Capitulo cinco: Despierta

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Noviembre del 2017

Regresión: deseo constante de vivir en momentos pasados o repetir comportamientos de otras etapas de crecimiento.

Martha

Ese era el nombre de mi madre, una mujer excepcional que pese a su enfermedad trato todo el tiempo de dejarnos grandes enseñanzas una de las principales era escucha antes de hacer juicios y eso es lo que estaba intentando hacer en este momento.
Pero mi límite estaba a nada de ser sobrepasado, de verdad que estaba a nada de salir de aquí más enojada de lo que nunca había estado con Calle en estos años de relación por una situación estúpida que estaba dándose hacia apenas unas semanas y lamentablemente a cada momento me sentía peor.
Después de un tiempo nos habíamos dado cuenta que algunos de nuestros "amigos" nos habían echo mucho daño en este tiempo porque se acercaban a nosotras para tener más fama en sus propios canales de Youtube o tener salidas pagadas, Calle pese a que intentaba no tocar el dinero que mensualmente su papá depositaba en una cuenta que tenemos de ahorros para el emergencias tenía un corazón de pollo enorme y con tal de pasar momentos con nuestros amigos muchas veces pagaba todo y sacaba el dinero de ahí aunque me enojara por eso y no era de mala sino que poco a poco comencé a darme cuenta de eso, de la actitud nefasta de ellos y como cuando se sentían atacados se ofendan yo intentaba hacerla entrar en razón pero ella no me hacía caso cosa que me enojaba mucho y tampoco le hacía caso a los demás, prefería hacerle caso a sus amigos convenencieros y no a mí que se supone soy su amor, ya nos había pasado dos veces en menos de 6 meses eso y era claro que aprendíamos o aprendiamos a parar esto o nos iba a llevar la fregada.
El problema nació cuando hace unas semanas reapareció en nuestras vidas nuestra amiga Lucrecia bueno en realidad mi amiga, antes de que Calle y yo fuéramos Calle y Poche ella era lo más parecido que tenía a una mejor amiga, pero se marchó a México por un tiempo a estudiar baile y actuación un año antes de que conociera a Daniela, había llegado de vacaciones, primero la habían becado solo seis meses, después le dieron dos años más, y ahora venía solo de vacaciones unos meses porque iba a comenzar a grabar varios proyectos pero necesitaba un poco de descanso.
Recuerdo la llamada como pocas veces en mi vida.
— Eso es todo por ahora, espero les haya gustado este video, lo compartan y comenten mucho, los amamos — dije y apague la cámara.
— Por fin quedó mi amor — dijo Calle tirándose en la cama, su blusa se habían levantado un poco dejándome ver su abdomen y se veía bastante sexy. Me le quede viendo fijamente y se veía realmente sexy, me mordí el labio inferior.
— Amor no, tenemos que hacer varias cosas y justo afuera de esta habitación está tu hermana y tú papá esperando a que terminemos de grabar, además te recuerdo que está mañana desperté contigo entre mis piernas — me mordí el labio inferior y alce una ceja de forma sexy, con mi mano derecha comencé a recorrer su abdomen, para mí era perfecto, para ella y lo que me decía se sentía gorda y fea pero yo quería cambiar esa interpretación es demasiado sexy en realidad.
— De hecho se fueron hace como 5 minutos a comprar comida, y tardarán en regresar al menos 30 minutos — dije lentamente sin dejar de acariciar su cuerpo, sentí como tembló completamente entre mis manos.

No amor, no podemos estar teniendo sexo todo el tiempo como si fuéramos conejos — en el instante que dijo eso retiré mi mano de su cuerpo, me levante de la cama y me puse a recoger todo lo que estaba ahí, no solo me había molestado y dolido el rechazo sino la forma en la que lo dijo, yo jamás había tenido sexo con nadie y mucho menos con ella, yo siempre había echo el amor, no era la primera vez que me rechazaba y yo creía saber porque era.
— Poche no te enojes — me dijo medio enojada.
— No estoy enojada — mentí — solo me pongo a hacer algo para que a mi novia no le parezca que solo soy una sexosa — comencé a desconectar las luces sin aventar nada por mi enojo pero estaba llegando a mi límite Daniela se me acercó por la espalda como intentando contentarme, sentí sus pasos pero antes de que me tocará se escucho mi teléfono por la habitación, corrí a cojerlo de mi mesa de noche y conteste sin verificar quien era.
— Si, hola, ¿quién es? — dije sin mirar a Calle.
— Si diga, ¿hablo con él pitufo bailarín?, que se volvió el amor de todas mis vidas.
—  Mi amor, hermosa, ¿de verdad eres tu, como estas que has hecho de tu vida? Te extraño tanto mi cielo — le dije olvidandome de dos cosas, la primera mi enojo, la segunda mi forma de hablar con ella desde siempre con mi novia frente a mi.
— Estoy de maravilla por escucharte Garzón y estoy bien llegue de Mexico ayer por la noche y me urge verte lo más pronto posible, ¿quieres salir a rumbear un rato?, claro si tu novia te deja, que por cierto no conozco y tampoco se como se dio esa relación eeee, me debes un chisme entero mujer.
— Claro que si. Vamos de rumba esta noche, pasas o paso por ti como a eso de las  8, ¿que te parece? — estaba tan emocionada por ver a mi amiga.
— Claro que si mi amor, nos vemos a esa hora, paso por ti mi mamá me dejo el auto hoy y estoy emocionada, solo espero que no diste mucho la forma de manejar de los colombianos de los mexicanos porque si, si me vas a tener que ir a sacar de la carcel por creerme Toreto en las calles de Bogotá.
— Siempre tan boba, entonces te mando la dirección a este número y salimos de fiestica, ya te extraño bebé, Chao.
— Nos vemos preciosa, chao — me contesto, cortamos la llamada y supe enseguida cuando levanté la mirada que a mi novia no le hizo nada de gracia mi llamada.
— ¿Así que vas a salir de fiesta?, ¿Cómo que estás olvidado de que tienes editar el vídeo para que esteisto a más tardar pasado mañana, no? — me enoje de nuevo.
— Pues regresando lo hago, no importa la hora para que puedas tener tu vídeo en tu canal.
— ¿Quién era, y porque le dijiste que era tu amor? — explotó su ira era totalmente palpable. 
— Es una amiga mía de hace años, no la conoces porque ella se fue de Colombia unos meses antes de que yo te conociera.
— Pues que conveniente ¿no crees?
— Ya sabes que odio cuando usadas ese pinche tono de voz todo ofendido, por cosas que ni siquiera están pasando en realidad, más que en tu pinche cabeza.
— No querida, pero esa pinche llamadita no paso en mi cabeza, aquí en vivo y a todo color le estabas coqueteando a otra vieja.
— No le estaba coqueteando a nadie con una fregada, así nos hablamos desde siempre y no es porque seamos o hayamos tenido algo, simplemente éramos cercanas, casi era mi mejor amiga, y Vale y mi papá te lo  pueden confirmar.
— ¿Osea que así hablas con todas tus mejores amigas? — me dijo super sarcástica y muy mal plan, fue tanto su sarcasmo que estaba a nada de comenzar a ser grosera.
— No, con ella es con la única que hablo y hablaría así porque sé que jamás le podría interesar de otra forma.
— ¿Y ella a tí? Porque te recuerdo que a ti te da por enamorarte de tus "mejores amigas".
— ¿Enserio dijiste eso último? — me miro arrepentida y yo la mire herida, una lágrima corrió por mi mejilla por su actitud, de todo lo que me pudo decir eso, era lo que menos esperaba.
— Poche yo... — antes de que dijera algo más, Ramón comenzó a ladrar en la sala cómo loco, habían regresado mi papá y Vale, termine de guardar lo que tenía en las manos y limpie la lágrima que había bajado por mi mejilla, pase a lado de ella e intento tocarme pero no la deje.
— Saldré está noche y no sé a qué hora voy a regresar, solo no me estes llamando por comportarme como siempre lo hago con mis amigas, en especial con mis mejores amigas — me miro arrepentida pero a mí me valió.
Salí de la habitación para abrirle la puerta a mi papá y a mi hermana, los recibí con mi mejor sonrisa pero ya se que me conocen pero no me dijeron nada, Calle salió poco después con los ojos rojos, me rompió el corazón pero no iba a consolarla ni nada por el estilo yo también me sentía bastante herida.
— ¿Otra vez tus alergias Calle? — le pregunto mal intencionadamente mi hermana, odio cuando hace eso a veces lo reconozco es mi culpa nuestras peleas pero hoy no, rodé los ojos y me dediqué a servir la comida, comimos tranquilamente hablando de cualquier cosa, Calle estaba contestando mensajes en su teléfono, supongo hablando con su nueva super  amiga sobre mi estúpido y loco amable comportamiento con ella. Revise mi teléfono y tenía un mensaje de Lucrecia diciéndome que había terminado antes unas vueltas que sí podía llegar antes, le dije que si, quería que saludara a Vale y a mi Papá y presentársela a Calle aunque estuviera enojada, porque quiero que se dé cuenta que no tiene nada de que preocuparse.
Acababa de recibir un mensaje de ella, me estaba avisando que ya estaba parqueando fuera del edificio me levanté corriendo para contestar el teléfono y de esa forma permitir que entrar al edificio de haberlo hecho de otra forma seguramente mi querida y celosa novia no la hubiera dejado ni pasar a la recepción.
— Les tengo una super sorpresa — les dije a mis amores cuando colgué, Calle me miro con una ceja alzada.
Antes de poder decirles de qué se trataba la sorpresa se escuchó la escuchó el timbre de la casa, Ramón se puso todo loco como sabe, Vale lo cargo mientas yo corrí a abrir la puerta, frente a mí estaba mi querida Lucrecia Soto Valencia, mi amiga de hace tantos años que cuando mamá murió fue una de las pocas personas que estuvo conmigo, ella era mi amiga desde hacía mucho tiempo estuvimos juntas prácticamente toda la primaria y después cuando comenzamos a tomar clases en Misi.
Para poder prepararnos para hacer unas grandes artistas realmente es una persona que valoró y aprecio mucho, en cuanto nos vimos soltamos un grito tan fuerte que mi papá Vale y Calle salieron a ver qué pasaba porque se asustaron.
Yo estaba abrazada a ella, mientras lloraba, la había extrañado tanto. Papá y Vale en cuanto la vieron corrieron abrazarla y darle la bienvenida, creo que esa forma de reaccionar cuando ves a alguien ate cualquier circunstancia es súper aprendida de las personas que te educaron.
— Que gusto volver a verte Lu, teníamos muchos años son saber de ti — le dijo mi papá muy contento, Vale estaba abrazándola igual que yo por el cuello, afortunadamente las tres éramos del mismo tamaño.
Esta por demás decir que a Calle no le cayó ni un poco bien y que el tiempo que estuvo en Colombia fue tema de discusión para nosotras, esa noche no salimos de rumba porque mi papá y mi hermana acapararon la atención de mi amiga y nos quedamos en el departamento platicando de miles de cosas hasta ya bien entrada la noche, de fueron como a las 5 de la mañana del domingo Calle estaba tan enojada que ese día me mandó a dormir en el sofá. Y yo dormí ahí tranquilamente, no quería pasar tiempo con ella por ahora ni siquiera para dormir.
Pasaron las semanas y lo que más me molestaba era que ella se dejará llevar por lo que decían sus amigos y no me escuchará, había estado saliendo con Lu lo más que podía, pero mágicamente habían salido demasiados pendientes de edición y cosas de trabajo esta semana de hecho habíamos estado platicando Calle y yo respecto a contratar a una publicista y a una asistente para que nos ayude a organizar nuestra agenda y vuelos que gracias a Dios íbamos a estar necesitando por el crecimiento del canal y el patrocinio de las marcas.
Y así es como llegamos a este momento hoy acompañe a Lu al aeropuerto, su vuelo se había adelantado ya que la fecha de grabaciones se había recorrido una semana, habíamos planeado una fiesta de despedida con mi hermana y otros amigos de Misi pero ya no fue posible  su trabajo ya no lo permitió. Llegué a casa como normalmente lo haría, un poco pensativa por las últimas palabras de mi amiga las recuerdo a una por una.
— Poche, recuerda que aunque amemos mucho a una persona tenemos que empezar a identificar cuando se ha sobrepasado un límite y dejar en claro que pese a que sean pareja también son personas individuales que tienen derecho a tener sus amistades y que estas amistades sean respetadas por la otra. Sí, para mi querida amiga tampoco fue un secreto que mi novia Daniela Calle, le hecho mala leche en cuanto estuvo cerca de ella.
Regresé a casa tranquila tenía un poco de hambre así de que llegue buscando qué comer, estaba calentando mi un poco de arroz y pollo que había hecho Calle el día de ayer cuando escuché que llegó azotando la puerta de la entrada al departamento, me gire molesta por esa actitud pero lo que pasó después me desconcertó más.
— Que bueno que estás aquí, quiero que en este instante prepares las cosas porque vamos a grabar el vídeo diciendo que Calle y Poche se terminó, no estoy dispuesta a permitir que me pongas los cachos y todos sepan y se burlen de mi.
— ¿De qué pendejada me estás hablando ahora? — fue lo único que se me ocurrió decirle tenía los ojos rojos como si hubiera estado bebiendo y la mirada furiosa.
— Ya me canse de ser tú estúpida Jazmín tiene razón tú solo me ocupas para tener fama y dinero. Pero se acabó es momento de terminar con esta relación falsa — intento caminar hacia mí pero se tropezó, eso me confirmó que estaba súper borracha y enojada por algo que le dijo su amiguita, y su grupo de amiguitos.
La tomé de la mano pese a su berrinche, hice que entrara a la ducha  con todo y ropa, le quite antes obviamente el teléfono y su cartera y la dejé ahí hasta que comenzo poco a poco a recobrar el sentido.
— Cuando salgas de acá quiero que nos veamos en la sala y hablemos en nuestro juicio — no me contestó solo recargo la cabeza en la pared del baño, salí lo que le sigue de enojada y marque el número de esa estúpida.
— Te lo voy a decir solo una vez más y espero te quede claro, alejate de mi, de Calle y de nuestra relación, sino te juro que yo me voy a encargar personalmente de destruirte a ti, a tu supuesta fama y a tu canal, no quiero saber más de ti nunca — no deje que me contestará solo colgué la llamada aventé su teléfono a la cama, me senté en el único sillón que teníamos en la sala y me solté a llorar, de pura frustración ya no sabía que hacer ahora le pongo los cachos.
Eso era en más de un sentido el colmo, me sentía como una estúpida, por estar aguantando todo esto, más porque llevo más de tres meses pensando en ella, su cumpleaños y cómo puedo demostrarle lo importante que es para mí y me sale con esto. Ramón corrió a mi lado y se cómodo en mis piernas tratando de consolarme.
— Hay Ramón, necesito tanto un consejo de tú abuelita en este momento. — Suspiré cansada, quería escucharla de verdad y estar tranquila pero dolía demasiado, ¿desde cuándo la palabra de un "amigo" era más valiosa que la mía para ella?, ¿yo acababa de amenazar de verdad con destruir a alguien en medio de mi cansancio y frustración? 
— No tenías porque amenazarla de esa manera — dijo Calle parada frente a mí, ni siquiera me había dado cuenta en qué momento había salido, seque mis lágrimas con furia.
— Podrás llamarla para pedirle perdón en cuanto hablemos sobre lo que está pasando.
— Soy tu novia pero estoy cansada de ser una burla, desde que llegó tu amiguita me has dejado a un lado y estoy segura de que algo tuviste con ella porque hasta tu familia es demasiado cercana con ella y no pienso ser una burla de nadie, ya confírmame en este momento que me engañas, para saber qué haremos.
— De verdad tenía la estúpida esperanza de que me estabas diciendo eso por la borrachera que tenías encima — me levanté y fui a la alacena para sacar una botella de tequila que nos había regalado Lu el primer día que vino, necesitaba algo fuerte, tomé un vaso serví un poco y me lo tomé, quemaba pero no tanto como lo que dolía.
— Es que es obvio te la pasas con ella, no hablas conmigo y has dejado de contarme cosas.
— Los tres meses que estuvo aquí la vi solamente 3 veces porque siempre había algo que hacer del canal o te molestaba mucho si lo intentaba si quiera y no quise que nos encontramos más, pero me equivoqué y mucho por eso, eso evitó que tú siguieras pensando lo que tus amigos piensan, no verdad — se quedó callada por un momento pero antes de que me dijera más nada me serví otro caballito y me lo bebí para no llorar.
— Lo voy a decir solo una vez, y es lo último que diré de esto, no te engañe, jamás lo haría no quiero estar contigo porque solo me hablas de tus amigos y lo que ellos dicen ignorando lo que tú sientes o piensas, no te comparto nada últimamente porque aunque lo intentará siempre tienes una conversación por mensajes más importante que la mia y por último que no se te olvide que, si el dinero sale es por el esfuerzo de las dos no solo por el tuyo.
— No te enojes — dijo poniendo cara de miedo.
— No estoy enojada, no estoy enojada estoy decepcionada y herida por la persona que se supone me ama — por fin me solté a llorar con desesperación. Me rompí frente a ella porque ya no se qué pensar.
— Si debemos terminar como dices pero no es porque te ponga los cachos, sino porque la palabra de tu amiga es más importante que mis sentimientos no importa todo lo que haga para que te des cuenta que no es así — deje el vaso aún lado, puse mis manos en mi cara y me solté a llorar recargada en la barra de la cocina.
— Poche, yo... — me abrazó, quería mandarla a la goma y que no me tocará pero no podía, no tenía fuerza solo quería no sentirme tan vacía.
— Perdoname de verdad, no pensé que te fuera a herir de esta manera yo...
— Basta, es muy sencillo querida tú amiga o yo, estoy cansada de luchar por peleas que son alimentadas por una persona ajena a nosotros.
— Despierta Poche — escuché una voz lejana, deje los brazos de mi amada para buscar esa voz.
— ¿Dónde estas, que está pasando? — grite, de un segundo a otro ya no estaba con Calle, estaba corriendo por ese pasillo lleno de luz que últimamente he visito demasiado entre sueños.
— Poche siempre debió tener a cualquier persona a su la o menos a ti — escuché a lo lejos una voz que le reclamaba a mi novia ¿quién se creía? corrí para ayudarla. 
— No me hagas reír, a alguien como ¿tú? — escuchaba su voz mar cerca, volví a la habitación que siempre veía en mis sueños extraños.
Vi a Calle con claridad era preciosa cómo siempre, lucía más mayor y mucho más guapa si es que eso era posible, se veía hermosa pero cansada, peleaba con un hombre muy guapo.
— Claro, yo no le hubiera inventado amantes cada que me sintiera amenazado porque alguien me la quitará, como un idiota.
— No soy una idiota animal, largate de aquí no tienes nada que hacer aquí por culpa de tu esposa y tuya mi novia está aquí y nuestra relación está por terminar — la mire sorprendida, ¿dónde estaba yo?, ¿porque parecía un hospital?.
— Esa relación terminó por ti querida Daniela, estás rota, estás defectuosa, nadie te quiere, y lo único que eras capaz de tener en tu vida, ahora esta en una cama de hospital porque todo lo destruyes, sabes que me dijo Poche la última vez que la tuve entre mis piernas, que estaba arrepentida de haber tenido una relación tan seria con alguien tan roto como tú — vi como la rodeó y le dijo todo eso, vi como su rostro se llenaba de dolor y sufrimiento. — Que tan podrida debes de estar Daniela que hasta tu familia pese a todos los años que han pasado prefieren estar lejos de ti, Valentina prefiere estar lejos de ti, Juan Carlos es demasiado educado como para no decirte que te odia por poner a su hija en esa cama y tú familia ¿cuando terminara el viaje que tienen ahora, para que puedan venir a hacer acto de presencia? — la vi temblar, y derramar lágrimas sin poder defenderla.
— Callate idiota, no es verdad, jamás dejaría de amar a mi novia por alguien tan prepotente como tú y nunca estaría entre tus piernas idiota.
— Acéptalo, por tu culpa ella está en esta cama de hospital — mi amor de repente comenzo a reír sin dejar de llorar.
— Eso lo sé, idiota, solo quiero que despierte, ver sus ojos por última vez y después desaparece de su vida, de su mundo y no podré destruir más nada, porque yo dejare de existir — el la miró sorprendido. Y un poco asustado.
— Espero lo cumplas — fue su respuesta.
— Es un hecho querido, es un hecho — se quitó de su lado y yo sólo la seguí aterrada, Daniela no puede estar hablando enserio, no puede decir que de verdad está considerando quitarse la vida.
— Tu vida por la mía, no importa que pase — por fin reconocí a la persona en la cama, la respiración se me detuvo y me vi conectada a una máquina con ligeros golpes en la cara y una sonda.
— Te juro que no voy a seguirte molestando, solo abre los ojos y podré  desaparecer de este mundo sabiendo que has vuelto.
— Noooooo, Calle nooooooo, no te hagas nada, nooooo — intentaba gritarle pero no podía, no me escuchaba.
— Despierta — escuché su voz de nuevo y volví a salir corriendo buscando a la dueña de esa voz llena de miedo.
El pasillo estaba lleno de colores y muchas cosas a mi alrededor, tantas que no podía identificarlas.
— Mamá — comencé a gritar, el pasillo era enorme, pasaba por demasiadas luces pero solo quería ver a la dueña de esa voz.
— Mamá — seguí gritando. Hasta que a lo lejos la vi, corrí lo mar rápido posible cuando...

Continuará...

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