• Capítulo XIII • Distancia

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—No podría ser más discreto eh —me quejo entre dientes mientras salgo del instituto con Cleo, porque vamos a ir a comer a un parque para que pueda evitar a su nonovio Jay.

—¿Sobre qué? ¿Y quién? —pregunta ella confundida— ¡¿TE HAN PETADO EL A... EL ANASTASIO?! —añade chillando a voces con toda la educación del mundo.

—¡¡CA LLA TE!! —exclamo rojo como... pues como yo, porque soy toda una autoridad en esto; lanzándome sobre Cleo y reduciéndola con una 13 14 para "evitar llamar la atención"— Lo peor es que siempre haces un escándalo cuando no siquiera ha pasado nada —murmuro cuando nos levantamos del suelo y reemprendemos el camino (Cleo coopera porque hay que darnos prisa para que Jay no nos intercepte).

—Vale, ¿y de qué hablas? —Cleo pide explicaciones cual paparazzi de los barrios rich.

—Hablo de Eld... —respondo yo, como un niño pequeño e inocente.

—¡EL ELDIAN ES REAL! ¡OMG HA HABIDO SEPSO Y YO TAN TRANQUILA SIN ENTERARME! —debería haber contado con el cerebro retorcido de Cleo.

—Yo no he dicho eso PUTA LOCA —la corto— Solo es que... me evita, lleva haciéndolo desde ayer. Sube por la otra escalera, da vueltas para no cruzarse conmigo, llega tarde a las clases que tenemos cerca, no contesta mis mensajes... si hasta puto evita mirar en mi dirección, ¿de verdad la he jodido tanto?

—Ni siquiera me has contado qué se supone que has hecho... —dice Cleo, pero yo enseguida continúo hablando.

Supongo que el karma dramático le tenía que llegar algún día.

—¡Es que no lo sé! ¡¿Acaso lo hago todo tan mal como creo?! —y a mis chillidos los sigue la desmotivación— No puedo con mi vida de verdad...

—Mira, si de verdad estás tan preocupado es que te importa —ufff, Cleo y sus cosas, de nuevo.

—No es un buen momento para que me sueltes tus cosas locas de Eldian —le ruego resoplando.

—No es eso, estúpida —ella niega con la cabeza— Digo que Eld de verdad sabrá valorar que te preocupes. Es un trocito de pan.

—No sabía que conocieses tanto a Eld —comento.

—Ya, a diferencia de otros, yo si que socializo con mis compañeros de clase —se explica ella.

—¿Y qué tal va con las tres mosqueteras? ¿Siguen haciéndote el vacío? —pregunto, más que nada por cambiar de tema.

—Exacto —ella suspira— Demasiada atención de Jay y demasiada poca de mis amigas, ¿qué más podría pedir?

—Menos mal que los amigos de verdad como yo siempre estamos ahí —bromeo.

—Eso es muy cierto, Julie —hace como si todo fuese muy emotivo— Te quiero, amigo.

—Pero yo más —replico, iniciando una larga discusión de "yo más" que nos acompaña hasta el parque.

♥⭐💎♥⭐💎♥⭐💎♥⭐💎♥

Llego a casa agotado porque un gato se ha robado el sándwich de Cleo y lo hemos estado persiguiendo durante casi media hora, sin éxito. Para colmo, el estómago me duele porque mi comida se ha caído por la alcantarilla en obras, directamente en la cabeza de un obrero calvo.

Y los gritos de "haber llevado casco" de Cleo solo nos han conseguido otra carrera.

Por suerte no tengo deberes así que, con una tarrina de helado en mano, me meto en mi habitación y conecto la tableta gráfica y el ordenador para dibujar un rato.

EL CLUB DE LAS GUAPAS [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora