Dos fotos, un twit y el responsable. Cap. #24

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Abro los ojos y me encuentro en un lugar que no conozco en lo absoluto, es un lugar sin dudas lujoso así que la idea de haber sido raptado o secuestrado sale de mi cabeza, al igual que la posibilidad de haberme metido con algún tipo de clase baja. Por otro lado el dolor de cabeza me estaba taladrando duro, ya que parecía ser migraña porque se sentía como si una estampida de elefantes aplastara mi cabeza a toda velocidad y sin piedad. Me incorporé en la cama mientras tallaba mis sienes e intentaba fallidamente de calmar la calamidad en mi mente, entonces me percaté de que estaba semidesnudo, sólo tenía puesto mi bóxer y mis demás prendas estaba tiradas en la habitación.

¿Habré tenido sexo anoche?–me cuestiono intentando recordar algo, porque para mí maldita suerte tenía una inmensa laguna mental que se tragaba casi toda la noche anterior, dejé de intentar rememorar alguna imagen ya que entre más lo intentaba mi cabeza dolía aún más, por lo que opté por el método convencional; intenté pararme y para mí buena o mala suerte dependiendo del dueño del lugar no me sentía como después de una noche de sexo, no obstante debo admitir que la resaca me estaba matando lentamente, lo que honestamente es extraño, aunque suelo tener resacas muy a menudo después de las fiestas nunca había tenido lagunas mentales, eso en especial es lo que justo ahora me está jodiendo.

Escucho como tocan la puerta de la habitación y retumba en mis oídos como cañones.—Maldición...—murmuro para mí mismo.—¡puedes pasar!—digo viendo cómo entra una sirvienta.

—El señor Ross requiere de su presencia en el comedor, hay una muda de ropa limpia en el buró.—me informa y después sale.

¿Quién era el "señor Ross"?–me paro de la cama y me visto con lo que parecía un conjunto deportivo; un hoodie holgado de color gris y unos pants del mismo color, logro hacerlo sin preocuparme mucho por lo mal que me veo y salgo, aquella suit era totalmente enorme y lujosa, tenía una excelente vista a la ciudad que se extendía ante el edificio.

—Sírvele al joven.—escucha que ordena aquella voz familiar, lo que me hace voltear hacia de donde provenía.—Buenos días Niall, ¿dormiste bien?—inquiere. Claro, es el apuesto socio de Richard.

Entonces un breve recuerdo llega a mi mente como golpe entre mis cejas; me recordé a mí entrando a esta suit acompañado de él mientras nos besamos, aunque yo parecía estar muy mal de estado.

—¿Niall?—me nombra nuevamente con un semblante de duda.

—¿Tuvimos sexo anoche?—le interrogo y él sonríe delicadamente mientras bebe su café en aquella fina taza de porcelana.

—¿Enserio no recuerdas nada de lo qué pasó hace unas horas atrás?—cuestiona y yo niego.—No hicimos nada, caíste dormido en cuanto te dejé en la cama... supongo que estabas muy ebrio, respecto a tu fiesta... bueno... no creo ser el indicado para decírtelo, ya que también me enteré porque está en todos los noticieros locales.—me cuenta y frunzo el ceño confundido, sintiendo un incipiente miedo llegar.

—¿Qué fue lo qué pasó?—pregunto preocupado.

—Míralo tú mismo.—me dice indicando con la mirada donde se encontraba mi móvil, así que lo tomo rápidamente y con miedo observo que tenía miles de notificaciones en todas mis redes sociales y llamadas perdidas de Madison, sólo de ella. Así que decido marcarle, pero una y otra, y otra vez la jodida operadora me decía que el número estaba fuera de servicio.

—Mi padre debió de quitarle el celular.—musito con cierto escalofrío, así que sin pensarlo mas abro Twitter donde me encuentro el feed lleno de twits sobre lo mismo; aquel twit con aquellas fotos que ahora recuerdo y llegan juntos con recuerdos borrosos de aquella noche; puedo verme a mí mirando mi teléfono en el balcón, frente a todos los invitados que me observaban y murmuraban entre ellos.—¿Qué fue lo que hice?—pregunto nervioso y vuelvo a mirar las fotos del famoso twit, la primera era una donde se me veía aspirando una ralla de cocaína en una fiesta, si no mal recuerdo era el cumpleaños de Aaron, la foto era vieja, tal vez de hace unos meses atrás, la siguiente era una foto donde se me podía ver en un muelle totalmente desnudo y follando con...—Mierda... Cameron...—digo alertado, le habían tapado el rostro con una pegatina.

Bad passive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora