Dumbledore no estaba nunca en Hogwarts.Había intentado hablar con él después de su viaje a su antigua casa, pero el director estaba siempre fuera o demasiado ocupado para atenderla. Emma cada vez sentía menos simpatía por aquel anciano que tenía claros intereses propios y decía siempre verdades a medias. Su colegio estaba cada día más y más controlado por el Ministerio de Magia y él ni siquiera estaba haciendo nada por evitarlo. Solo se le vio cuando intervino para que no echaran a la Profesora Trelawney del colegio, y eso era todo.
Ahora que Emma había descubierto que el símbolo que había dejado su madre en la tumba provenía de un cuento infantil, se sentía doblemente desconcertada. La Fábula de los Tres Hermanos contaba la historia de cómo la Muerte había obsequiado tres poderosos objetos que conformaban las Reliquias de la Muerte. Al dibujar esos tres objetos; una capa, una piedra y una varita, uno podía ver, con toda claridad, el símbolo que tantas noches había dejado a Emma sin dormir.
¿Por qué se había arriesgado su madre a dejar ese símbolo si simplemente provenía de un cuento? ¿Era una especie de gesto cariño a sus hijas, por las veces que se lo había leído cuando eran pequeñas? Emma no comprendía nada. Sentía que debía de haber algo que había pasado por alto, y sin la ayuda de Dumbledore, no sabía por dónde seguir.
¿Por qué dejaste ese mensaje, mamá? ¿Qué querías decirnos?
Tuvo que dejar todo aquello de lado cuando llegó el primer partido de la temporada, el clásico Gryffindor contra Slytherin. Últimamente, no se la veía jamás sin los guantes de su madre que había cogido de su casa, y sus amigos comenzaban a extrañarse. Emma se había dado cuenta de que, cuando tocaba a alguien o algo con ellos puestos, no tenía visiones. Seguía teniendo otras, por supuesto, aquellas para las que no necesitaba tocar nada o las que tenía mientras dormía, pero, al menos, no se pasaba el día entre escenas del futuro de sus amigos.
Aquel partido fue muy difícil. Ron, que jugaba por primera vez como guardián, parecía que fuera a vomitar en cualquier momento. Los seguidores de Slytherin canturreaban una canción sobre él con el objetivo de ponerlo nervioso, y estaba claro que estaba funcionando.
Emma y Angelina se quejaron a Madame Hooch, pero la profesora dio un solo aviso a las gradas que, evidentemente, sirvió de poco. Emma quiso acudir al vestuario a por su varita para lanzar un Muffliato y hacer que Ron dejara de escucharles, pero sabía que se jugaba la expulsión del partido si utilizaba magia.
Por suerte, el horrible partido terminó pronto cuando Harry se adelantó a Draco y agarró la Snitch antes que él.
Emma trató de seguir a Ron hacia los vestuarios para consolarle, pero el chico le pidió con un gesto brusco de la mano que lo dejara a solas. Ella chasqueó la lengua con irritación. Era buen jugador, pero no era lo mismo un entrenamiento que un verdadero partido frente al público. Emma tenía bien entrenada la capacidad de olvidar que tenía miles de ojos mirándole fallar, pero Ron todavía tenía que aprender a sobrellevarlo. No tenía seguridad en sí mismo, y Draco se había aprovechado de eso para humillarlo.
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I Didn't See You · George Weasley ·.
FanficElla lo ve todo. Él solo la ve a ella. Tras la trágica e inesperada muerte de su madre, Emma Blackwood deja atrás su vida en Estados Unidos y sus estudios en la escuela de magia americana Ilvermorny para trasladarse a Hogwarts. Allí, su vida dará un...