¿Será que hay esperanza?
Descúbranlo en el próximo capítulo *voz de locutor* 🥀•Error•
AlekSaber que mi madre se debatió por un momento entre la vida y la muerte, causó gran impacto en mí. Por un segundo las peores posibilidades vinieron a mi cabeza y yo, no supe cómo lidiar con la situación. Entraría a cirugía de emergencia y se suponía que gracias a ello podría vivir muchos años más sin problema alguno, pero saber que la pude perder, por un instante me destruyó.
Y por un jodido momento caí en cuenta: ella era lo más importante en mi vida, y pudo irse. Perder algo que amas es una mierda. Lo viví con mi madre a los cuatro años, lo estuve a punto de vivir ahora con Tara y lo viviría próximamente con Capri, porque ¡carajo! En verdad la quería, estaba enamorado de ella tal cual un completo imbécil e iría de picada para estrellarme contra la cruel realidad de su partida, justo como Tara misma me advirtió semanas atrás.
No quería, no quería sufrir de esa manera tan grande.
La cobardía del momento, la inmadurez y el tremendo egoísmo, me hicieron prisionero. Desde que mi madre fue intervenida por los doctores, y a raíz de ello, decidí pintar una línea que no cruzaría más.
Decidí alejarme de Capri, por mi supuesto bien. Aunque, cada vez que se acercaba a mí, me llevaba el desayuno, me abrazaba o intentaba consolarme de alguna manera, solo hacía que mi interior se diera de golpes contra la pared. Estaba consciente del patán en el que me convertí para ella y me detestaba.
Quería separarnos y no podía. ¿Cómo hacerlo? Tenía la voz más dulce y cálida, su sonrisa era la mejor medicina, a pesar de que últimamente por desgracia no la mostraba; sus ojos cafés me gritaban piedad y con el corazón en la garganta, me atrevía a ignorarlos.
Era tan difícil alejarme, que quise que ella lo hiciera. Pero esta niña pecaba de insistente y eso me complicaba las cosas. Sin dejarme otro camino, me volví cruel. Con ella. Conmigo mismo, pues lo único que en realidad quería, era estar a su lado. Estrecharla entre mis brazos, besarla y hacerla mía, como aquella noche. Esa mágica noche que yacía solo en mi memoria y el revivir de los recuerdos.
Capri era mi pedazo de cielo y se estaba convirtiendo en todo él. ¿Cómo el impacto podría no ser doloroso? Claro que lo sería, a gran escala. Este era mi absurdo pensamiento... si supiera cuán estúpidamente equivocado me encontraba.
Mis días se habían vuelto un desastre, apenas y tenía ánimos de ducharme; no dormía, me la pasaba sobre el auto, manejando a toda velocidad en la pista, bebiendo con mis amigos, tratando de olvidarme un poco de todo y de la maldita decisión que había tomado. Mi vida se convirtió en un asco.
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LA PRIMERA VEZ
Teen FictionLa vida está llena de primeras veces. Algunas maravillosas, otras buenas, y unas quizá no tanto. Capri lo sabe muy bien, y a pesar de ello se mantiene firme en su decisión. Son catorce cosas que debe hacer en seis meses, y aunque no lo contemplaba...