• Capítulo XI • El pasado es pasado

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De pronto, el ambiente se pone tan tenso que podría cortarse con un cuchillo. En concreto, son Adán y Eld los que parece que se vayan a matar en un duelo a muerte con cuchillos, hasta que al fin el Lewis apreta los puños y se larga golpeando a Eld al pasar por su lado.

—Dijiste que no estaría, Liv —murmura Eld.

—¡Y él dijo que no importaba! —se defiende la chica.

—Un momento... ¿os conocéis? —pregunta Cleo sorprendida.

—Podría decir lo mismo —Eld sonríe como si segundos antes no hubiese estado intentando matar con la mirada a un chico— No sabía que Julie y Cleo se moviesen por círculos así.

—¿Quién te ha dado permiso para llamarme así? —me cruzó de brazos haciendo reír a Cleo, Eld e incluso a Liv.

—Lo siento, tonto, no volverá a ocurrir —Eld alza las cejas y se acerca a darnos la mano a todos— Puedo irme si molesto a Adán...

—Creo que ya no vamos a conseguir que venga —Liv suspira— De verdad que lo siento, Eld. ¿Quieres sentarte a mi lado? Es de donde mejor se cogen las galletas, me he asegurado.

—Será todo un honor —bromea Eld.

Liv le enseña su sitio y ambos toman asiento, así que el señor Green nos indica que también podemos sentarnos. Finalmente, cuando los cinco nos hemos colocado alrededor de la mesa, Damian da dos palmadas y se acercan dos camareros.

—Estos son George y Abraham —explica— Si queréis algo podéis pedírselo o decírmelo a mí para que se lo comunique.

—No creo que necesite mucho para tomar un té —comenta Cleo.

Todos ríen excepto yo, parece que definitivamente he pedido todo rastro de humor que me quedase por estar rodeado de ricos.

—Me encanta esta chica —comenta Liv.

—Ya pues yo la voy a matar un día de estos —murmuro en lo que pretende ser voz baja, pero Eld me escucha y hace el comentario público ante todos (uf, como quiero a este chico, eh):

—No es para tanto, que matar es cosa grave. Mínimo te caen cinco años —informa.

—Si que lo tienes claro, ¿no, Eld? —replico.

—Uno tiene su pasado —dice él encogiéndose de hombros.

—Hablando de pasado —interviene Liv—, ¿qué tal ha ido desde la última vez? ¿Qué has estado haciendo? ¿Ya sabes para qué vas a estudiar en la uni? ¡Quiero saberlo todo!

—Esto parace un interrogatorio policial —observa Eld divertido— La verdad es que no me ha ido mal, aunque siento de verdad no haberos visto durante tanto tiempo.

—¿Y vas a ser psicólogo? —lo interroga Liv muy animada— Ups, perdona, te he interrumpido.

—Podría hacer unos cursos y exámenes para tener el nivel de biología que se necesita para psicología, pero aún no lo tengo claro. Igual ni siquiera voy a la uni —cuenta Eld.

—Pero entonces no tendrá sentido que hayas hecho bachillerato —apunta Cleo.

—Es que soy un poco cortito —se excusa Eld.

—¡Pero si eres de los primeros de la clase! —replica Cleo.

Guau, no me imagino a un Eld aplicado que saca buenas notas.

—Hagas lo que hagas seguro que estará bien, al fin y al cabo, eres Eld —Liv muestra su apoyo al chico.

—Bueno, ¿y qué tal te ha ido a ti? —pregunta el chico, y me pregunto si está intentando cambiar de tema a propósito.

EL CLUB DE LAS GUAPAS [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora