Treinta

753 96 54
                                    

Agárrense un poquis de sus teléfonos o computadoras. Bye. No olviden que los quiero❤️

 No olviden que los quiero❤️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Urgencias
Alek

«Podemos saber cómo empezará el día,
pero jamás la manera en que terminará».

Viernes; el día que acunó mil y un momentos, situaciones y sentimientos diferentes. No lograba concebir cómo la vida daba tantas vueltas y movía sus piezas de esa manera tan sorpresiva. Cómo de un momento a otro puede cambiar tu futuro, o al menos, el que creías que sería; cómo los sueños, los anhelos y la vida, literalmente hablando, son destruidos.

Mi celular no dejaba de escucharse. Drax se volvía un completo fastidio los días de carrera. Gruñí al escucharlo por quinta vez consecutiva y Capri a mi lado solo rio, antes de llevar a su boca una cucharada del delicioso cereal que preparé con mucho cariño para ella.

—Responde, el pobre debe estar arrancándose los cabellos.

Negué ceñudo, llevando bruscas cucharadas de desayuno a mi boca.

—No, seguirá llamando cada cinco minutos y no lo soportaré una vez más.

—Solo quiere que todo esté en orden. Es tu gran día y también es importante para él.

—No por eso tiene derecho a fregar cada segundo, ¿qué se cree? —espeté.

—Tu mejor amigo y ayudante de carreras —respondió jocosa y rio.

Terminamos la comida más importante del día, sujeté su mano y la conduje hacia su habitación, donde comenzamos a besarnos sin control. Ella era mi medicina, sus besos me daban el impulso necesario para sobrellevar el día como debía ser, hacia la victoria. Aunque, también correspondía al simple deseo que sentía por ella.

—Ve, anda. Yo le llamaré a Dany para que pasen por mí. No tienes de qué preocuparte.

—No quiero irme —solté en medio de un puchero y besé el ancla de la pulsera, activando su elegante risa en consecuencia.

—Nunca dudes de la veracidad de esa pulsera —advirtió y besó mis labios. Fue cálido y suave, corto pero significativo—. Te irá de maravilla, mi ganador estrella.

La sujeté entre mis brazos y cerré los ojos, sintiendo la tranquilidad que solo ella me brindaba. Aspiré su deliciosa fragancia a flores una vez más y me recargué de energía.

—Necesito que llegues temprano.

—Lo haré, tú tranquilo y yo nerviosa.

LA PRIMERA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora