Serpiente y león

1K 60 0
                                    

Harry cerró los ojos.
La propuesta de Blake resonaba en su cabeza.
¿Podría él enseñarles? De eso no estaba seguro.
Pero quería ayudar en algo a sus amigos que sí creían en él, merecían saber defenderse.

–¡Buenos días Harry!–exclamó Blake sonriendo amablemente.
Harry estaba tan distraído que se le cayó el jugo.
–Ay Harry no sabía que te pusiera nervioso.
–Estaba distraído.
–Lo se tonto, es sábado–dijo Blake–. ¿Que quieres hacer?
–No lo sé.
–¿Qué te pareció la propuesta?
–No lo sé, aún, pero tendré una respuesta pronto–dijo Harry–. Espero.
–Ah bueno, es genial–ríe.
–¿Por qué llegas tan tarde?
–Estaba haciendo algo–dijo Blake con una mueca–. Ocupo despejar mi mente ¿y si vamos a Hogsmeade? Tengo el presentimiento de que tenemos que ir antes de que se cancele también ir.
–De acuerdo–dijo Harry riendo.
–¡Genial! Come y nos vamos–ordenó.
Harry sonríe y comienza a comer mientras ella se pone a ver la revista corazón de bruja, algo extraño ya que Harry jamás la había visto leer eso.
Entonces entran muchas lechuzas y dejan el correo en sus manos.
La lechuza de Blake era negra con algunas plumas blancas.
–¿Cómo se llama?
–Tía.
–¿Qué?
–Se llama T-I-A–dijo riendo–. Ya sé, nombre raro, pero así es.
–Oh vaya.
–Sí...¡por dios! Esa mujer esta loca–dijo Blake y arrugó la nariz.
–¿Quién?
–Mi madrastra ¿acaso piensa ir a Milán sin mi? Seguramente sí–dijo y luego soltó una malévola carcajada.
–¿Eh?
–Esta loca y pues supongo que se van a Milán para navidad–dijo Blake–. Al menos me avisó pronto ¿crees que Sirius me quiera en su casa?
–Seguramente sí–dijo Harry sonriendo. A él también le encantaría.
–¿Y a ti?
–No empieces–la regañó y ella soltó una carcajada.
–Los planetas me dicen que también te gusta que vaya porque no soportarías estar solo con los dos ignorantes–dijo Blake y le guiñó un ojo.
–Entonces ¿me pasas el número de los planetas? Quiero que me digan mas–ríe Harry.
Blake pone los ojos en blanco y sonríe.
–Tienes que estar en sintonía–ríe.
–Tendría que estar igual de chiflado que tu.
–Estás más chiflado que yo Harry–sonríe y luego se levanta.
–Ya voy.
Harry camina detrás de ella y se ajusta la chaqueta ya que la lleva desabrochada y hace algo de frío.
Sintió la mirada pesada de alguien y pensó que era Hermione o Ron o incluso Seamus, pero se sorprendió al ver que era Draco Malfoy el que lo observaba con odio.
Harry sonrió triunfante sin saber porque y Malfoy arrugo la cara y la nariz y empuñó las manos.

–¡Apúrate Harry Potter!
–¿A donde vamos?
–¿Crees que me quedaré de brazos cruzados después de lo que pasó?
–¿Qué cosa?
–¡Harry sabes bien que cosa! Necesito a los gemelos a ti y a mi ¡nada más!–exclamó.
Fred y George estaban cerca del sauce boxeador. Ambos llevaban ropas iguales pero diferentes zapatos.
–¡Dedee! Pero que sorpresa–dijo Fred.
–Ya cállense–les dijo.
–Hola Harry–saludaron al mismo tiempo.
–¿Y?
–¿Y qué?
–Vamos Blake queremos vengarnos de Ron y Hermione por tontos–dijeron ambos.
Harry abrió los ojos como platos.
–¡De eso se trata!
–Oh Harry esto no se va a quedar así.
–Blake solo harás que nos castiguen a todos–dijo Harry.
Fred y George rodaron los ojos.
–¿Freddie tu crees que Harry debió ser prefecto?
–A como lo estoy viendo Georgie, sí.
–¡No! Lo que digo es que...ya nos hizo esto Blake–dijo Harry señalando la mano.
–Ya sé Harry, pero se salieron con la suya–dijo ella–. Si no quieres esta bien.
Harry lo pensó.
Se quedo callado y observó el sauce boxeador. Todo lo que había pasado con Ron y Hermione en ese sauce. Además todo lo que le habían hecho. Una broma no les haría daño. No les causaría más daño de lo que ellos hicieron.
–De acuerdo ¿cual es el plan?
–Es simple amigo Potter–dijo Fred.

La tarde transcurría tranquila y muy fría, Harry regresaba de haber planeado con los gemelos y Blake un plan para vengarse de Ron y Hermione, quiénes ahora se creían los dueños de Hogwarts.
Blake se había quedado con los gemelos y Harry sacó el mapa del merodeador. Dumbledore estaba en su oficina ¿acaso no se acordaba de él?
Luego siguió caminando, creía que estaría muy bien estar un rato solo y llegó a la cabaña de Hagrid. Sola. Aquella cabaña que fue su refugio en tiempos difíciles estaba cerrada.
–¿Acaso buscas a tu único amigo Potter?–preguntó Draco Malfoy.
Harry arrugó la cara y lo observó con odio.
–Lo que haga o no haga no te incumbe.
–Soy prefecto ¿lo olvidaste?
–Me importa un comino–respondió Harry.
Draco se interpuso en su camino.
–Mira Potter, cuida tu tono de voz conmigo–le reclamó Malfoy con los ojos llenos de ira.
Harry pasó por un lado y siguió caminando.
–Supongo que eres una vergüenza Potter ¿como un pobretón como Weasley pudo ser prefecto?
–Ya cállate Malfoy.
–Oblígame.
–¡Harry!
–Pero claro–dijo Draco y se volteó hacia Blake quién venía saliendo del bosque prohibido–. ¿Y tu que hacías ahi?
–Ve a meter tu nariz en otra cosa Malfoy.
–Uy, me dan tanto miedo–ríe y finge temblar.
Harry rueda los ojos.
–Si buscas a quien quitarle puntos quítaselos a los de tu casa Malfoy–replicó la chica.
Llegó hasta Harry y lo empezó a jalar del brazo.
–Claro, Potty y sus guardaespaldas, siempre cuidándote ¿eh Potter?
–¡Cállate Malfoy!
–Oblígame.
–Harry–murmuró Blake–. Esto es exactamente lo que quiere, no de lo des.
Harry puso los ojos en blanco y caminó delante de la chica y ella lo siguió de cerca. Lo siguiente pasó tan rápido que Harry no pudo detenerla.
–Vergüenza Williams, vas en contra de tu madre.
Harry había reaccionado muy tarde, Blake había regresado tan rápido y le había pegado a Malfoy que apenas pudo ver.
Malfoy se tambaleó.
–¿Qué te pasa? Pensé que éramos amigos...
–¡Cállate de una buena vez!–le gritó Blake.
Malfoy sonrió y salió corriendo al castillo.
Harry aún no sabía como reaccionar.
Blake estaba furiosa.
–¡Es un idiota!
–¿Qué fue eso? Seguramente te mete en problemas.
–Que importa ya–dijo ella cruzándose de brazos.
–¿Por qué dijo eso?–preguntó Harry.
–Por nada Harry–dijo Blake y camino deprisa.
Harry la alcanzó y preguntó:
–¿Por qué ha dicho eso?
–Por nada, es un tonto, por eso.
–¡Blake! Dime la verdad.
Blake se quedo parada en su lugar y comenzó a caminar hacia el lago negro.
Se le quedo viendo un rato y luego dijo:
–Fuimos amigos cuando éramos niños.
–¿Qué?
–Así fue, mi madre estaba en Slytherin y conocía a Narcissa Black por un tiempo. Se hicieron amigas.
–¿Qué?
–Ya se que es difícil de creer pero así es. Cuando mi madre murió, algunos años después, en el callejon Diagon, mi abuela. Ella es algo purista de sangre. Me dijo que Draco Malfoy podia ser mi amigo, me dijo que mi madre deseaba que fuéramos amigos; así como ella y su madre lo fueron tiempo atrás–explicó, cruzo los brazos y siguió–: yo no sabía quien era, estaba en la heladería cuando lo conocí. Nos hicimos amigos y antes de entrar a Hogwarts, mi padre supo que éramos amigos y no le gusto. Mi abuela le dijo que no tenía nada de malo. Entonces me dijo que por mi bien me alejara de él. Lo hice o mejor dicho, ambos nos alejamos. Llegando a Hogwarts dejamos de hablar. Solo algunas veces nos saludábamos y eso es todo.
–¿Por que no me lo dijiste antes?
–Pues...Pensé que al decirte ya no querrías ser mi amigo, con eso de que odias a Malfoy–dijo Blake con una mueca.
–Eso no es verdad–ríe Harry.
–Bueno como quieras, peor tengo frío y hambre–dice Blake.
Harry sonríe y entran al castillo.

Al ver a Umbridge sentada con una sonrisa malévola y la silla de Dumbledore vacía en la cena, le dio rabia, de pronto la comida sabia feo.
Además de que no se estaban aprendiendo a defender y de que ella castigaba a todo el que hacia algo.
Harry se sorprendió de que no le pasara nada a Blake después de que golpeo a Malfoy.
Luego pensó en las clases. Todo eso llegó a su mente ¿puede hacerlo?
Sirius decía que se defendieran si hacia falta.
Y esa mañana en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras y después de ver todas las atrocidades de Umbridge en la clase. Lo decidió.
Sería el profesor de defensa contra las artes oscuras.

El OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora