Capítulo 28 · El Cáliz de Fuego ·

2.8K 286 225
                                    


—Entonces, ¿lo sabes todo, mamá? ¿Sabes todo lo que hacemos Keira y yo?

Por las trenzas, Emma sabía que en aquel sueño tenía unos once años, un poco antes de entrar en Ilvermorny. De hecho, su madre estaba terminando de coser el bajo de su túnica color azul arándano. Amelia, con un alfiler entre los labios, se reía ligeramente por la pregunta de su hija mayor.

—Sé muchas cosas, pajarito —respondió ella, empleando su mote cariñoso—. Pero no lo sé todo. Ojalá.

—Pero eres vidente, ¿eso no significa que puedes verlo todo?

—Bueno, pero no puedo escoger lo que quiero ver, al menos, no siempre. A veces son cosas del futuro, otras del pasado... Y a veces, incluso, del presente.

—¿Puedes ver lo que está haciendo Ari en su casa en este momento?

Amelia miró por la ventana un segundo y luego a su hija, con una sonrisa.

—Diría que está jugando con su hermano a los naipes explosivos.

Emma miró también por la ventana y vio, efectivamente, a su mejor amiga jugando con su hermano. Eran vecinas, y la ventana de su habitación daba al jardín de los Wytte, por lo que no era difícil adivinar qué estaban haciendo.

—Eso es trampa, mamá —respondió Emma cruzándose de brazos, enfurruñada.

—Eso es trampa, mamá —respondió Emma cruzándose de brazos, enfurruñada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tú has preguntado, pajarito. —Amelia no podía evitar reírse cuando se ponía así. Se le hinchaban las mejillas y se ponían muy rojas.

—Mamá, ¿tú crees que yo también seré vidente? ¿Eso lo has visto?

Amelia cortó el último hilo y dejó las tijeras en la caja de los hilos de coser. Se puso en pie y miró a su hija, acomodando la túnica.

—Sí, lo he visto. Y harás grandes cosas con el don.

De nuevo, había tenido uno de esos sueños que bien podría haber sido una visión del pasado si no hubiera sido porque Amelia jamás le había contado a su familia que era vidente. Emma pensaba que su mente intentaba suplir las carencias de información inventando escenarios que jamás habían ocurrido, pero siempre se despertaba con una desazón que le oprimía el pecho. Su madre parecía siempre tan real.

 Su madre parecía siempre tan real

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
I Didn't See You  · George Weasley ·.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora