Capítulo Cincuenta: Bajo el agua

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Estaba feliz, no lo que le sigue, después de nuestra idea romántica de dormir juntas por teléfono me quedé profundamente dormida y feliz,  desperté a las 6:30 am como si hubiera dormido miles de horas, escuché su respiración pesada y se me ocurrió la idea de llevarle un almuerzo culposo, le llevaré todo lo que se me ocurra y sea muy gordo, así que me levanté le dije que la amaba bajito, colgué la llamada, me metí a bañar, me arregle tranqui y me marché a Masa para comprarle todo lo que se me ocurrió, no me importaba en lo absoluto que fuera un exceso, y aprovecharía que abren temprano, pedí pasteles, café, malteadas, ensaladas, sandwiches, caldo de pollo de todo lo que se me ocurrió.
Pase después al corral y afortunadamente ya estaba abierto a las 8 de la mañana, llevé unas cuantas hamburguesas de pollo para ella y unas bastantes gordas para mí, papitas, compre gaseosa y todo lo que pude, chocolates, peluches, flores, quería llenarla de regalos, simplemente quería que ella supiera cuanto la amo. Y demostrarle que no necesitaba que fuera un día especial para eso.
Llegué a la portería del edificio con miles de bolsas y cajas, lo cual le pareció muy gracioso al portero pero no me importó, me ayudó a llevar todo en un solo viaje y me ayudó a dejarlo en la entrada, abrí con mi llave (si mi amor me la dio ayer antes de irse de la casa de Vale) y lo más callada que pude me dispuse a arreglar todo, había llevado algunos globos que tenía en una caja en mi cuarto que eran en forma de corazón, los infle y los pegue por donde pude, amaba que hoy mi amor no tuviera clase así que aprovecharía este momento lo mejor posible. Y la voy a consentir todo el día y la noche si me dejaba.
Pegue seis globos por toda la cocina, a cada uno le había escrito una palabra que en conjunto decía: "Quiero volar siempre contigo mi amor", le puse las rosas que le traje en medio de la barra del comedor y al rededor dispuse toda la comidita que de verdad había sido una exageración pero no me importaba, metí en una bolsa que improvise la caja de chocolates que había comprado y le puse una notita que decía:
"Cada chocolate es válido para ser cambiado por un beso" y por último en la mesa le dejé una servilleta que decía:
Si pudiera cambiar nuestra historia, no lo haría, gracias a que te perdí sé que jamás en la vida quiero hacerlo de nuevo, quiero que seas mi felices por siempre, te amo más que ayer y mañana te amare más que hoy.
Puse música bajito, en las sillas deje los peluches que compre y me dispuse a comerme una papa estaba de espaldas a las habitaciones cuando sentí los brazos de mi novia rodearme.
— ¿Sigo soñando o mi de nuevo pitufo me hizo una sorpresa hermosa? — me dijo con la voz ronca tan sexy que se le escucha recién se levanta.
— No es un sueño amor, quería hacer algo especial para el amor de mi vida solo porque si y aquí me tienes — me giré para encararla y se me hizo tan tierna con esa playera enorme con estampado de oso que ama y su short cortito rosa que le hacía lucir unas piernas tan preciosas y perfectas que o por Dios yo solo quería comermela ahí mismo. Tierna y salvajemente puse mis manos sobre su trasero y lo masaje a conciencia mientras seguía abrazándome.
— Siempre voy a admirar tu capacidad de hacerme feliz con detalles tan hermosos como este, grandes, medianos, pequeños, amo que me hagas feliz con todo lo que tienes para dar y es mucho lo que me puedes regalar — me dijo con un par de lágrimas corriendo por sus mejillas, yo solo las seque, pero estás parecían no tener fin lo cual me hizo llorar a mí, pero no era un llanto de tristeza, era un llanto de felicidad entera por tenerla a mi lado, siempre tenerla conmigo es mi mayor sueño y realidad.
Nos quedamos paradas las dos abrazadas llorando por la dicha de tenernos de nuevo, no sé cuánto tiempo lloramos solo se que escuche una canción que amaba y aún llorando la invite a bailar, nos movimos a un lugar con más espacio para poder ejecutar nuestro baile y abrazadas comenzamos a bailar, bajo el agua.
— Quiero volar contigo mil vidas más mi cielo — me dijo al oído haciéndome temblar por  el rose de su aliento contra mi. La mire de nuevo y la besé como si la vida se me fuera en ese acto de amor tan íntimo de las dos, estaba por perder el control, en realidad a nada de meter mis manos debajo de su blusa para sentir sus pechos cuando escuché un carraspeó muy familiar detrás de mí, solté sus labios contra mi voluntad y me giré para encontrarme con Mafe, Germán y Juliana viéndonos con diversión en la cara, lo cual me dio mucha pena, me escondí detrás de mí amor la cual solo se rió por mi reacción.
— 30 años, casi tienen 30 años las dos y las seguimos encontrando en situaciones picantes después de todo, creo que las dos no superaron su adolescencia — dijo Juli entre risas acariciando su vientre abultado. 
— Te da envidia porque tu novio no es tan romántico, apasionado y lindo contigo como lo es mi novia conmigo querida hermana — dijo mi amor, tomando mis manos para ponerlas junto con las suyas en su cintura, yo solo los veía de reojo y seguía con mi cara escondida tras su espalda, ¿por qué siempre nos pasa esto? creo que de verdad somos adolescentes.
— Mi novio si es un poco romántico, a veces  — dijo haciendo un puchero lo cual nos hizo reír a todos.
— Poché linda sal de ahí, no te vamos a hacer nada — dijo Mafe haciéndome sobresaltar, mi novia me impulso literalmente a salir y mostrar la cara ya que me tomo solo de una mano y me jalo hacia enfrente.
— Hola, buenos días, no sabía que estaban aquí — les dije super roja, Calle me abrazó por la espalda para darme seguridad y tranquilidad.
— Eso nos quedó claro Pochesita — me dijo Germán sorprendiéndome, tenía mucho que no me decía así, además de que nuestro último encuentro no había sido el más amable, lo cual aún me dolía, me hacía sentirme feliz a pesar del dolor.
— Papá — le dijo mi amor con voz sería.
— Bueno yo Poché antes que nada quiero pedirte perdón, no debí amenazarte y mucho menos hacerte perder esos negocios que me consta eran muy importantes y te los habías ganado a la buena, te prometo que hablaré con ellos y los recuperarás — dijo tomando mis manos, me sentí incómoda, bueno más bien intimidada.
— Con todo respeto señor Calle, preferiría que ya no se metiera más ni en mis negocios ni en mis asuntos. Y bueno se que tiene todo el derecho de odiarme por lo que pasó con Daniela pero ya no se qué hacer para pedirles una disculpa así que ya no lo haré, me equivoqué horrible al dejarla y se que perdí la confianza de todos ustedes pero yo la quiero a ella y a ella es a quien ya no quiero ni voy a fallarle, mi amor es lo único que me importa así que esto es lo único que diré — dije temblando, estaba cansada de todo lo que estaba pasando a mi alrededor pero más que de cualquier cosa el ser juzgada por todo y todos que de una forma o de otra son ajenos a nuestra relación. La cagué, la cago, la cagamos pero por eso intentamos seguir adelante con lo nuestro ser felices las dos a pesar del dolor y las heridas, pero eso es rollo de nosotras nada más.
— La enana tiene huevos Papá no solo porque tiene nombre de huevo, los tiene — comenzó a reírse Juliana, Germán y Mafe estaban incómodos y Calle estaba muerta de la risa. Seguía abrazándome lo cual me hacia sentir segura pese a lo incómodo de la situación.
— Me encanta lo sexy que te ves cuando te defiendes mi amor y más cuando nos defiendes — me dijo en el oído.
— Boba — fue lo único que le dije.
— Tranquila Pochesita te entiendo y quiero pedirte una disculpa de nuevo por los dos, yo te aprecio mucho y te pido perdón — Mafe se acercó a mi lentamente, me tomo de las manos y me separo de mi novia quien quiso protestar pero se calló por la mirada que le hecho su mamá. — Cuando se pelearon nos dolió porque vi a mi hija destruida y pensé que de verdad se iba a morir, pero también me dolió por tí, eres alguien especial para mí, como una hija más y sentí que te había perdido, estaba molesta pero también triste, perdoname Poché — me dijo abrazándome, quise permanecer tranquila pero la extrañaba, extrañaba a toda esa familia así que me solté a llorar de nuevo, Juliana me abrazó sobre el abrazo de Mafe y poco después se unieron Calle y Germán, y por fin pude sentir la certeza de que podríamos seguir adelante poco a poco y por mucho tiempo.
— Bueno será mejor que nos vayamos al parecer tienen un plan muy romántico acá — dijo Mafe después de limpiarse las lágrimas, me dio mucha ternura ver cómo Germán se giró rápido para que no lo viéramos llorar.
— Quédense mamá, hay demasiada comida para las dos, además yo no puedo dejar que esta mujer se vaya de aquí en lo que resta del día es más tal vez la secuestre hasta la semana que viene — dijo Calle desvergonzadamente, me tomo del rostro y lleno cada espacio con una lluvia hermosa de besos, aunque quisiera decirle algo ese gesto me derritió por completo.
— Ya, no coman enfrente de los pobres, afortunadamente ninguna es hombre sino estoy segura de que ya tendrían millones de hijos con lo calientes que son — soltó como si nada mi querida cuñada.
— Te da envidia Juli — le solté yo cuando Calle me dejó de besar por fin, nos dirigimos a la comida y mi amor grito emocionada cuando vio los peluches que le compre, era como tener a una Canela y aún Ramón de peluche.
— Amor, mi amor — grito tomándolos entre sus brazos — son nuestros hijos mi amor — grito feliz se acercó a mí y me dio un abrazo con los peluches — es nuestra familia mi amor — amaba sus reacciones era como ver a una niña chiquita y era mi niña chiquita.
— Si, es nuestra familia mi amor — me lleno de besos más.
— Pues yo espero que algún día tengan hijos de carne y hueso porque aunque ame a Ramón y seguro amare a la gatita quiero tener a un bebé hermoso de las dos en mis brazos pronto — dijo mi suegro con un puchero.
— Ya lo veremos, a futuro pero si, quiero un bebé y yo me voy a embarazar — me dijo sorprendiéndome avente los peluches y la besé feliz, la vez pasada que habíamos decidido eso fue porque mi cuerpo en ese momento no aguantaba el embarazo y por eso no quedaba de otra que fuera ella y aunque acepto se que jamás estuvo convencida al 100% pero que ahora sea ella quien lo diga y lo proponga me hace demasiado feliz, soy feliz.
— Ya, que me van hacer extrañar al idiota del padre de mi hijo — nos separó Juliana con cara de tragedia lo cual me dio mucha risa — por cierto espero que estén juntas ya enserio y mucho tiempo porque Poche tú y la idiota de mi hermana serán las madrinas de mi bebé además de sus tías favoritas.
Me puse tan feliz que salte a sus brazos y por fin acaricie su vientre estaba tan emocionada de conocer a mi próxima sobrina o sobrino, el resto del día la pasamos genial platicando y comiendo todo lo que lleve, nos reímos y nos pusimos al día, no les contamos aún del libro porque queríamos que fuera una sorpresa para ellos y fui feliz.
— Bueno ahora si nos vamos ya es muy tarde y quiero ir a ver al poco romántico de mi novio — dijo Juli tocando su vientre después de matar lo que quedaba de unas papas.
— Si, yo tengo que ir con mi marido antes de que se muera de aburrimiento.
— Y yo con mi prometida, tenemos que ver unas cosas de la boda — dijo Germán como si nada, solo vi como Calle y Juliana se le quedaron viendo con cara de shock y Mafe se empezó a reír por sus caras.
— Perdiste la apuesta, te dije que se iban a quedar en shock — le dijo Mafe  muy sonriente — pagame — demandó.
— No es justo — dijo Germán haciendo pucheros, sacó su cartera y le entrego unos dólares a Mafe, dos minutos después reaccionaron las hermanas y lo llenaron de preguntas. Después de varios años de relación con su amor por fin había decido dar el paso por última vez así que para finales de noviembre Germán Calle volvería a contraer nupcias por tercera vez.
Después de unos minutos de preguntas y sonrisas se marcharon del apartamento, los acompañamos a la puerta, y yo me giré para recoger las cosas que estaban tiradas en la barra cuando sentí como me aventó un pedazo de tela por la espalda, iba a regresar el ataque cuando note que en mis manos tenía la camisa y el short de mi novia, me giré sorprendida y la vi frente a mí ocupando solamente sus calzones de unicornios.
— Atrápame si puedes mi amor — me dijo sonriendo, enseguida deje lo que tenía en mis manos y la seguí hasta su despacho.
La encontré ya desnuda en su cama provisional, al ver cada rincón de su cuerpo de venus dispuesto para mí, me deshice de mi ropa en segundos y la acompañe en el suelo donde al simple contacto de su piel contra la mía nos devoramos enteras centímetro a centímetro.
— Hagamos arte mi querida novia — me dijo antes de sumergirse en mi sur.
Demás está decir que hicimos el amor por toda la tarde y parte de la noche en su estudio, era lo más hermoso del mundo estar con ella viéndola gracias al reflejo de las lámparas de lava que tenía en la habitación, una en cada esquina. Estaba disfrutando tanto este momento en especial el de volver a recorrer su cuerpo con mis manos después de hacer el amor, su cuerpo aún húmedo por mi, por la pasión de las dos.
— Cuando terminamos y comencé a pintar, me imaginaba todas las noches de viernes que entrabas por esa puerta y me decías que era una pesadilla y que ya dejara de ocupar tú espacio pero nunca llegaste, tenerte aquí conmigo es un sueño hecho realidad mi amor — me abrazó más contra su cuerpo.
— ¿Porqué los viernes? — le pregunté poniendo mis manos en su pecho y parte de su cuello.
— Porque un viernes me dejaste y ese día sentí que mi vida terminó siempre — Quisiera reparar cada una de las heridas que te hice por esa ruptura mi amor pero no puedo hacerlo mi amor pero pasare lo más que pueda intentando curarte — le dije y comencé a besar cada milímetro de su cuerpo sin buscar nada sexual, solo quería que de alguna manera con ese gesto yo pudiera aunque sea un poco sanar esas heridas y esas lágrimas que derramó por mi, yo quiero volver cada lágrima una caricia para ella que la sanará.
Cubrí absolutamente todo su cuerpo con mis labios y llegué a sus labios para darle un beso tierno y lleno de todo mi amor, una parte de mi siente que no la tengo por completo que hay una parte de su corazón jamás será mío y ahí estará su miedo y el odio que me tiene porque aunque me ha perdonado aún hay algo que nos separa, no celo su relación con su maestra porque vaya a tener algo romántico con ella sino porque ellas tienen la complicidad de esas amigas que ella y yo teníamos pero ahora no podía recuperar jamás.
Solo espero que si algún día eso sale a la luz no nos  dañe demasiado.
Nos pusimos de pie unos momentos después y nos fuimos a bañar, ya era bastante tarde cuando por fin nos acostamos a dormir, le mandé un mensaje a Vale diciéndole que no llegaría y ella solo me contestó.

Ya lo sabía boba, lo supuse cuando se dieron las 12 y no llegaste, descansa y deja dormir a mi cuñada conejas de lo peor.

Te amo hermana

Descansa

Le dije que era una mensa pero me reí de su comentario y le desee una buena noche, nos dimos un pico, nos deseamos buena noche y dormimos abrazadas. Había sido un día precioso.

Continuará...

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