[Puertas Cerradas] |Tom Hiddleston|

Lunes

Han sido días difíciles de respirar.
Oh, Dios... lo extraño tanto.
No he sido capaz de levantarme de la cama más allá de los momentos en que necesito comer o atenderme, porque además de volver a la soledad, el periodo decidió llegar.
Hoy se cumple una semana desde que regresé.

—Hasta yo puedo notar que necesita salir a pasear.
Nick no sólo es un chico sin rumbo, también es un muchacho dulce y considerado que se ruboriza al socializar. Él ha estado visitándome para contarme todo lo que ocurrió en su cabeza y por todo el edificio.
—No tengo ánimos, Nick.
—Doctora, creo que necesita una cita. ¡No conmigo!—Sí, sí, Nick y yo tuvimos un intento de relación pero funcionamos mejor como amigos. Es por eso que su sobresalto me pareció gracioso y logró hacerme sonreír—. Pero tiene cara de pensar en alguien. Y a mi parecer: o sale con alguien más, o llama a ese alguien y le pide que se vean.
—Me encanta la idea de ver a alguien más para llenar un vacío y proyectar mis deseos e inseguridades en la víctima que no lo merece.
—Entonces la respuesta es clara, doctora. Debe hacer una llamada.

A veces él se queda en mi departamento a leer los libros de psicología y a veces yo me quedo en su departamento para mirar sus pinturas coloridas, mientras comemos mini sándwiches de queso y papas fritas.
Nos apoyamos para no estar solos.

Cuando él se marchó, miré por la ventana hasta que el cielo perdió el azul y lo pintó de gris; el sonido de la lluvia era casi tan intenso como el de una televisión sin señal, un bullicio cosquilludo.
La lluvia, creo, predispone a todo el mundo a la melancolía y el romance.
Qué ganas de tenerlo aquí siendo mi... mi, ah... ¿qué es?, ¿o era?

Esta pregunta me daba vueltas por la mente, recordándome lo ambiguo de nuestras respuestas.
¡Ugh, lo hicimos todo mal otra vez!

—" ¡Hola, Teresa! Qué bien que llamas, estaba condensando la entrevista y pud---"
—Annia, escucha. Necesito que me hagas un favor.
—"Claro, dime."
—Sólo necesito que la jefa no se entere...