Capítulo Cuarentaitres: Presentación

361 33 7
                                    

Maldita sea esto es una pinche pesadilla, no es posible que todo se haya ido al carajo de forma tan repentina, me repetía mentalmente una y otra vez mientras sostenía una bolsa con hielo en mi cara, trataba de repetir en mi mente una y otra vez la escena y todo lo que nos dijimos y no me cabía en la cabeza que las cosas se hubieran puesto tan de la chingada en tan poco tiempo y eso me dolía mucho.
— ¿Ramón, Canela y ahora que voy a hacer? — les pregunte a mis hijos pero ellos solo me miraron tristes y comenzaron a llorar conmigo. Se acomodaron encima de mi, después de que yo dejara la puerta del apartamento abierta, le había llamado a mi maestra, mi psicóloga y me había recomendado llamar a alguien que me apoyara a contenerme en este momento para que mañana pudiera ir a verla y buscar una solución a este desmadre en conjunto, había llamado a mi hermana y a la burra de la Hippie para tratar de calmarme.
— ¿Qué desmadre paso ahora Daniela Calle? — escuché la voz de mi hermana enojada, traía en sus brazos a mi hermosa sobrina Frida dormida y la acompañaba mi mamá que también me veía con molestia. ¿Ahora que hice?
— Ni yo sé, y quieres que te dé una maldita explicación — llore más fuerte, dejo a la bebé de apenas siete meses de vida en su silla y me miro con los brazos cruzados.
— Lo único que yo sé es que en televisión nacional se proyecto una situación de pareja que desde hace ya más de seis meses yo te había dicho que estaba pasando y te reíste de mí, diciéndome que Poché no era así, que no pasaba nada que tenías a una novia muy comprensiva y no sé qué tanto más, te dije que esa amistad tuya solo era amistad de un lado y me dijiste que estaba loca y aún así avanzaste, Daniela ¿en qué fregados estabas pensando? — me regañó, antes de que pudiera decirle algo más entro mi amiga con un bote de helado de chocolate, uno de maracuyá y una caja de caramelos con una sonrisa llena de tranquilidad.
— Hay que sentarnos a platicar y verás que dejarla ir será lo mejor para tí, por fin — dijo en cuanto estuvo frente a mí. Mi hermana se molestó tanto que le quito todo de las manos y la saco a jalones de mi casa.
— Mi hermana es una idiota para no darse cuenta de la clase de víbora que eres pero yo no, así que largo de aquí ahora mismo — estaba tan impactada por todo lo que estaba pasando que no pude meterme, ni hice nada para que mi hermana no la sacará de aquí.
— ¿Por qué la sacas de aquí? — le pregunté cuando reaccione.
— Porque eres una tonta que no sabe que muchos de sus problemas son gracias a esta víbora, una mal nacida, que no tiene otro motivo más que separarlas, ¿por qué salias más con ella que con tu novia?, ¿por qué le dabas más prioridad a ellas que a tu mujer? a la que según tú amas.
— Porqué a Poche eso no le interesaba creo. — Dije llorando de nuevo.
— Hija, cálmate, Juli también cálmate — intervino mi mamá por fin al ver que no íbamos a parar de pelear y yo de llorar.
— Es que sigue siendo una niña ingenua y eso me frustra — dijo mi hermana antes de abrazarme y yo sólo llore más. Tenía tanto miedo de todo lo que estaba pasando. 
Me dejaron llorar y llorar hasta que pude tranquilizarme y después de tomar un poco de té de azares por fin pude contarles todo como pasó y como mi novia explotó contra mi.
— ¿Terminaron de nuevo? — preguntó con temor mi hermana.
— No, solo peleamos muy feo pero no sé bien que hacer en realidad en este momento, es que me parece una maldita pesadilla todo esto — dije con un dolor en el pecho clavado horrible.
— ¿Qué pasó este tiempo? — me pregunto mi mamá triste, suspiré inquieta por todo lo que estaba pasando.
— No sé bien todo iba bien al inicio pero yo me enfrasque en mi trabajo y en lo que estaba haciendo. Ella estaba bien con eso de hecho los primeros seis meses estuvimos de maravilla salíamos mucho y disfrutábamos mucho de la compañía de la otra y no sé en qué momento, ella me dijo que estaba un poco inquieta con mi relación con la hippie pero como para mí no tenía sentido su reclamo de volvió un tema de pelea y con el tiempo creo que ella aceptó no hablar más de eso y aceptar esa relación, después llegaron los premios por su trabajo pero a mí me daba mucho miedo salir a la luz aún con ella y pues me aconsejó pues la hippie que le pidiera tiempo y comprensión ante mi negativa de salir en público con ella, así que Poché acepto aunque no de buena gana, y de me hizo fácil agarrarme de eso para que pues no sé las cosas fueran más fáciles, pero me invitaban a salir y ella siempre tenía trabajo, después yo siempre tenía tareas y estaba ocupada con otras cosas y pensé que no era tan difícil esto.
Después noté como ella dejo de pelear por el tiempo juntas y no sé porque pero comenzó a ser más callada más tranquila y cuando dormíamos juntas ella tardaba más en dormir y mucho menos en despertar, no sé poco a poco las cosas se pudieron pesadas porque ella ya no hablaba conmigo y yo me refugié en quien saben y pues me preguntaba todos los días si algo había hecho mal en todo esto y ella solo me decía que si o que no, pero decía que estaba bien y yo no quería ver que no era así — volví a llorar.
— ¿Qué piensas de lo que le dijiste respecto a ese hombre? — me dijo enojada mi mamá.
— Que soy una reverenda estúpida, es que en todo este tiempo siempre tuve miedo de que ella decidiera volver con él, no estaba ya casi conmigo y estaba muy rara pero no la sacaba de que estaba bien, no la sacaba de su sonrisa fingida y  me dijeron que ignorarlo y darle su tiempo era lo mejor y yo tenía que hacer mis cosas — me justifiqué.
— ¿Quién te dijo eso, tú psicóloga a caso? — me pregunto mi hermana molesta.
— Yo, este... — respondí inquieta — deje mi terapia hace meses porque creí que ya podía manejar mis emociones sin problemas — dije apenada sintiéndome muy estúpida por haberle hecho caso a la Hippie respecto a eso.
— Y supongo que tus resultados te dieron toda la razón verdad hermanita — me dijo burlona Juliana yo quería decirle que no se metiera o darle un puñetazo por grosera pero me contuve porque aunque me dolía tenía la razón, soy una idiota.
— Juli — le regaño mi mamá — tienes razón en decirle eso, pero déjala que ella sola se de cuenta.
— El caso es que hice que todo valiera y pues deje que mi amiga me siguiera aconsejando, pero creo que tenían razón, ella no me ve como solo eso, una amiga — acepté avergonzada, más al recordar todo lo que dijo e hizo en cuanto entro acá, yo quería apoyo para saber cómo recuperar a mi novia y ella llegó con toda la intención de que yo dejara ir esa etapa y convencerme de que era lo mejor.
— Por fin estás pensando — hice un puchero pero al hacer ese gesto me dolió horrible el golpe que me dio Vale, me agarré el cachete adolorida.
— Poché sí que te dejo mirado ese cachete — se burló Juliana.
— No fue ella, fue Vale fue el precio por haberla hecho llorar de nuevo — le conté adolorida. Mi mamá y mi hermana traidoras al escuchar mi queja se comenzaron a reír por lo chistoso de que una enana de no más de 1.60 me dejara morada la cara.
Nos quedamos en silencio por muchos momentos y yo en cada segundo veía como escena tras escena donde me equivoqué se reproducía en mi memoria, había sido de verdad una estúpida, aunque aún había cosas que me dolían mucho y no comprendía, ¿por qué mi novia se cerró tanto a mí de repente?, ¿por que parecía tan ausenté?, ¿por qué parecía que estuviera todo el tiempo en otro mundo?, ¿por qué no lo vi antes?, Me levanté de la nada inquieta sentía como la respiración me faltaba y yo sólo podía pensar en una sola cosa, hablar con ella y decirle que la amo con locura aunque soy una reverenda estúpida.
— Dani respira por favor — me pedía mi mamá, pero yo había entrado en un estado como de shock no sé, quería salir corriendo y corriendo como loca para salir a recuperar a mi amor.
— Necesito a Poché — dije como pude, estaba por salir corriendo de mi casa cuando sentí otro duró impacto en mi cara, pero del otro lado, lo cual me hizo reaccionar de un segundo a otro.
— Respira y siéntate — fueron las palabras de mi hermana y yo obedecí, me deje caer en el sillón de mi pequeña sala, cargue a mis hijos que no se habían movido de ahí pese al jaleo y comencé a llorar con ellos entre mis brazos. Entre mi llanto me quedé dormida pensando una sola cosa, pasará lo que pasará yo lo iba a permitirme perder a mi amor de nuevo eso era lo único que tenía por cierto de todo esto.

Desperté al día siguiente en la cama de mi hermana abrazada a mi sobrino, y supe que todo había sido realidad, quería llorar, gritar y destruirme pero me sentía tan pero tan distante de mis propios sentimientos que sentí como si miles de cajas se acumularán a mi al rededor y me encerraran poco a poco en su interior y dejarán en la superficie a la parte necesariamente funcional de este día, seque mis lágrimas y me levanté de la cama con cuidado de no despertar a mi bebé, mire la hora y con horror note que ya pasaba del medio día, tenía exactamente 20 minutos para bañarme y comer algo para poder arreglarme para la presentación de mi libro, solo quería aferrarme a eso y después no se qué pasaría.
— ¿Que haces hermana? — me dijo Vale sorprendía al verme salir de la ducha con uno de sus conjuntos más cómodos de ropa deportiva.
— Apurarme para poder llegar a la presentación de mi libro — le dije tratando de sonar como si nada.
— ¿Poché estás bien? — me pregunto con cautela.
— Claro que si, pero necesito llegar a mis citas para llegar a presentar a mi hijo, mi libro hermoso — no la mire en ningún momento.
— ¿Sabes que ellas irán verdad? — me dijo con calma y cautela.
— Lo sé pero nada me quitara este momento, así que apurate todo comienza a las 5 y aún hay muchas cosas que hacer, además aún tienes que comprarle un traje a mi niño precioso — trate de sonreír. Mi hermana es un ángel no me dijo nada, me ayudó a acomodar todo para recibir a mi equipo de estilismo, yo tomé un poco más de mi medicamentos para poder tolerar está maldita realidad y eso me ayudó a mantener la calma un poco más de tiempo, todo pasó muy rápido, de repente ya estaba en medio de la alfombra roja, dándole la bienvenida a todos, esa noche había elegido un vestido color verde olivo que dejaba ver mi espalda y tenía el cabello recogido en un sencillo moño, había dado la orden clara de que cualquier reportero que intentara siquiera mencionar algo de la entrevista de anoche sería expulsada del evento y rompería relaciones con el medio qu fuera que lo intentará, poco a poco llegaron todos, hasta que la vi a lo lejos llegar de la mano de Juliana y de Mafe, estaba tan hermosa con su vestido rojo pasión y esa mirada avellana que me hacía sentir millones de cosas de un segundo a otro.
Quisiera decir que fui valiente y la ignore y deje que pasará como si nada pero no fue así, mi cuerpo era como un imán con el suyo y me pare frente a ella antes de poder detenerme lo lógico hubiera sido que la golpeara y la corriera frente a todos, pero no pude más que abrazarla y besarla como si la vida se me fuera en eso, en ese acto hermoso de amor.
— No sé que estoy haciendo o que está pasando pero a pesar de todo el dolor te amo — ella me abrazó muy fuerte y me dijo también al oído.
— También te amo mucho y quiero que hablemos, no puedo aceptar que nosotras después de todo terminemos así, esta es mi historia de amor verdadero y no voy a dejar que nadie me la quité, ni siquiera yo con mis miedos me voy a quitar está historia.
— Tregua — le dije sin soltarme de ese abrazó hermoso que nos dimos.
— Claro que si — me dijo ella antes de besarme como si la vida se nos fuera en eso, no me importó que fuera un beso apasionado y menos que nos tomarán fotos yo la amaba a ella, y eso era todo. Nos separamos tranquilas y nos dimos la mano cuando vimos como pasaba ante nuestros ojos algo insólito, su maestra y el idiota ese entraron por la alfombra roja frente a todos, dejando un silencio sepulcral entre todos.

¿Qué demonios iba a pasar ahora?

Continuará...

😍 Efecto Mariposa (Fuerza Interior)😍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora