Pasamos la tarde de arte en el jardín. Vaya que nos hizo bastante bien salir, respirar, sentir y pensar.
El césped y las hojas casi masajeaban las plantas de nuestros pies. Nos sentamos a mirar las nubes porque lo convencí de lo saludable que puede ser perderse un poco en la relajación, pero no duró mucho.—Para no desperciar la tarde, y como yo ya lo hice, ¿qué tal si ahora usted cuenta una historia?
—Como la de los niños y el espantapájaros.
Oh, alto, me dolió. No necesitaba recordar el final.
—Exactamente.
—Pero yo no tengo nada escrito, ¡y no soy escritora!
—Tampoco lo soy y mire, he llegado al corazón de un lector: de usted—Me miró y fue entonces que sus ojos se transformaron en un par de espejos acuosos, brillantes—. Inténtelo. Yo la guiaré.—... Deberá cerrar los ojos—Y así lo hizo—. "Hace un par de años la magia aún existía..."
—Fantasía, excelente.
—Señor Tom~— Le reprendí.
—Disculpe.
—"Hace un par de años la magia aún existía pero no como se le describe en los cuentos de hadas. La magia se conocía como la energía que hacía mover al mundo y las personas; una fuerza tan poderosa que era capaz de crear vida pero" Ammm... "Pero cuando la codicia y otros males encontraron la manera de vivir dentro de los humanos, robaron la magia y la torcieron tanto que adquirió la capacidad de quitar la vida." ¿Qué le parece?
—Brutal. Pero a esta introducción le hace falta, por decirlo así, el objetivo. Por ejemplo: El elegido encontrará la forma de traer devuelta la esperanza... Ese tipo de cosas.
—Oh, ya, ya. No podría ser tan predecible, qué horror.
—Es su historia, adelante.
Me agradaba el tono con el que habla cuando su respiración es consciente y profunda.
—"Esta es una historia sobre guerra. La guerra de la magia vuelta prisionera y la codicia como verdugo. Tal vez sea una historia que no todos puedan escuchar porque la búsqueda de la luz es la más oscura de las aventuras... y no cualquiera está preparado para esto porque podría ver cara a cara sus propias maldiciones."Guardamos silencio.
Me asusté con mi propio relato, pero también me emocioné por la fluidez que salió de mí. Construir la trama y enlazar las palabras me resultó extremadamente placentero y recompensante.
También cerré los ojos pero los abrí al siguiente segundo cuando el señor Hiddleston habló.—Es... impresionante.
— ¿Qué tal?
—Presiento que será una gran historia. Y no tardó nada en hacerlo, ¿lo ve? A veces se cree incapaz pero lo único que hace falta es saltar.
—Bien, gracias. ¿Quiere quedarse en el jardín? Es hora de cocinar.
—Es mi turno de hacerla ceder. ¿Qué le parece si vamos por un mantel y nos tendemos aquí a descansar? Es un atardecer muy lindo como para desperdiciarlo dentro de la cocina.
— ¿Y la cena?
— ¿Aún le gusta el cereal?Es por mucho la mejor cena que hemos tenido.
Después de ir por una cobija enorme (porque olvidó que no usa manteles), esperamos la noche mientras charlamos en compañía de música, el cartón de leche y la caja de cereal.—De acuerdo, veamos—hicimos una ronda de preguntas casuales—, ¿qué creía de pequeño? Cosas disparatadas y sin sentido, ya sabe.
—Hum... ¿qué será?
—Lo que recuerde, adelante.
—Antes solía decirle a mi madre que al sol se le caían los rayos y que volaban por todo el campo cuando anochecía. En ese entonces no sabía que las luciérnagas existían—Reímos y le dejé saber que era un pensamiento muy dulce—. ¿Cuál es su mejor recuerdo de la infancia?
—Uy, buena pregunta. Tengo muchos, escoja un número del uno al diez.
—Siete.
—Oquei... Cuannndo tenía siete años recuerdo haber cantando todo el año, las canciones de un disco navideño. Mi madre estaba harta de escuchar cascabeles en pleno verano de julio en medio de todo ese calor; pero ella me ayudaba a colocar el CD y pintarme las mejillas y la nariz con lápiz labial para parecer un reno.
—Adorable. Navidad en julio.
—Síp. ¿Le gusta la navidad, señor Tom?
—Absolutamente. Todo es más brillante y cálido esos días.
—Aunque el frío es terrible.
—No tiene que serlo..."No empiece con ambigüedades", pensé.
— ¿Chocolate con leche o amargo?— Pregunté.
—Amargo. ¿Dulce o picante?
—Dulce. ¿Frío o calor?
—Frío—Respuesta correcta—. ¿Día o noche?
—Noche. ¿Series o películas?
—Películas. ¿Pasear o quedarse en casa?
—Usted es malvado.
— ¿Qué? ¡Oh, no, no!
—Ja-ja-ja. Ambas. ¿Compañía o soledad?
—Ambas. ¿Sí o no?
—Sí---
— ¿Siempre que se lo pida?
—...
—Bromeo. Es su turno.
—Bien, ah... ¿---Sí.
ESTÁS LEYENDO
[Puertas Cerradas] |Tom Hiddleston|
FanfictionMarzo, 2020. La pandemia que se ha desatado obliga al mundo entero a cerrar sus puertas. A todos. Incluyéndome en la casa de un extraño a quien he debido entrevistar para una evaluación psicológica previa a un papel teatral. Bien... no tan extraño...