Bad passive.

Plan B; Margo. Cap. #7

Margo en multimedia.
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Nos besábamos con anhelación y necesidad, con una mano tocaba y sobaba su miembro y con la otra lo tomaba de la parte trasera de su cuello para tener más acceso a su boca. Nuestras lenguas tenían un baile extremadamente voraz y Cameron no podía parar de manosear mi trasero, me apretaba las nalgas con ambas manos y repasaba con su dedo la línea en mi trasero. Después de unos minutos me bajo el short y bóxer que tenía dejándome descubierto de la cintura para abajo, no duré mucho en ese estado ya que también se deshizo de mi playera.

Yo hice lo mismo con él, dejé caer su short y bóxer para después quitar la sport que traía, dejándole completamente desnudo. Ya ambos estábamos como Dios nos trajo al mundo, frotando nuestros cuerpos con necesidad. El moreno se separó ligeramente de mi para después sonreírme, él es más alto que yo así que tenía que inclinar un poco el rostro. Acto seguido puso su mano en mi cabeza y me empujó hacia abajo, haciendo que me arrodillara frente a él, dejándome frente a su gran miembro, el cual ya tenía un poco de líquido pre-seminal. Lo tomé con ambas manos y empecé a masturbarlo mientras le daba pequeñas lamidas hasta que decidí introducirlo en mi boca, él gimió mientras posaba ambos manos en la parte trasera de mi cabeza y me empujaba para que metiera más dentro de mi, aunque ciertamente no podía porque tenía un considerable tamaño.
Después de unos minutos así se arrodilló conmigo y me besó, le correspondí rápidamente para iniciar de nuevo con un beso intenso y voraz, al mismo tiempo que nuestras manos recorrían el cuerpo ajeno al suyo—aunque las de Cameron se quedaban más en mi trasero—, rasgando, sobando, tallando y hasta pellizcando.

Luego me dio la vuelta, haciendo que quedara de espaldas contra él—seguíamos hincados—se acercó completamente a mi, dejando su virilidad entre mis glúteos, sobándolo de arriba a bajo entre ellos, me abrazo y colocó sus manos en mis tetillas, pellizcándolas y tallándolas al mismo tiempo que besaba y lamía mi cuello y lóbulo. Así estuvimos unos minutos, llevando mis sentidos al máximo hasta que me empujó bruscamente haciendo que posicionará mis manos en frente de mi, quedando en cuatro. Sentí que mordió y lamió mis nalgas, se metió tres dedos en la boca y luego los talló en mi esfínter.

—Cameron...—dije lo más claro que podía hablar entre mis propios gemidos.—¿tienes condón?

—¿Tienes alguna enfermedad venérea?

—No...

—Bien. ¿No quieres que te deje toda mi "lechita" en tu lindo y hermoso culito?

—Eh... yo jamás lo he hecho de esta forma...

—Siempre hay una primera vez vaquero... y esta también será la primera vez que lo hago sin condón.—me confesó mientras se apegaba a mi espalda.—Y no sabes lo emocionadamente excitado que estoy por dejarte lleno de mi.—me susurró a la oreja para después morder mi lóbulo y ponerse en posición nuevamente. Lo vi acercarse a la orilla del muelle y mojarse la mano para después volver y darme una nalgada justamente en el esfínter con el agua fría, haciendo que mi piel se erizara.—Ahora si, respira profundo que aquí va el tren Powell.—y así fue, me penetró lentamente y después la metió totalmente, sacándome un largo suspiro y el aire también.

Tardamos varios minutos en esa posición mientras escuchábamos nuestros gemidos y el sonido de su pelvis chocando contra mis nalgas hasta que sacó su virilidad he hizo que me parara junto a él para besarme.—Salta y enrédate en mi cintura.—me ordenó.

—¿Qué?—inquirí algo confundido, pero no vi ni como el moreno metió sus manos en mis axilas y me cargó en el aire, instintivamente enredé mis piernas en su cintura y coloqué mis brazos alrededor de su cuello.

—Ándale, así.—dijo mientras me besaba.

—Casi me matas de un sus...—y no termine la frase ya que había metido su masculinidad nuevamente dentro de mi, empezando a penetrarme mientras me tenia cargado. Entonces fue allí que escuche los "chick chick" particular de las cámaras.—Agh... Ca-Cameron... ah... ¿oyes eso...?—dije mientras gemía ya que la virilidad del moreno estaba dando justamente en ese punto que me estaba enloqueciendo.