Harry había evitado a toda costa cualquier comentario de lo que había pasado hace tres días en la sala común. Ahora prefería mantenerse alejado de todos y fingir que no escuchaba sus comentarios. Claro, los chismes volaban por todo Hogwarts y Harry sabía que Hermione era la que había iniciado todo en primer lugar.
–Quiere retenerte a su lado–fue lo que le dijo Blake cuando fue a buscarlo–. No sabe que hacer y eso se le ocurrió.
–Yo no soy un juguete.
Harry después, de había agarrado corriendo de un lado a otro en la sala de menesteres ¿que más podría hacer? Ya no se le ocurría otra idea para alejar a Hermione.
Ron le lanzaba miradas furiosas y Harry, como siempre hacía, lo ignoraba.
Algunas cuantas veces iba en la capa de invisibilidad a visitar a Hagrid y esta vez, no era una excepción.
–¡Harry muchacho! Pasa, pasa.
Harry entró en la cálida cabaña de Hagrid que no era como el resto del castillo en esos momentos; frío y solitario, como si los dementores absorbieran la alegría del lugar.
–No debiste venir Harry, te pones en una situación muy arriesgada. Esa Dolores...esa...puede verte Harry.
–¿Qué más puedo hacer Hagrid?
–Bueno ¿algo nuevo que contar?–preguntó Hagrid sirviendo te.
Harry tomó la humeante taza, pero Hagrid no era buen cocinero.
–No, nada nuevo.
–¿Y donde esta Blake?
–Parece que tiene una especie de enfermedad–dijo Harry, recordando la cara pálida de Blake y la nariz roja–. Un resfriado tal vez y Madame Pomfrey le dijo que evitara salir del castillo.
Hagrid vio a Harry con tristeza.
–Pobrecilla...Grawp preguntó por ella.
Harry alzó la ceja.
–¿Así?
–Yo pienso que sí–dijo él–. ¿Entonces se enfermó?
Harry asintió observando la taza humeante.
–Pobrecilla–dijo de nuevo.
–¿Pobrecilla? Tenía un humor peor que el de Hermione y eso me sorprendió–dijo Harry.
Blake se había molestado en clase de Snape, Harry que la había acompañado con Pomfrey, la vió pálida y sin rastro de color.
En la enfermería, Blake le había gritado, golpeado e incluso, luego le decía que estaba loco y se reía cono si estuviera borracha. Madame Pomfrey asustada, le dijo a Harry que Blake tenía fiebre. Luego le dió algo y a Harry le asusto que Blake se fuera a desmayar por la forma en la que se tambaleaba al caminar. Al final, terminó quedándose en la enfermería hasta que se le bajara la fiebre. Harry, que al principio pensó que le había pegado otra cosa, se asustó al verla tan mal aquella mañana.
–Sí–dijo Hagrid–, pero pobrecilla, nadie merece estar enfermo.
–No irá mañana a clases–dijo Harry–. Se le ve bastante mal después de que se le bajó la fiebre.
–No, no, no, Harry ¿acaso tu no te has enfermado?
Harry hizo memoria, no recordaba haberse enfermado. De ser así, los Dursley lo pondrían en cuarentena toda la vida.
–No.
Hagrid se alegró.
–Muy bien Harry, muy bien y ¿peor que Hermione? Vaya da mucho de que hablar–se rio.
Harry asintió.
–Peor que ella y tu mismo has visto como se pone cuando Hermione quiere algo.
Hagrid asintió.
Harry reparó en la canasta llena de cosas raras y en Fang que solo estaba sentado en la cama de Hagrid como si no tuviera nada que hacer y tal vez era verdad, Harry no recordaba haber visto a Fang haciendo algo más que estar acostado.
–¿Y que me cuentas Hagrid?
Hagrid se llevó la taza a los labios y luego sonrió.
–¡Puf! Nada bueno Harry, nada bueno.
Harry, no sabía a quien preguntarle sobre aquello, pero tenía que hacerlo.
–¿Y Dumbledore?
Hagrid soltó un largo suspiro y luego contuvo el aire un rato.
–No tengo idea Harry, pero es un gran hombre Dumbledore, seguro anda cerca–dijo.
Harry solo suspiró.
–Deberías irte Harry, se pone más frío y más noche.
Harry asintió, tomó la capa de invisibilidad y caminó a la puerta, se la había colocado en cuando su sangre se pone a hervir y sus puños se cerraron. Eran Ron y Hermione que estaban a unos metros de él.
Harry se hizo para atrás y chocó un poco con Hagrid, antes de que Ron y Hermione entraran, quitó la taza de la mesa y la puso en...bueno, un lugar que no vio con claridad.
Hagrid miró nervioso a donde Harry se hallaba y le hizo una señal para que se fuera.
Pero Harry no se movió.
–¿Podemos pasar Hagrid?–preguntó Hermione con una vocecita irritante.
Harry rodó los ojos, pasó a un lado de Hagrid y le jaló el saco.
–Ehhhh...¿no?
–¿No?–Ron alzó la ceja.
–Digo, pasen pasen–Hagrid se hizo a un lado para dejarlos pasar.
Harry aprovechó y salió de la cabaña de Hagrid. El gigante vio como la cara de Harry se asomaba un poco y cerró la puerta.
Pero, como siempre, Harry sentía una pequeña curiosidad.
Se acercó a la ventana y vio la cara de arrogancia de Hermione y el gesto molesto de Ron.
–¿Había alguien aquí?
–No–a Harry le sorprendió que Hagrid no estuviera nervioso–. Le decía a Fang de los escarbatos, es todo.
Hermione alzo la ceja.
–De acuerdo...Hagrid ¿a venido Harry?
Ron rodó los ojos.
–¿Harry? No...no...no ha venido–dijo Hagrid evitando mirarlos, les daba la espalda mientras conseguía un pastel de chocolate.
Ron hizo una mueca.
–Harry ya no viene–dijo–. Esta ocupado haciéndose el tonto.
Hermione lo pateó por debajo de la mesa.
–¿Qué?
–Hagrid–habló Hermione–. ¿Hay algo...que no nos hayas dicho? Puedes confiar en nosotros ¿sabes?
–Eh...
–Desde que Harry y nosotros ya no somos amigos, me da la impresión de que no nos hablas como antes–dijo Hermione de una manera política.
–Imaginaciones, imaginaciones–dijo Hagrid de manera burlona, aun dándoles la espalda.
Hermione parecía no darse cuenta.
–¡Puf, puf! ¿Chocolate?
–Comí en el castillo–dijo Ron con media sonrisa.
A Hagrid no pareció importarle.
–¡La tonta de Blake se enfermó!–Harry arrugó la frente–. ¿Sabías?
–S-s...no, no sabía. Pobrecilla–dijo Hagrid evitando la mirada de Hermione.
–Estaba de un mal humor...¡Uf! Sentí que casi me jalaba mi cabello.
–Todos andamos de mal humor–dijo Ron–. T-O-D-O-S
Hermione le lanzó una mirada envenenada.
–Los gemelos no. Ellos traman algo y debemos averiguarlo Ronald.
–¡Has dicho lo mismo hace tres horas! Yo no les veo nada malo.
Hermione se giró a Hagrid
–Entonces, como te decía, la tonta de Blake esta enferma y se veía tan horrible. Como un mapache aplastado, incluso su cabello perdió color–dijo con burla Hermione y Harry tuvo ganas de ir a jalarle el cabello él mismo–. Pobrecita, sí, pero lo tiene merecido.
–No...no creo. Hermione ¿que te ha hecho?
Hermione se enfureció.
–¡Harry ya no esta con nosotros! Si se enferma no me importa y mucho menos si...
–¡Basta Hermione!–Harry salto sorprendido por el tono de Ron.
Ella pareció quedarse callada y luego dijo:
–Y vi a Luna con algo para ella en la enfermería–dijo Hermione.
Harry frunció el ceño. Blake no estaba en la enfermería.
–¿Así?
–Sip. Iba saltando como si el piso fuera un trampolin. Vaya loca, se cree todas esas tonterías que no tienen el apoyo de un mago que las haya visto–dijo Hermione.
–¿Blake en la enfermería?–preguntó Hagrid, como si supiera que Harry estaba escuchando afuera de su cabaña.
Hermione se encogió de hombros.
–Todo lo que sé es que la tonta se desmayó y ya.
Harry apretó los puños con fuerza.
–¿Qué...que le pasó?
–No se.
–Hermione, tu le dijiste que...
–Sí Ron, se lo que dije.
–Estábamos en el despacho de McGonagald lo tres–dijo Ron–, nos metimos en problemas ¿verdad?–miró a Hermione–. Luego, pensamos que Harry también estaba metido en problemas, pero él no lo estaba, solo Hermione, Blake y yo.
–¿Que hicieron?–preguntó Hagrid sorprendido.
Ron suspiró y cruzó los brazos.
–Pues...discutimos los tres en medio del pasillo, afuera de transfiguración. De hecho, McGonagall nos salvó de un problema con Umbridge, pero Hermione tuvo la culpa y casi me cuesta mi puesto de...
–¡Bah! Ronald, a ti no te importa esa placa. El caso es que le dije a la tonta de Blake que se esfumara de Hogwarts y ella me dijo que yo estaba mejor a millas de distancia. Luego, me molesté, pero me dio pena, esta tan pálida que no la hechicé como se merecía. Luego me dijo que no merecía a Harry y que con mis acciones solo lograría alejarlo más de nosotros.
>>McGonagall nos vió y nos metió dentro del salón. Tardamos un rato discutiendo y luego...
–Blake se sintió mal, McGonagall ya la había notado, estaba pálida como papel. Hermione la empujó y Blake se golpeó.
Hermione enfurecida, miró a Ron.
–¿De que lado estás?
–Pues del bueno.
–¡Yo no la empuje!
–Sí lo hiciste y perdiste tu puesto de prefecta por eso ¿recuerdas?
Hermione golpeó la palma de la mano contra la mesa.
–Y estas castigada–recordó Ron.
–Solo estoy tratando de traer a Harry de regreso con nosotros, ya lo habíamos acordado Ronald.
Harry se enfureció más ¿que estaba haciendo Blake en el salón de McGonagall? Harry recordó que iba por el trabajo ya que a él se le había olvidado. Se sintió tonto y culpable a la vez.
Hagrid miró en dirección a la ventana mientras Ron y Hermione se gritaban.
–Ya, ya chicos...
–¿Cómo piensas hacer eso Hermione eh, te vas a deshacer de Blake o qué? Harry ya no es nuestro mejor amigo–dijo Ron.
–¡Yo quiero que Harry regrese!
Ron rodó los ojos.
–¿Y?–preguntó Hagrid.
Ron pareció triste y molesto.
–Se golpeó la cabeza y pues...
–¿Pero esta bien?
–No se.
–No le pasó nada, solo es bien dramática–dijo Hermione.
–McGonagall la llevó a la enfermería–dijo Ron.
–Y Harry ni siquiera estaba ahí, vaya amigo que tiene–dijo Hermione.
Harry enfurecido, dejó de ver la ventana y se fue corriendo bajo la capa. Él no sabía, sino, si hubiera estado ahí con ella.
ESTÁS LEYENDO
El Olvido
FanfictionSin trío de oro. Harry, Ron y Hermione no son más amigos. Después de los desastrosos acontecimientos del año pasado y la muerte de Cedric Diggory dejaron de creer en él. El famoso trio dorado se ha separado quizás para siempre y para Harry es una...