Se mirò en el espejo de su habitación, y se quedó estàtico por unos instantes, sintiéndose realmente extraño. Hubo un largo silencio, y de pronto, oyò tràs de sì el fuerte maullido de su gata.
Miguel entonces se volteò.
—Eva... —susurrò Miguel, y sonriò despacio—. ¿Crees que me vea... bonito? —Eva le dio otro maullido en respuesta—. Me siento un poco... extraño. Nunca me habìa vestido con este tipo de ropa, y mucho menos para ir a un evento asì. Me siento un poco nervioso, si te soy sincero...
Miguel volvió a mirar al espejo, y sonriò nervioso.
Y no supo la razón exacta del por què, pero sentía una vibra algo pesada en aquella noche.
—¿Còmo vas?
Oyò de pronto Miguel, aquella voz tan dulce y embriagadora, que le arrullaba en los momentos màs indicados.
—Amor... —musitò Miguel, y observó a Manuel entrando a la habitación.
Y se quedó de piedra, observando a Manuel que vestía con un traje marròn, y bastante ajustado.
Se veìa tan jodidamente hermoso, y ardiente.
Se lo habrìa cogido en ese mismo instante, sino fuese porque debían ir a la fiesta de la clínica, y estaban un poco atrasados.
—¿Què pasa? —dijo Manuel, echando una pequeña risilla—. Me miras con una cara que... pensarìa soy un fantasma.
—A-ah, no... —Miguel sacudió su cabeza—. Es solo que...
Miguel sonriò apenado, y acortò distancia hacia Manuel. Se abrazò a èl, y lo besò suave en los labios.
Manuel sonriò.
—Te ves... lindo —le dijo, sonrojándose y hundiendo su rostro en el regazo de Manuel; este sonriò, y acariciò a Miguel en el cabello.
—Y tù también te ves precioso, mi amor —Miguel ascendió su vista hacia Manuel, y ambos se miraron en silencio.
Y unieron sus labios en un beso tierno y lento. Eva, sintió de pronto vergüenza, y dio un salto hacia la puerta, huyendo hacia el living.
Y en la habitación, ambos no separaron sus labios.
Y de pronto, el ambiente comenzó a ponerse un tanto candente.
—Amor, amor; tenemos que...
—Sssh, calla, huevòn... —murmullò Miguel, aferrándose màs fuerte a Manuel, y mordiéndole los labios entre medio del beso.
—Sì, amor, pero...
—¿Y si cogemos? Un rapidìn...
—¡Amor!
Manuel se echò a reìr, y Miguel mirò desconcertado.
¿Acaso habìa dicho un chiste?
—¡Te lo decía en serio! —reclamò, frunciendo el ceño.
—Sì, amor; lo sè —dijo Manuel, agraciado—, pero sabes que no es el momento.
Miguel se cruzò de brazos, y desviò la mirada, ofendido.
—¿Y cuándo será el momento entonces? —disparò, como un niño regañado.
Manuel se echò a reìr, y tomò la corbata de Miguel; comenzó a acomodársela en el cuello de la camisa.
—¿Me estàs reclamando? ¿Tù, Miguel?
—Si pues, ¿algùn problema?
—¿Quièn ha sido el que, en tooodas las ocasiones anteriores, frustrò nuestros intentos de relacionarnos sexualmente? ¿Ah?
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Entre el Callao y Miraflores | PECHI2P
FanfictionPerùxChile 2p/ Latin hetalia. En uno de los distritos màs distinguidos de la ciudad de Lima (Miraflores), Miguel, un joven peruano y pituco, acostumbrado a la buena vida, a la comida cara y el buen vestir, conocerà en un evento desafortunado, a Ma...