Kenny Ackerman

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Escucha ruidos a lo lejos, parecía una voz y a su vez sonidos de desesperación. Su cabeza le daba vueltas. Trata de agarrarla y al mover sus manos siente las esposas en ella, abre los ojos con cuidado y lo primero que ve es a Eren a lo alto del acantilado mirándola con temor.

-¿Eren?-pregunta ella.-¿Qué pasó?

Inmediatamente recuerda todo, observa su posición. Está amarrada a un poste improvisado justo frente a Eren pero unos metros abajo, sus manos están amarradas al poste pero sus pies son libres y a diferencia de Eren, ella no tiene amordazada la boca.

Observa a Eren, tiene claros moretones en la espalda y no cuenta con los dedos de ninguna de sus manos. Una sonrisa triste se dibuja en su rostro, realmente lo habían hecho.

Eren y ella se miraron mutuamente, la rubia tenía algunas heridas. Los ojos de ambos se quedaron conectados como intentando protegerse mutuamente.

Unos pasos la sobresaltaron, la rubia quiso tratar de observar quién era el dueño de los pasos.

-Esas no son maneras de tratar a una dama.-dice una voz completamente desconocida para ella, finalmente el portador de la voz se coloca frente a ella.- Así que tú eres la bella criatura que perturba a los más altos mandos de la muralla.

-¿Tú quién eres?-respondes mordaz.

-Mi nombre es Kenny Ackerman, un placer conocerla señorita Reiss.

-¿Cómo sabes eso?

Pero él ignora su pregunta:-Es verdad el rumor de que las Reiss son las mujeres más bellas de la muralla.-ella lo mira con desprecio.-Tranquila, yo no planeó lastimarte. No me pagan para eso.

-¿Qué quieres?

-Platicar contigo, esté lugar es sumamente aburrido.

-Por favor, no estoy para más juegos.-pidió ella con la voz apagada.

-No estoy jugando, realmente es un lugar aburrido. Cuéntame algo, estoy curioso por escuchar algo de la chica Reiss-Klein.

-Sin embargo, yo estoy harta de escuchar que me llamen así.

-Entonces cuéntame del capitán Levi.-los ojos de Tayler por fin deciden mirarlo de nuevo.-Veo que así obtuve tu atención.

-¿Todo el mundo conoce nuestra relación?

-No sabía que era algo formal, sólo sabía que estaba ligado a ti de alguna manera.

Ella lo miro, no entendía su juego pero no estaba dispuesta a caer.-¿Eso a ti te importa?

-No, pero en realidad me alegro por él.

-¿Qué?-dice ella extrañada, ¿quién era ese hombre?.

-No lo creerás pero fue mi pupilo algunos años.

-Tienes razón, no lo creo.

-Pregúntaselo a él. Para dar por terminado el tema, asumo que estoy feliz por la jovencita que está a su lado, lástima que debo matarlo y tú debes morir.

-Creí que no me matarías.

-No lo haré yo.-admite él.- ¿Podrías dejar de observar al chico detrás de mí?, me pones nervioso.

-¿Una chica encadenada te pone nervioso?-pregunta ella con diversión.

-¿Por qué miras a ese chico? ¿Qué tiene de especial?

-Es el chico con poderes de titán, es el chico por el que ha muerto muchísima gente, es la esperanza de la humanidad, es el único recluta vivo de mi escuadrón y también es mi amigo.-responde con fuerza mirándolo a los ojos.

Él la mira tratando de deducir su mirada, era fuerte tanto física como mentalmente, sin embargo, debe de ser bastante joven. Entiende un poco porque Rod está obsesionado con ella pero sigue pareciéndole extraño.

-Debo buscar a un idiota, me despido. Gracias por volver menos aburrida mi estadía aquí.

-Suerte buscándolo, este lugar está lleno de ellos.-el hombre sonríe, una sonrisa sincera. Esa chica realmente le agradaba.

La mirada de Tayler se dirige a Eren que la mira con los ojos llenos de lágrimas. Ella le dedica una sonrisa, era lo mínimo que podía hacer para tranquilizarlo.

-Se está haciendo costumbre terminar los dos juntos en una situación de muerte.-dice bromeando y consigue una sonrisa por parte del castaño.

Algunos minutos después Tayler escucha los pasos de alguien acercándose. Observa a Eren tratar de zafarse de sus cadenas, sabe quién es.

-¿Te gusta estar encadenada?-dice la voz detrás de ella.

-Nunca he sido fanática de una afición así, no soy de esa clase de personas.-dice con un tono de broma lo que provoca un notable enojo en el hombre.

-No seguirás riendo después de lo que sucederá en esta misma habitación en algunas horas.-ella se pone seria.

-¿Podrías ponerte frente a mí Rod?-dice ella.-Mínimo ten la decencia de amenazarme a la cara.

Él hombre camina y ella puede notar una venda en la cabeza del hombre, realmente había sido un golpe efectivo.

-Debes agradecerme, gracias a mí tienes asientos de primera fila para la muerte de Eren y la traición de tu querida Historia. La mejor parte es que podré modificar recuerdos en ti. Te convertirás en una simple carnada cuyo objetivo será traer a más primogénitos de nuestra raza casi extinta.

Ella lo mira con odio y terror en sus ojos, se había quedado sin palabras.

-Veo que ya dejaste de ser valiente.

-Te equivocas, sólo quería dejarte soñar.

-Sabes que todo ya está perdido. Cadete, amordacen su boca.

Él se aleja dejándola perpleja, su cuerpo temblaba. ¿Su destino estaba forjado desde que nació? El simple hecho de tener una sangre que ella nunca pidió le ha traído desgracia tras desgracia. Estaba cansada de esa historia.

Las lágrimas caen de su rostro una vez más, escucha ruidos de cadenas arriba e incluso ruidos indescriptibles de la boca de Eren. Sabe que él le estaba pidiendo voltear hacia arriba pero ella no quería que él la viera tan débil. Finalmente termina cediendo al capricho de Eren y levanta su cabeza, ahora ambos estaban encadenado y amordazados pero se miraban, se transmitían miedo, preocupación e incluso tranquilidad. 

Ahí estaban una vez más peleando por su vida, peleando como equipo...

Rastros del pasado (Levixreader)-EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora