• Capítulo XV • Invitados especiales

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Me sorprende comprobar que, tal y como había creído, esa voz pertenece nada más y nada menos que a Olivia Lewis-Green, la hermana (o, bueno, medio hermana) menor de Adán.

—¿Qué pasa? —pregunta Eld preocupado.

—Oh, Eld, tranquilo, no es nada malo —aclara Liv pellizcándole una mejilla como si fuese su nieto.

—Me alegro... —murmura él apartando suavemente la mano de la chica de su rostro.

—Bueno, como sois los amigos de Brooklyn y ella sale con mi hermano, os habéis convertido en invitados VIP para mi fiesta... —anuncia ella— Lo que significa estar más tiempo en nuestra casa, donde ellos están —añade, refiriéndose a Lyn y Adán, con la evidente intención de convencer a Eld (lo cual obviamente consigue).

—Eso es genial, ¿no? —dice girándose para mirarnos con ojos de cachorrito.

Shen sonríe compasivamente, Laia pone los ojos en blanco y Sam se estrella la mano contra la frente. El resto simplemente nos mantenemos neutrales.

—¡¡Es obviamente genial!! —chilla Liv— La semana que viene habrá muchos preparativos... ¡Ya os informaré! —la chica abraza a Eld y le da un beso en la mejilla para acto seguido irse corriendo.

—No siempre vas a poder controlarlo todo, Eld —murmura Sam— ¿Qué pasa? —se encoge de hombros, poniéndose a la defensiva al ser fulminado por varios pares de ojos— Yo solo digo lo que todos hemos pensado...

—Suficiente por hoy —murmura Eld con una sonrisa nada convincente, saliendo de allí.

—Si quieres ir detrás de él, solo hazlo —susurra Sam en mi oído.

Estoy harto de ser como un libro abierto, tan fácil de leer como un cuento para niños.

Suspiro y corro detrás de Eld. Afortunadamente consigo asaltarlo en el vestíbulo del instituto.

—¿Por qué me miras tan atentamente? —suelto al ver como analiza mi cara como si estuviese haciendo una radiografía de mi cerebro.

—Intento averiguar si te han enviado a regañarme o a compadecerme —a veces su sinceridad me da ganas de golpearlo, sinceramente, aunque prefiero eso a cuando me oculta secretos.

—He venido yo solito, genio —me cuarzo de brazos y él se ríe— No sé de qué te ríes... —protesto.

—¿Hoy no vas a ir a acosar al crush de Cleo? —doy un respingo al escucharlo— Ella me lo ha contado —aclara.

—Tiene una competición de natación el sábado así que hoy hace un entrenamiento extra —explico.

—¿Y no vas a hacer el trabajo con Christian?

—Le he dicho que estaría ocupado toda la tarde, por la reunión —respondo— ¿Por qué me inetrrogas?

—A lo que voy es... ¿estás libre esta tarde?

—¿M...me estás invitando? —ni sé si intentaba hacerme el interesante y salió mal.

—Exacto, genio —él sonríe de medio lado.

—Vale —es lo único que se me ocurre decir, aunque sea penoso— Voy a por mis cosas, espera un momento, por favor.

Él asiente y se sienta en un banco del hall. Subo las escaleras a la carrera cruzándome con una marea de Guapas que bajan en grupo, charlando.

—Mira por donde vas, estúpido —Laia me saluda amablemente cuando me choco con ella.

En mi inteligencia no pregunto por unas llaves de la sala del club, ni me sorprendo al poder abrir la puerta sin más... ah, pero sí que chillo al encontrarme a Shen y a un Alex sin camiseta en el cuarto del club.

EL CLUB DE LAS GUAPAS [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora