minha vida (Cr7)

CAPITULO 29

El beso se intensificó, Cris acariciaba mi espalda y yo su pecho, nuestras lenguas estaba en un dulce baile, pequeños mordisco en nuestros labios, la excitación aumentaba, mi mano se deslizó hasta la cinturilla de sus pantalones, Cris sonrió en mis labios.

- se te olvidó que hay un cápitan en el yate, no estamos solos nena.- hice una mueca de disgusto tomé un sorbo del zumo de naranja que quedaba en la copa- aparte ese cuerpecito rico que me comí anoche de seguramente está dolorido.- me ahogue con el sumo, Cris reía a carcajadas mientras daba pequeñas palmadas en mi espalda.

- estoy- aclare mi garganta- bien.- el seguía riendo.

- te ves tan linda sonrojada- me dió un beso corto- de verdad estas bien.

- un poquito adolorida- escondí mi cara en su cuello.

- bien nena- su mano acaricio mi espalda rítmicamente- tienes buen aguante.

- como asi- el sonrió.

- soy futbolista, tengo cierta fuerza en las piernas, así que las embestidas suelen ser algo duras y si más no recuerdo tenías dos años sin nada.

- eso me gusta- dije aún en su cuello, sentí su sonrisa- si eso tenía.

- así que te gusta duro, quien lo diría.- beso mi cabello- poco a poco probaremos otras cosas y veremos hasta donde podemos llegar.

- Cris como que otras cosas- salí de mi escondite para verlo.

- nena tengo gustos diferentes, no me atrae lo común.

- en eso estamos de acuerdo.- esto me excita.

- entonces no creo tengamos problemas, solo me gusta ir más allá.

- a qué te refieres, eso puede abarcar muchas cosas- me removí un poco para verlo mejor, y sentí su bulto, la mirada le cambio.

- me gusta usar juguetes, hacerlo en distintos lugares espero no asustarte.

- eso me gusta, no me asustas he leído libros eróticos así que se algunas cosas- baje mi mirada.

- mírame- tomo mi mentónny levanto micara- soy dominante pris, me gusta jugar y mucho, me gusta que las cosas se hagan a mi manera, fue bastante difícil controlarme anoche, no discuto con las mujeres.

- a no, y entonces que haces- el sonrió.

- lo resuelvo de dos maneras una con sexo- me sonroje- y la otra me voy y las dejo hablando solas.

- la primera creo que me gusta más- sonreí y la carcajada de Cris no se hizo esperar.

- nunca le había regalado flores a una mujer que no fuera mi mamá, nunca había discutido con una mujer, nunca había tenido sexo ahh- se quedo pensando en la palabra correcta- sencillo se pudiera decir.

- esos son alagos- pregunté.

- me estás haciendo algo Priscilla y me gusta como me siento contigo.- me beso cariñoso me moví y enrrolle mis manos en su cuello pude sentir su bulto más duro- me encanta que estés tan caliente- rei, parecíamos una adolescentes con las hormonas descontroladas.

- así que en un mes en el que no nos hemos visto, has cambiado por mi.- el asintio sonriendo.

- si también podemos verlo de esa forma- me dió un beso corto- lista para cambiar de yate tengo una sorpresa más.

Asentí riendo y el volvio a besarme para luego levantarnos Vi que estábamos algo lejos de la ciudad y había otro yate muy hermoso cerca. Cris me ayudó a pasar al otro, caí en cuenta que no traía un cambio de ropa, se que no necesitare ropa con el pero igual quería tener algo en caso de querer cambiarme y más si pasaríamos la noche acá. Quitamos nuestros zapatos al entrar y fuimos a la proa, el me abrazo por detrás mientras veíamos el paisaje.

- te gusta- dijo en mi oído.

- si es lindo, estamos lejos de todo, gracias- me voltee y besé su mejilla.

- quiero pasar unos buenos días contigo- tomo un mechón de mi cabello y lo coloco detrás de mi oreja- nos quedaremos está noche, no me apetece compartirte- sonrei mientras me besaba y apretaba mi cadera.

- Sergio ayer insinuó que no puedes tener sexo- el sonrió.

- nena si que puedo aún aguanto un poco- pegó su erección a mi y mordí mi labio.

- enserio eso los afecta- la verdad tenía esa duda.

- pues depende de la edad, de la condición física, del partido que toque jugar- me subio a la barandilla y se colocó entre mis piernas- si es una final lo recomendable es no hacerlo la noche anterior al juego.

- a ti la edad no te ayuda- rei por su cara.

- me está diciendo viejo señorita.- tenía su mirada divertida- ya verás lo que aguanto a pesar de ser un viejo para ti.

Me cargo y empezó a caminar adentro del yate mientra yo no paraba de reir, nos cruzamos a un hombre y Cris le dijo que en dos horas zarpariamos. Sabía las intenciones de cris y estaba más que lista, lo deseaba, el era muy ardiente...