Bad passive.

No sabes lo que tienes hasta que... Cap. #25

Ese olor característico de la naturaleza, de la tierra mojada y el cedro llegaba a mi nariz gracias a esas pequeñas ventiscas que recorrían el lugar, aquella escena podía ser perfecta si tan solo el olor a ácido estomacal combinado con los restos de varios licores saliendo a ahorcajadas de mi cuerpo no arruinara todo lo demás.

—¿Te encuentras bien, Niall?—cuestiona Margo, recargada en el frente de su camioneta fumándose un cigarrillo, supongo cerciorándose de alguna manera que no fuera a ahogarme con mi vomito o algo por el estilo.

—Claro que no estoy bien... mi vida a como la conocía se ha terminado gracias a una chica a la que según yo no le he hecho nada.—respondo enojado mientras me limpio la boca con la manga de la hoodie que traigo.—Llévame a la mansión Style.—digo mientras me subo nuevamente al auto.

—¿Qué? ¿A qué irás justo ahora? Mírate Niall, estás mal, necesitas descansar antes de hacer algo.—aconseja.

—No te estoy pidiendo tu opinión Margo, te estoy pidiendo que me lleves allí.

—Está bien...—cede al final. Arranca la camioneta y se pone en camino al lugar.

Diez minutos después estábamos en la zona dorada, todo el camino habíamos ido en silencio, realmente no quería hablar porque lo único que sentía en este momento era ira, puro enojo sin más ni menos.

—Deberías responder tus mensajes, Pat ha estado marcándome desde que los noticieros están llenos de tu cara.—me comenta la castaña.

—¿Y por qué no le has dicho algo?—cuestiono.

—No es algo que me corresponda...—dice por último, estacionándose al otro lado de la carretera frente a la mansión de Jessica.—¿no harás algo estúpido... verdad?—pregunta pero no respondo, me bajo del vehículo y me dirijo al portón para tocar el timbre de su cuarto. El cual hago sonar, una, dos, tres... y varias veces hasta que responde por el monitor.

—¿Quién eres?—me pregunta y me quito los lentes y la capucha.—Niall...—pronuncia mi nombre de una manera que me sobrecoge.

—¿Podemos hablar?—demando saber.

—Supongo que depende de qué necesites hablar...—responde al momento, reconocía esta faceta de Jessica, está a la ofensiva, lo cual está comenzando a irritarme aún más ya que me está tratando como a alguien de clase media.—ahora bajo.—responde al final, así que la espero allí mismo.
Entonces la veo salir por aquellas grandes puertas de roble y recorrer el camino hasta el portón donde me encuentro, sin embargo se queda a unos pasos antes de llegar... como por precaución.—¿Te encuentras bien, Niall?—me pregunta con una mirada amable, queriendo parecer preocupada, pero conocía demasiado bien esa falsa empatía.

—No lo sé... tú dime.—respondo seriamente, entonces su semblante cambia por completo y retrocede otro paso.

—Me temo que no sé a qué te refieres con exacti...—intenta formular pero ya no aguanto, no aguanto más que me mienta a la cara después de todo lo que me ha pasado así que me abalanzó violentamente contra el portón, metiendo mis brazos entre las rejillas intentando llegar a ella para poder tomarla, pero tenía su distancia muy bien medida.

—¡Maldita sea, perra! ¡¿PERO QUÉ MIERDAS TE HICE YO?!—le grito iracundo sacudiendo la entrada metálica, entonces su mirada se desvía levemente y después vuelve a mis ojos con una seriedad innata.—Te conozco desde hace 3 años... y jamás he hecho nada contra ti en todos ellos... ¿por qué yo?—vuelvo a cuestionar.

—No sé de qué hablas Niall...—niega nuevamente sin ningún titubeo.

—¡DEJA DE MENTIRME A LA PUTA CARA PERRA!—vocifero a todo volumen golpeando aún más el portón, estaba en otro nivel de ira sin duda.