor.
Ron y Hermione a trompicones entendieron y salieron no sin antes darles una mirada de odio a todos los que estaban ahí.
Cuando cerraron ma puerta los gemelos soltaron una carcajada.
–¡Buena esa Potter!–dijeron al mismo tiempo.
–Lo sé.
–¿Quieres escuchar algo más interesante?–preguntó Fred.
George asintió y corrió a sacar algo de debajo de un cojín lleno de polvo.
–¿Que es eso?–pregunta Blake con desconfianza cuando George se la enseña.
–Una oreja extensible.
Salen cuidadosamente del cuarto y caminan hacia las escaleras.
Fred y George empiezan a bajar la cuerda de una oreja y al llegar al suelo empiezan a escuchar la conversación:
–...¡Harry es un muchacho Sirius!
–No es tu hijo Molly–dijo Sirius detrás de la puerta.
–Es como si lo fuera.
–Pues tiene su padrino y yo...
–Que paternal eres Black, con suerte que Potter se convierta en un asesino como su padrino.
Fred y Harry se miraron y Blake soltó un suspiro.
–¿Snape? Snape esta en la orden–dijo ella.
–Idiota–dijo Harry a la oreja como si Snape pudiera escucharlo.
–...Tu no me metas quejicus.
–¡Ya basta!–dijo la señora Weasley.
Luego un gato naranja empezó a jugar con la oreja y logró quitársela a Fred, quién maldijo al gato y dijo:
–¡Maldito gato, es igual a Hermione!
–¿Orden?
–La orden del Fenix Harry–dijo Blake–. Ven.
Entraron de nuevo al cuarto de Fred y George y Blake le dijo:
–Mi padre me contó que fue una orden fundada por Dumbledore la primera vez que pelearon contra quien tu sabes.
–Oh ¿Snape esta en la orden entonces?
–Eso parece Potter, si no por que estaría aquí. No creo que te quiera ver y mucho menos a Sirius o a un Remus, así que creo que solo lo hace porque Dumbledore se lo pide, es todo.
–¡Wow! Fred si que sabes mucho–se burló Blake.
Fred me hace caras y se gira a ver a George.
–Tenemos que lograr obtener más orejas extendibles.
George sonríe.
–Ahora venimos.
Ambos salieron del cuarto y Harry aprovecha para ver que en una cama vacía estaba su baúl y sus cosas junto con Hedwig.
–¿Tu padre esta en la orden?–preguntó Harry a Blake.
–Sí.
–Oh.
–Harry ¿de verdad sabes hacer un patronus?
–Sí, Remus me enseño a hacerlo, aunque tarde mucho en hacerlo bien.
Blake sonrió y aplaudió contenta.
–¿Qué?
–Es que Harry...¡eso es asombroso!
Harry sonríe.
–¿Tú crees?
–Ajá, me encantaría saber hacerlo, aunque me daría miedo hacerlo frente a un dementor–dijo viendo al techo.
–Pues es difícil, pero tu vida depende de ello–dijo Harry algo triste.
–Oh Harry...ya verás que no pueden expulsarte–dijo Blake acercándose y dandole una suave palmada de apoyo en la espalda–. No pueden hacerlo.
–Eso espero. Pero hablando de otra cosa–dice Harry–. ¿Cómo es que tu estabas con la orden?
–Pues mi tío, me fue a recoger y me trajo con mi otra tío–respondió.
–¿Eh?
–Remus es mi tío Harry, de parte de mi papá y el señor Weasley por parte de mamá. Ya te había dicho que era algo complicada la historia ¿no?
–Lo hiciste.
–Sí, bueno y por eso estoy aquí.
–Vaya, me alegro de tener a una amiga.
Blake sonrió ante las palabras de Harry que dió un saltó y le dió un abrazo.
Algo que Harry no se esperaba pero disfruto.
La voz de la señora Weasley se escucha anunciando la cena y Harry y Blake salen después de que bajen todos.
Fred y George se aparecen ante la señora Weasley y ella los regaña sin parar mientras ellos fingen estar arrepentidos.
–Hola Harry–dice la señora Weasley dandole un abrazo.
–Señora Weasley.
–Que bueno que ya estes aquí, tendremos que cenar en la cocina, pero bueno.
–Harry Potter–dice una vos detrás del señor Weasley que se hace a un lado de inmediato.
–¡Sirius!
Sirius le da un abrazo a su ahijado y luego que el señor Weasley se va detrás de su esposa ve a Blake y se ríe a carcajadas.
–¡Eres idéntica a tu querido padre!–dice Sirius.
–No es verdad.
–Oh claro que si lo es–ríe Remus.
–Pero...no en los ojos...no–dice Sirius.
–A Madeline.
–¡Exacto!–ríe Sirius–. Bueno, que bueno verte Dedee.
–¡No soy Dedee!
–¿Y por qué no?
Harry ríe ante la cara de Blake que parece estar a punto de asesinar a Sirius.
–Ese es mi papá, no yo.
–Bueno, Harry es mini cornamenta, y tu eres mini Dedee. Así es más fácil recordarlos–dice Sirius.
Harry y Blake rodaron los ojos al mismo tiempo y ambos son conducidos por Sirius y Remus a la cocina en donde ya están todos sentados.
Tonks entretiene a Ginny haciendo caras extrañas y Fred y George tratan de ver una forma de envenenar al gato de Hermione. Ron y Hermione solo ven su comida molestos y hacen muecas de vez en cuando.
Sirius y Remus se sientan junto a Harry y Blake y sonríen.
–Bueno, que bueno que sean amigos...pero ¿cómo se toparon?
Sirius levantó la ceja claramente curioso y Remus solo chasqueo la lengua.
–Fue en el parque de Privet Drive–respondió Harry.
–Oh...¿así nada más?
–Así nada más–respondió Blake.
Sirius no dijo nada más y Harry sabía que estaba ansioso de decir algo más pero al parecer se contuvo de decirlo.
Harry vió algo en el periódico y se agachó para tomarlo, cuando vió que su cara estaba en la portada soltó un gruñido que todos escucharon y de reojo vio que Ron y Hermione sonreían satisfechos.
«El niño que mintió» se titulaba el reportaje otra vez por Rita Skeeter.
Harry de tan solo escuchar su nombre se ponía tan furioso que podía gritarle a cualquiera.
–¿Por qué están haciendo esto?–preguntó Harry a Remus y Sirius.
–Fudge quiere encubrir a todo el que diga que Voldemort ha regresado–responde Sirius y muchos soltaron suspiros y gritos ahogados–. Están atacando a Dumbledore también. Parece que le están metiendo cosas tontas a la gente ignorante. Ellos se lo creen todo.
Hermione soltó un grito ahogado y solo miro a Sirius con furia.
–Están locos cualquiera que tenga sentido común...
–¡Ese es el problema Harry! Fudge no tiene sentido común y hará lo que sea para que todos piensen que Dumbledore y tu están locos–dijo Remus.
–Desacreditaran a cualquiera que diga lo contrario y Fudge piensa que Dumbledore quiere ser ministro de magia–añadió Sirius.
–No puede ser, de nuevo solo deben pensar eso los ignorantes, nadie con algo de cordura pensaría eso–dijo Harry con furia.
Hermione de nueva cuenta lo miro con los ojos encendidos en enojo.
–Así comenzó la otra vez Harry–dijo Sirius–. Nadie sabía que estaba pasando, Voldemort, ponía todo su poder para cubrir sus asesinatos. Pero esta vez busca algo, algo con lo que ganar.
–¿Cómo un arma?
–No sabemos lo que es, lo que si sabemos es que..,
–¡Sirius!–gruñó Molly.
–Es algo que no tenía la última vez y se esta volviendo más poderoso.
–¡Basta! Es solo un muchacho. Si vas a contarle más te vale que lo unas a la orden–dijo Molly en tono de burla y le arrebató a Harry el periódico.
Miro a Sirius con furia y este le regresaba la mirada con la misma intensidad.
–Me uno–dijo Harry–. Si van a pelear contra Voldemort quiero participar.
–¡Bingo!–exclama Sirius y le guiña el ojo a Harry rápidamente.

La cena transcurre algo tranquila o el resto de ella. Pero Hermione no se iba a quedar de brazos cruzados y muchos menos dejar que la llamasen una ignorante, ella sabia la verdad, Harry estaba loco y ahora Dumbledore (aunque fuera muy sabio) se estaba comportando como un chiflado que apoyaba a Harry sin tener pruebas.
Así que iba a decir algo, pero luego fue callada por las carcajadas de Ginny, Tonks y los gemelos que reían y no dejaban a otros hablar.
Remus y Sirius se habían llevado una gran hablada de cosas de la orden y estaban exhaustos.
–Creo que no quiero ir a Hogwarts–murmuró Harry a Remus, Sirius y Blake que ya estaban alejados de los demás.
–Oh Harry, pues golpea a unos cuantos si hace falta–dice Sirius sin darle importancia.
–No pasará nada–dijo Blake–. Solo no escuches a nadie y finge que tienes sordera a corto plazo.
–¿Ahora que eres Dedee, doctora?
–Puede que sí–dijo con orgullo a lo que Sirius ríe.
–Ya me tengo que ir–dice Remus.
Camina hacia la puerta y se da la vuelta y en eso viene Tonks y el señor Weasley detrás.
–Adiós Remus, ve con cuidado–dijo el señor Weasley.
–Adiós–dijo Tonks.
–Nos veremos luego–se despide Remus y él y Tonks salen y desaparecen en poco tiempo.
–¿Se van a sus casas?
–Tonks con sus padres y Remus a quien sabe donde, pero sí–responde Sirius.
–¡A dormir!–exclama la señora Weasley.
Sirius rodó los ojos.
–Nos vemos mañana chicos–dijo a Harry y Blake y se fue subiendo por las escaleras.
Harry pensó que no quería escuchar a la señora Weasley.
–Que suerte tienes Harry–dijo Blake.
Harry levantó la ceja.
–¿Por?
–Duermes con los gemelos y yo lo hare con Hermione y Ginny–dijo en voz baja–. Hermione debe odiarme por contradecirla hace rato.
Harry ríe.
–Por cierto, gracias por apoyarme–dijo Harry.
Blake sonríe.
–De nada.
–Ahora subamos o nos matara la señora Weasley–dijo Harry y Blake corre a las escaleras.
Harry va detrás de ella y luego la ve entrar en un cuarto y hace muecas.
Harry no dice nada y se encoge de hombros y entra al cuarto con los gemelos.
Ellos están muy quietos y ya sentados en sus camas.
–Harry te salvamos de dormir con Ron, además te debíamos varias cosas por lo que hiciste. No podemos agradecértelo nunca.
–Lo hice por que son mis amigos, no tienen que agradecerme nada.
–Eso lo veremos luego, pero mientras tanto, eres nuestro socio numero uno–dijo Fred con una sonrisa y luego se tiro en la cama.
Harry hizo lo mismo y se quedó dormido.

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