Al salir del gimnasio tomé un taxi ya que fue Connor el que me trajo en su camioneta, cuando llegué a la mansión me encontré con Tom esperándome recostado en su auto frente a la propiedad, bajé del carro y le pagué al chofer, quien pronto se fue del lugar. En cuanto el rubio platinado me vió se dirigió hacia mí.
—Está fuerte el caso, ¿será que tiene algún tipo de prueba para usarla en tu contra?—me cuestiona en cuanto estoy frente a él.
—¿Qué jodida prueba puede tener el imbécil? Desde que llegó no ha habido otra fiesta que la de ayer, y estamos seguros de que él no estuvo ahí.—le contesto, mirando hacia la casa.—Vamos.—digo para comenzar a caminar hacia esta, entro e ignoro todo a mi alrededor dirigiéndome directamente a la habitación del idiota, al entrar me lo encuentro recostado en su cama, frente a su móvil.
—Oh, primo... y Tom, ¿a qué se debe su visita?—inquiere como un maldito retrasado, me dirijo rápidamente hacia él y lo tomó del cuello de su playera para así alzarlo amenazadoramente, su sonrisa desaparece y ahora me mira serio.
—¿Qué mierdas te traes con esa ridícula cuenta en twitter?—cuestiono enojado, realmente estaba dispuesto a partirle la cara de ser necesario.
—Oh, esa cuenta...—responde sonriendo.—se ve que tiene contenido muy interesante sobre ti querido primo, aunque debo de darte la lamentable noticia de que no soy yo el administrador de dicho perfil, aunque admito que es una idea brillante, ¿cómo no se me ocurrió antes?—agregó, sabia que era sarcasmo puro.
—Está mintiendo...—escuchó decir a Tom a mis espaldas.
—Claro que el idiota está mintiendo.—respondo mientras lo empujo.—Dame tu maldito móvil, desbloquea tu ordenador y el iPad.—le ordeno y el me mira con un gesto irritante.
—¿Cómo por qué haría eso?—pregunta, parándose de la cama y dándome la cara.
—Porque si no lo haces juro que te moleré a golpes imbécil.—amenazo y el ríe como loco, a lo que lo vuelvo a tomar del cuello de su playera y alzó mi puño en amenaza.
—No te tengo miedo Niall.—me dice con los ojos fijos en los míos, se veían tan fríos que logré tener una sensación de miedo por unos cortos segundos.—Pero lo haré sólo para que veas que no soy yo el que está detrás de éste golpe de estado.—comenta extendiéndome su móvil, el cual tomó y empiezo a revisar.
—Encárgate del ordenador y el iPad, Tom.—le digo al rubio platinado, quien asiente y se pone manos al trabajo también, su twitter sólo tenía su cuenta, no había alguna otra, no había otro correo alterno en su app de Gmail, busqué también en sus notas u tampoco había nada, entré a su WhatsApp para buscar indicios de algo más pero no encontré absolutamente nada allí.
—Uy, cuidado... no vayas a encontrar mi chat con el profesor que me contagio el herpes.—comenta sonriente, pero lo ignoro.
—No hay nada aquí Niall...—comenta Tom, después de unos minutos, estoy demasiado frustrado porque tampoco he encontrado nada en el móvil del idiota.
—¿Ya sabrán que no soy yo el de los twits?—inquirió Jonny.
—Revisa toda la habitación, debe tener escondido un segundo móvil.—le indico al rubio platinado y así lo hacemos, empezamos a buscar en sus cajones, bajo la cama, en su escritorio; pero volvimos a lo mismo, no había absolutamente nada.—¡¿Dónde mierdas los tienes?!—le cuestiono ya muy exasperado por la situación, a lo que éste se encoge de hombros con aquella sonrisa suya que tanto me irritaba.
—Probablemente estás mirando al lado equivocado querido primo...—empieza a decir.—¿Seguro de que no hay nadie más que te odie en el instituto?—me interroga.
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Bad passive.
Ficção AdolescenteBad passive. Sinopsis: Un físico inigualable, casi esculpido por los Dioses, un carácter ególatra, narcisista y soberbio; estúpidamente rico... esas son palabras que describen al popular Niall Reed, un chico de 17 años que vive su vida como se le da...