Cuando Manuel se sintió capaz de volver a la pista de baile, Miguel yacía bailando solo por ahí, sosteniendo una botella de whisky en la mano, y echándose abundantes sorbos.
Manuel le detuvo.
—¡Miguel! —exclamò, tomando la botella, y forcejeando suavemente con Miguel—. ¿Cuànto has tomado?
Miguel le observó, sonrojado y con la mirada somnolienta. Lo abrazò, y le susurrò:
—Dè-d...déjame tomar, pues... estaba rico.
Manuel frunció las cejas. Miguel estaba notoriamente borracho.
—Pero toma más despacio, Miguel. No lo digo por amargado, pero, quiero que te cuides.
Miguel rodó los ojos.
—¡Me de-dejaste solo, pues! ¿Què querìas que hiciera? ¡Me dejaste aburr-rriads! Aburrido, digo. ¡Y aparte te pu-pusiste a bailar con unas perras! ¿Què te crees? ¡Tù viniste conmigo, no con... co-con ellas!
Manuel no pudo evitar reír enternecido.
Y de pronto, comenzó a sonar un vals peruano. Manuel lo agradeció internamente, pues no aguantaría otro baile candente de Miguel, aunque en ese estado, mucho no podía hacer.
—¿Quieres seguir bailando? —le preguntó a Miguel—. Es mejor que descanses un momento, estas muy...
—¡Ba-bailemos! —dijo Miguel, y tomó a Manuel—. Bai-bailemos vals...
Y Miguel, ya borracho, y desprovisto de cualquier pizca de pudor o vergüenza, a esas alturas, abrazó a Manuel muy fuerte por la cintura, y posó su rostro en el pecho de este; dibujò una sonrisita muy tierna en sus labios, y cerró los ojos.
Y comenzó a mecerse despacio, bailando un vals. Lo que sonaba, era ''Regresa'', de Eva Ayllón.
Manuel sonrió, y se sonrojó. Miguel era jodidamente adorable.
Cuando aquello ocurrió, eran las 1:30 am.
Y después de ello, bailaron por muchos minutos más. Manuel no volvió a beber más —pues, sintió la obligación de estar sobrio, para dar protección a Miguel—, en cambio, Miguel ya estaba muy borracho.
Y, a eso de las 3:00 am, el DJ anunció por el parlante:
—La pista de baile se cierra, amigos y amigas. Agradecemos a todos quienes participaron esta noche. ¡Mañana, sábado, los estaremos de nuevo esperando! Mañana es la noche con temática disco. ¡Buenas noches!
Y la gente, comenzó a retirarse. Muchos de ellos se encaminaron a la sección de karaoke, que, a esa hora, aún funcionaba.
Manuel y Miguel, entonces se encaminaron hacia la caja. Manuel sacó su tarjeta, y pagó el consumo de ambos. Luego, se retiraron del local, y comenzaron a caminar despacio.
En el exterior, había bastante gente reunida en grupitos. Muchos bebían, otros fumaban, y había un ambiente muy fresco y jovial.
Miguel se sentía feliz, y no por estar en dicho lugar pues, èl estaba algo acostumbrado a esos ambientes.
Lo que le hacía feliz, era estar junto a Manuel.
—Umh, Manu, tengo frìo... —dijo Miguel, deteniéndose y abrazando a Manuel, para obtener algo de calor.
—¿En serio? —respondió, y lo rodeò con ambos brazos—. Tranquilo, nos iremos ahora. Llegarás a dormir a tu camita, que esta calientita.
—¿Dormiràs conmigo? —susurrò Miguel, y volvió a abrazarle.
YOU ARE READING
Entre el Callao y Miraflores | PECHI2P
FanfictionPerùxChile 2p/ Latin hetalia. En uno de los distritos màs distinguidos de la ciudad de Lima (Miraflores), Miguel, un joven peruano y pituco, acostumbrado a la buena vida, a la comida cara y el buen vestir, conocerà en un evento desafortunado, a Ma...