Capítulo 67 · Para siempre ·

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El corazón de Molly Weasley se saltó un latido cuando Emma y George aparecieron mano a mano con una amplia sonrisa.

Emma levantó la extremidad que tenía libre libre y movió rápidamente los dedos para mostrar el resplandeciente anillo de prometida que tenía en el anular. Alfred tuvo que obligar a Molly a sentarse porque no podía parar de chillar de la felicidad, aunque no era la única en aquel salón que había entrado en histeria. Charlie y Ginny saltaban de un lado para otro, demasiado nerviosos para decir una sola palabra que tuviera sentido, y Fred y Bella observaba a la pareja con los ojos abiertos de par en par. Fred parecía que iba a llorar. Bella ya estaba sacando los pañuelos.

Emma y George explicaron que querían que fuera una ceremonia rápida e íntima, porque esperaban que la batalla final ocurriera dentro de poco y querían acudir a ella casados, pero no querían arriesgar la vida de nadie haciendo una gran y escandalos...

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Emma y George explicaron que querían que fuera una ceremonia rápida e íntima, porque esperaban que la batalla final ocurriera dentro de poco y querían acudir a ella casados, pero no querían arriesgar la vida de nadie haciendo una gran y escandalosa fiesta. Molly aceptó a regañadientes que solo pudieran invitar a los integrantes de la Orden, y lo hizo solo porque George le juró que cuando todo terminara harían una celebración en condiciones y podrían invitar a toda la familia.

Alfred y Arthur competían con la señora Weasley y Keira por la pareja más feliz por el enlace, y eran ellos cuatro los que se estaban encargando de prepararlo todo. Estaban decorando sillas para los invitados, cocinando kilos y kilos de comida y preparando las defensas para el día de la boda. Se casarían el 20 de abril, el día del cumpleaños de Emma, así que tenían solo unos cuantos días para que todo estuviera listo.

Amelia y Fleur se encargaron de coser el vestido, para lo cual escogieron uno que ya estaba hecho y comenzaron a hacerle arreglos. Sencillamente, no daba tiempo a hacer uno desde cero, ni siquiera con magia.

Se iban a casar en el refugio donde vivían Bill y Fleur, y por lo tanto sería una boda en la playa. Si a Emma le hubieran preguntado antes de todo aquello dónde quería casarse, ni en mil años habría escogido aquel lugar, porque odiaba la arena y el hecho de que siempre hiciera viento, especialmente en las playas inglesas, pero ahora le parecía un lugar encantador y no se le ocurría otro más especial donde casarse con George que no fuera aquel. O Hogwarts, pero aquello era sencillamente imposible. Se casarían, entonces, en el lugar donde George había cometido la locura de pedírselo.

—Es una locura, ¿verdad? Soy demasiado joven.

Emma se probaba el vestido, con los brazos en alto, para que su madre colocara agujas y puntadas allá donde se entallaba su cintura. No había recuperado aún aquella confianza que las solía caracterizar, pero estaba haciendo un esfuerzo porque, con la batalla a la vuelta de la esquina, necesitaba tener todos sus asuntos en orden. No quería que llegara aquel momento y siguiera sin dirigirle la palabra.

—Bueno, tu padre y yo nos casamos más o menos a tu edad, pajarito, y yo encima estaba embarazada de ti.

Emma sonrió, más tranquila ante aquel comentario. Amelia tarareaba con una aguja sujeta entre los labios.

I Didn't See You  · George Weasley ·.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora