"Volando, claro"

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¡Harry Potter....!
Sirius Black esta conmigo....Ven Harry Potter...ven...ven...
Los pasillos, la brillante esfera...el ministerio...

Harry entrecerró los ojos mientras veía aquellas imágenes en su mente...se tambaleó y cayó en el suelo de piedra del patio de Hogwarts. Su mente divagaba y se sentía cada vez más débil, mientras la cicatriz ardía cada vez con más intensidad, una intensidad que lo hizo querer desmayarse en cuestión de segundos.
–¡Harry! ¡Harry! ¿Que te ocurre Harry?–La voz preocupada de Blake lo sacudía con violencia mientras el chico se quedaba ahí.
Blake asustada, sacudió a Harry varias veces al verlo desplomarse sobre el suelo con los ojos blancos, rogaba para que no le sucediera nada, estaba pálido, con las uñas clavadas en las palmas de las manos y pálido como el papel.
–¡Harry!
El ruido de los fuegos artificiales de los gemelos Weasley impedía que Harry escuchara sus gritos para despertarlo, Blake lo sacudía y cada vez lo veía ponerse peor. Sus ojos seguían blancos y podía jurar que la cicatriz del muchacho ardía en su piel.
Blake lo sacudió con fuerza; Harry la miro recuperando sus ojos verdes perfectamente humanos y se incorporo de un brinco sin siquiera mirarla.
Parecía ido, como si algo le faltara y Blake sorprendida, lo vio marcharse apartando a la multitud de alumnos a su alrededor.
Blake también los empujó y siguió a Harry mientras lo veía con las manos a los costados, molesto y preocupado.

Hermione había estado molesta por lo que los gemelos acababan de hacer, miró a Harry y luego lo vio desplomarse en el suelo y a Blake a su lado muy preocupada, Hermione estaba a punto de arrodillarse cuando Harry pega un brinco.
Hermione solo lo vio marcharse con Blake detrás.
Sentía tanto odio hacia la chica al verla tan cerca de Harry y solo los fulminó con la mirada mientras se alejaban; Harry casi corriendo con los hombros tensos y Blake empujando a todos para llegar a él.

–¡Harry! ¡Harry espera!–dijo Blake al subir las escaleras a toda velocidad detrás de Harry.
El chico se detuvo por unos instantes y luego siguió.
–¿Qué sucede Harry?
La imagen de Sirius Black, su padrino, siendo torturado por Voldemort seguía fresca en su mente y no lograba escuchar la voz de Blake con claridad. Tenía miedo.
Miedo.
Miedo.
Harry subió las escaleras y estas cambiaron de rumbo hacia el retrato de la dama gorda.
Harry se quedo en el escalón, las escaleras parecían moverse incluso con más torpeza y lentitud que antes.
–¡Harry! ¿Que pasa?
Harry se volteó, Blake estaba detrás de él con expresión asustada y preocupada, Harry, que no pudo evitar lo que ocurría dijo:
–Voldemort tiene a Sirius.
Blake lo miró entrecerrando los ojos ¿cómo Voldemort pudo tener a Sirius? Eso no lo veía ella muy posible, Sirius era inteligente y lucharía hasta el final con tal de no ser un títere. Lo que decía Harry no le hacía mucha gracia.
Pero Harry la miraba con sus ojos verdes brillantes serios y preocupados, esperaba que ella dijera algo.
Blake abrió la boca pero no dijo nada.
–Lo vi–continúo Harry–, tiene a Sirius.
Blake siguió a Harry a travez del retrato de la dama gorda.
–¿Estas seguro? ¡Harry!–Blake llamó su atención cuando Harry ya estaba en el primer escalón de las escaleras del dormitorio de chicos–. Sirius no es tonto, no sale de Grimnauld Place.
Harry se pasó las manos por el cabello, nervioso.
Sirius Black
Canuto
Su padrino
Su Única familia.
¿Cómo podía quedarse ahí parado mientras la vida de aquel hombre peligraba?
Aunque pensó lo que Blake había dicho <<Sirius no es tonto, no sale de Grimnauld Place>>
Pero...¿y si no? Tal vez a Sirius se le había ocurrido la idea de dar un paseo y ahora estaba preso, siendo torturado por Voldemort en el Ministerio de Magia...¿Cómo llegaría al Ministerio?
Harry se llevó las manos nerviosas y temblorosas por el cabello negro.
–Yo se que Sirius no es tonto, pero es algo impaciente, tal vez...salió y lo atraparon pero...–Al ver la mirada que Blake le dirigiría gritó–. ¡No puedo dejarlo morir, entiende eso!
Blake parpadeo por un instante y Harry ya se había ido, la chica subió escaleras arriba al dormitorio de las chicas y se cambió lo más rápido que pudo.

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