Y ahí estaba... apunto de besar al mariscal de campo del instituto, el moreno más candente que han visto mis ojos. Y todo por un tonto reto de Tom.
—Bueno Niall, ¿Esperas que el Espíritu Santo te empuje a los labios de Cameron o qué? ¡Clávense la lengua de una buena vez!—incitó el rubio platinado sacándome de mis pensamientos.
—Bien, aquí voy...—dije y el moreno frente a mi asintió sonriente.
—Pues vamos...—contestó acercando su rostro al mismo tiempo que yo también lo hacía, cada vez podía sentir más su respiración caliente chocar contra mi boca y me ponía nervioso, hasta que sucedió; sus labios tocaron los míos creando el beso, nos quedamos así por un pequeño intervalo de tiempo en lo que procesaba lo que estaba pasando, después sentí como el moreno empezó a mover sus labios contra los míos así que respondí haciendo lo mismo, el beso era lento pero conciso, no llevábamos prisa, nos dimos el tiempo de disfrutar nuestros sabores como si hubiésemos anhelado este momento por mucho tiempo. Mierda, no les mentiré; Cameron siempre a estado en mi lista de heteros con los que quiero tener sexo desde que lo conozco, pero jamás hubiera imaginado siquiera tocarle el pene y mucho menos besarle.
Pude escuchar a Amber aclarar la garganta de manera nada discreta como diciéndome que parara, así que decidí terminar el beso alejándome poco a poco, pero nunca me imaginé que el moreno prensaría mi labio inferior entre sus dientes de manera candente, si me quitaba abruptamente me lastimaría así que volví a besarlo para que dejara de morderme. Como consecutivo escuché a Amber pararse e irse del lugar rápidamente así que me separé de Cameron lentamente, lamentando haber tardado tanto, realmente me sentía mal por mi novia pero muy en el fondo me había encantado, me había fascinado aquel beso... y por Dios que el tipo besa como todo un maldito experto.
—¡Mierda Niall! ¡Por poco te tragas al chico!—rompió el hielo Tom.
—¿Y Amber?—pregunté desanimado. Si ella me terminaba por dudar de mi sexualidad seguramente toda mi vida social en el instituto se iría a la mierda.
—Voy por ella.—propuso Richelle saliendo de la fogata para ir a buscar a su amiga.
—Descuida, Amber es de mente cerrada... pero Rich le explicara que solo es un juego.—me consoló Cameron mientras posaba su mano en mi hombro. De cierta forma me hizo sentir bien que me dijera eso, así que le sonreí.
—Si... probablemente sea lo único que tenga bien cerrado.—comentó Tom tomando de su cerveza.
—¡Mierda Tom! Eres un maldito imbécil.—le grité al rubio platinado para salir de allí y dirigirme al pequeño muelle iluminado por un poste de luz. Aveces Tom podía ser un verdadero idiota... como él está fuera de su closet técnicamente, no le teme al que dirán los demás... tal vez él ya se acostumbró a todas esas miradas y voces a su espalda... pero es algo que yo simplemente no soportaría, además; mi padre me dejaría sin herencia y me echaría a la calle cumpliendo la mayoría de edad.
¿Por qué digo "técnicamente"? Bueno, lo qué pasa es que todo el instituto sabe que Tom es gay, y quizá algunas personas más fuera de este. Pero sus padres aún no lo saben, viven tan inmersos en sus negocios que no saben casi nada del único hijo que vive con ellos, si, Tom tiene un medio hermano mayor que es veterinario... por cierto, el tipo está hermoso. Bueno, no era el punto. Tom salió del closet a nivel social-escolar y se hizo un cambio de look muy chispeante que va de la mano con su personalidad... pero todo esto lo hizo solo para ver si sus padres se fijaban en él cuando les llegaran los rumores de su sexualidad y de todo lo que hace. El maldito tiene suerte ya que según él sus padres no le han dicho nada, supongo que las personas deben de pensar que sus padres ya lo saben y lo aceptan, cosa errónea.
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Bad passive.
Ficção AdolescenteBad passive. Sinopsis: Un físico inigualable, casi esculpido por los Dioses, un carácter ególatra, narcisista y soberbio; estúpidamente rico... esas son palabras que describen al popular Niall Reed, un chico de 17 años que vive su vida como se le da...