Capítulo Cuarentaidos: Homofobia

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Cuando logramos controlarnos un poco les explicamos cómo pudimos a Manu y a la maestra de Poché que  muchas cosas comenzaban a tener sentido y que cuando se nos pasaran todas las emociones que teníamos encima les contaríamos que pasó esa noche, seguimos con la cena y firmamos el contrato, yo ansiaba enseñarle mi cuento a mi amor porque quería saber si todo lo que estaba ahí ella también lo recordaba o si sus dibujos serian una parte de la historia que no recordaba, las chicas se despidieron pronto, Manu tenía cosas que hacer y la chica rara iba a darle de comer a sus amigas o algo así dijo, me incomode mucho cuando se despidieron ella y mi amor pero no me voy a poner a hacer escenas de celos estúpidos por ahora. Solo por ahora porque eso de que se abracen al despedirse como si no fueran a ver en años me tenía mamada.
— ¿Qué vas a hacer ahora mismo? — me pregunto Calle con una sonrisa en la cara, que esperaba fuera por estar conmigo (si sigo celosa).
— Debo ir con Vale — dije haciendo un puchero enorme — ahora mismo debe estar por terminar su cena familiar y no quería que la dejara sola, estoy preocupada por ella porque al parecer ya no se quiere casar, está comenzando a creer que su prometido le está poniendo los cachos por su actitud — le conté triste, era mi hermana y no sabía que hacer.
— Ojalá no sea eso porque si ese tipo de atreve a hacerle daño se las verá conmigo porque ustedes son mi familia y además de eso no es correcto que no se hablen las cosas, creo que las dos lo sabemos — me dijo molesta.
— Yo espero que no pase nada feo porque aquí el que va a sufrir es el bebé y mi hermana y no sé cómo la vamos a ayudar a salir de algo así si pasa — le dije ya deprimida, estábamos camino al estacionamiento ambas teníamos que ir por nuestros autos. Antes de llegar ahí recibí una llamada de Vale, como estábamos más cerca de su auto y había mucho ruido me dijo que me metiera para poder contestar tranquila, puse el altavoz.
— Hermana, si aún estás con Calle dile que se venga para acá, me estoy volviendo loca con la familia perfecta de mi prometido, debí conocerlos un poco mejor antes de todo esto — se quejó enseguida antes que cualquier cosa.
— Tranquila iré contigo enseguida, estoy para apoyarte en todo lo que pueda pulga — le contesto mi amor tomándome de la mano muy feliz.
— Gracias, corran ya no quiero que llore más mi bebé — a lo lejos escuchamos el llanto del bebé, lo cual nos preocupo — mi suegra insiste en que ella y sus hijos deben ser parte de su vida, pero lo asustan y no ha dejado de llorar y el idiota este no hace nada — escuchamos como lloro de nuevo el bebé — voy a salvar a mi hijo ahora las veo — colgó y nos vimos realmente preocupadas por la situación, creo que las cosas no iban a terminar nada bien.
Me baje de su auto y me fui por el auto de mi papá para ir a la casa, afortunadamente sería un viaje de menos de 20 monitos, parqueamos en la entrada de la casa pero la energía que se sentía no era nada buena.
— ¿Crees que haya problemas está noche? — le dije nerviosa.
— Quisiera decirte que no mi amor pero no tengo un buen presentimiento de todo esto y creo que las cosas no van a salir nada bien — me dijo con un gesto de preocupación.
— Siento lo mismo.
Nos dimos un pico y entramos, en la sala había al menos cinco personas que no tenía idea ni de cómo se llamaban y mucho menos a qué se dedicaban. Al entrar guardaron silencio y nos presentaron, no hicimos mayor comentario solo me fui a sentar a lado de mi papito con Calle, Vale y su prometido no estaban cosa que no me dio buena espina, comenzamos la típica conversación incómoda.
— ¿Entonces tú eres la hermana de Valentina? — me dijo la mamá del novio de mi hermana y enseguida me cayó mal se parecía literalmente a Dolores Umbrige de Harry Potter, lo cual me dio mucha risa, solo que ella vestía de amarillo neón y no de rosa.
— Si señora soy su hermana mayor — contesté incómoda recibiendo la Copa que me ofrecía mi papá, nunca había visto a mi papá tan incómodo y menos tan enojado como en esos momentos.
— ¿Y a qué te dedicas niña? supongo que algo más serio de lo que hace tu hermana, ya le dije a mi hijo que tiene que convencerla cuanto antes que deje ese mundo poco serio de la farándula, tiene que ser una mujer ejemplar como todas las de esta familia — dijo pedante y mi sangre hirvió.
— No, de hecho también soy artista, canto, bailo, actuó, escribo y dibujo — le dije sería, ella me miro mal pero antes de que pudiéramos decir algo el pequeño Carlos lloro en brazos de una adolescente que no tenía el más mínimo interés en sostenerlo bien, me levanté enseguida y le pedí "amable" que me diera a mi príncipe vestido de traje sastre en miniatura, se veía tan hermoso. El bebé al sentir el cambio de brazos y reconocerme comenzo a moverse muy feliz y como no me contó en sus idioma todo lo que quería decirme, yo solo me reí y lo acomode en mis brazos con cuidado para ser un niño de casi 3 meses era un caso.
— ¿Cómo lograste que se riera? — me pregunto sorprendida la cara de sapo.
— A Carlos no le gusta que lo agarren así como lo tenía su hija, le gusta ver para enfrente y no le agrada que le agarren los brazos lo pone de malas.
— Pues yo que voy a saber, me da miedo que se caiga como un saco de papas y me regañen — dijo la niña esa, y yo quise matarla lentamente.
— Este saco de papas es un amor y si le tienes un poco de paciencia es el niño más lindo del mundo — dijo molesta mi amor, Carlos como siempre en cuanto la escucho hablar comenzo a hacer una fiesta para irse con ella, yo la mire divertida y enseguida se lo pase, ella simplemente lo abrazo y lo acurrucó contra su pecho.
— Ush, se supone que yo era la tía favorita de ese niño no tú — bromeaba con ella un poco, ella solo me sonrió y me enseñó la lengua.
— Mi querido Carlos tiene muy buenos gustos — fue lo único que dijo.
— Pero mi hija tiene mejores Calle — intervino mi papá un poco más relajado al ver tranquilo al bebé en brazos de Calle.
— Lo sé soy una lindura — siguió bromeando — UPS, creo que ya se durmió — nos avisó con cara de angelito.
— ¿Cómo lograste dormirlo si yo lo intente por más de una hora y no pude lograr que dejara de llorar? — dijo Goyle perdón el otro hermano de mi cuñadito supongo. ¿Será que mi cuñis es adoptado? me plantee la idea al ver la "belleza" de estas personas.
— Es el encanto de Daniela Calle — simplemente contestó mi amor.
— Siempre que lo carga se queda dormido, es como si ella le diera la paz y la calma que necesita para descansar, hasta Vale se pone toda sorprendida por eso y a veces se lo da porque ya sabe que es hora de que duerma.
— Supongo que pasas mucho tiempo acá entonces — intervino la cara de sapo.
— No realmente, pero supongo nos conocemos desde hace mucho y a Vale la conozco desde que era una mini pulga, es como una hermana para mí, así que supongo que el se siente seguro porque sabe que amo demasiado a toda su familia — dijo acomodando un poco mejor a bebé en sus brazos, el ni se incómodo ni nada solo se acomodo mejor.
— ¿Quieres que te pase su carreola para que lo acomodes? — le pregunto mi papá a lo que Calle solo asintió.
— Entonces eres amiga de la familia señorita, que alegría tal vez en algún otro momento o después de la boda pueda invitarla a salir y darle entrada al amor — le coqueteo el ogro ese, mi papi y Calle estaban acomodando al bebé y pude ver cómo los dos se rieron.
— No creo que eso funcione, a mi pareja no le agradaría en lo más mínimo — fue su única respuesta me tomo la mano tranquilamente y yo le sonreí.
— Espero que el caballero dueño de su corazón la cuide mucho porque si se descuida yo podría robarme su corazón, lo tengo todo y le podría poner lo que usted quiera a sus pies — siguió coqueteando el parcero este.
— Pues no soy un caballero pero en casi 10 años te juro que nadie me ha quitado su corazón — le dije matándolo con la mirada.
— ¿Cómo que tú eres su pareja? — nos miro aterrada Umbrige genial estos eran unos homofóbicos de mierda.
— Si, somos novias desde hace años, ¿no te lo dijo tu hijo? — le dije extrañada.
— Claro que no, me dijo que habías tenido una relación muy larga pero había terminado y que lo mejor era no preguntar porque fue feo, jamás me dijo que era semejante desviación — ataco directa.
— Le voy a pedir que cuide lo que dice en mi presencia porque está hablando de mi hija y mi querida nuera así que mida sus palabras — le dijo molesto mi papá poniéndose de pie.
— ¿Cómo puede aceptar esto?, eso no es correcto para los ojos de Dios — Calle respiro profundamente y solo me tomo de la mano y le pidió a mi papá que se calmara con la mirada.
— Esto es terrible, mi sobrino no puede crecer rodeado de esas lesbianas — dijo él idiota mayor.
— Concuerdo con eso amor no es correcto — dijo él papá del idiota del papá de mi sobrino aunque claro no dejo su teléfono por nada del mundo.
— Qué curioso que hace menos de 10 minutos me ofrecías una vida llena de lujos y ahora no me bajas de lesbiana deformada, qué interesante, pero no te preocupes te juro que en algún momento encontraras a quien puedas comprar para ser feliz.
— Mamá me está ofendiendo — la acuso con su mamá antes de seguir diciéndonos de cosas salió Vale con los ojos hinchados de llorar seguida por su prometido que se veía preocupado.
— Esto se acabó los quiero a todos ustedes fuera de mi casa — grito Vale señalando a toda la familia del tipo sorprendiéndonos a todos.
— ¿De que demonios hablas niña, esta es la casa de mi hijo? — dijo altanera y feliz la tipa.
— No, no lo es, dijimos eso para que ustedes se sintieran orgullos de el pero está casa es mía, la compré yo y no quiero saber nada de ustedes.
— ¿Qué pasó hija? — se acerco preocupado mi papá a ella.
— Pasa que este idiota me engañó por eso se fue así todos estos meses y solo quería darle un nieto a sus padres y ya — derramaba lágrimas de dolor pero su furia la mantenía de pié.
— Ya te dije que tenemos que hablar y me vas a escuchar — le gritó y la zarandeó enfrente de todos tomándola violentamente del brazo, mi papá intento golpearlo pero Calle se le adelanto, lo fauleo y puso a Vale detrás de ella.
— Salvaje ¿que te pasa? — Corrió a auxiliarlo su mamá.
— La golpeó casi frente a nosotros y yo soy la salvaje, usted está mal — grito mi amor.
— Se lo merecía, seguro algo hizo mal — lo justificó enseguida gritando también.
— No voy a permitir que canceles la boda maldita sea ya te lo dije — se puso de pie como pudo e intento ponerse frente a mí novia, yo le mandé un mensaje al grupo de los pollos pidiendo apoyo antes de meterme también.
— Largo de acá o llamo a la policía — lo amenace.
— No, ella se va a casar conmigo y nosotros nos iremos de acá no voy a permitir que  las cosas se salgan de control y mucho menos permitiré que mi hijo crezca rodeado de unas lesbianas como ustedes — me enfrento, Calle volvió a faulearlo parecía que fe poco le servía su tamaño y los músculos que tiene ante la furia de mi amor, mi hermana era sostenida por mi papá, mientras ambos protegían a Carlitos de alguna forma. 
— Te juro que cada golpe que me has dado lo vas a pagar bien caro maldita lesbiana, tenemos mucho dinero y te vamos a hundir — amenazo su papá esta vez, lo cual si nos dio un poco de miedo porque ese señor media al menos dos metros y en número perdíamos si esto se ponía más violento.
— Claro que no, porque todo ese dinero si yo quiero lo pierden de un segundo a otro — le dijo Calle sorprendiéndonos a todos.

Continuará...

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