Después de escucharme todos en la mesa quedaron ciertamente confundidos, no parecían entender mi punto o el porqué de querer hacerle la vida imposible a mi primo, después de unos segundos Chad rompió el silencio haciéndome una pregunta.
—¿Por qué querrías arruinarle la vida a alguien de tu familia?—inquirió, mientras jugaba con su pelota de basquetbol.—Digo, debes de tener una explicación para querer echarle encima el odio de las chicas...—agregó. Y es que tenía razón; si querías echar a perder tu vida social en el instituto sólo tenías que disgustarle a Elena Garden y su grupo de porristas para que te comieran en carne viva.
—Simplemente les diré que es una persona a la qué hay que poner en su lugar, viene con la idea de ser el puto amo...—comento.—sólo digo qué hay que bajarle un poco el ego y dejarlo en su lugar para que entienda, y si no entiende; escarmentarlo hasta que no pueda más.—concluyo.
—Jonathan Swit Reed, lo he encontrado.—comenta Kristen.—Ahora mismo comenzaré a stalkearle.
—En cuánto tengamos algo de importancia te avisaremos Niall, por lo pronto sólo queda hacerle amargo su primer día en el instituto.—dice Elena.
—¡Esa es mi chica!—alaga Aaron.—nosotros estaremos al margen, pero te apoyaremos en lo que podamos... después de todo ya estamos en la lista negra por tanto reporte.
—¿Y qué nos pueden hacer? ¡Somos los putos reyes del deporte! No hay quien pueda tocarnos.—agrega Chuck.
De pronto el timbre suena, veo cómo Jonny entra por la puerta principal de la cafetería sonriente y neutral, caminando por el lugar como si fuera el dueño de éste.
—Hablando de él...—digo y todos volteamos a verlo. Cuando pasa a lado de nuestra mesa ni siquiera voltea a vernos, sino que concentra su mirada a su frente, sin dejar de caminar, todo parecía pasar en cámara lenta, y por alguna extraña razón sentí un escalofrío que me recorrió el cuerpo... como si tuviera el presentimiento de que la llegada de ese explosivo iba a detonar de una forma que no me agradaría.
—Si que tiene aires de superioridad.—dice Jessica.
—Será un placer hacerle la vida imposible.—agrega Elena parándose para después chasquear los dedos, haciendo que las demás chicas se parasen.—Nos vemos mi amor...—le dice a Aaron para después darle un beso en los labios, a lo que Amber hace lo mismo conmigo y Richelle con Cameron.—vámonos chicas, hay entrenamiento de porristas.—concluye para salir de la mesa con su grupo detrás de ella.
—Bien, nos vemos luego.—se despide Aaron, a lo que los chicos recogen sus cosas para seguirle, excepto Cameron, quien se queda sentado.—¿Qué pasa Powell? ¿No tienes entrenamiento?
—Oh, adelántense... tengo que terminar una tarea de cálculo integral.—les responde, Aaron se encoge de hombros y retoma su paso para salir de la cafetería con los chicos detrás de él.—Eh... Niall, ¿crees que podamos hablar?—inquiere y yo confirmo con un asentimiento de cabeza.—a solas...—agrega viendo a Tom.
—Claro, claro... yo ya me iba, ¡no llegues tarde a la clase Niall!—canturrea antes de irse.
—Así que... ¿tarea de cálculo?—inquiero, mirándolo con una sonrisa y él ríe.
—El tren Powell necesita atención, ¿sabes?—me cuestiona.
—¿Ah, si? ¿Qué tanta?—le interrogo, mirándole a esos ojos cafés claros que se veían llenos de lujuria.
(...)
Y cuando menos me lo espere allí estábamos; en el último cubículo del baño de hombres; tenía mis manos a ambos lados, apoyándome en las paredes del lugar, ahogando cada gemido que intentaba salir de mi boca contra la gran mano de Cameron, quien estaba sentado en el inodoro, clavándome rápidamente, sentí unas ultimas bombeadas de su parte antes de que todo se calmara; me quitó la mano de la boca y pude respirar profundamente mientras me relajaba y me sentaba en él, sintiendo aún su gran miembro dentro de mí.
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Bad passive.
Novela JuvenilBad passive. Sinopsis: Un físico inigualable, casi esculpido por los Dioses, un carácter ególatra, narcisista y soberbio; estúpidamente rico... esas son palabras que describen al popular Niall Reed, un chico de 17 años que vive su vida como se le da...